28.9.07

Refugiada en la lectura

Es trabajo perdido el querer evocar nuestro pasado, e inútil que nos afanemos en ello. Ocúltase fuera de sus dominios y de su alcance en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que no sospechamos. Y del azar depende que nos encontremos con ese objeto antes de que nos llegue la muerte, o que no le encontremos nunca. (…) abrumada por el día que he pasado y por la perspectiva de otro por venir quise repetir la experiencia de que: un pequeño y delicioso placer me invadiera, me aísle, me evite la noción del presente, que convierta los incidentes de la vida en indiferentes, en pequeños reveses de la vida en inofensivos y de brevedad ilusoria, todo del mismo modo que opera el amor, (…) y es bueno buscar la verdad no en el afuera, sino en mí. Puede ser que un objeto (una magdalena, un libro, una música, una fotografía) me lo despierte, me preste la balsa para flotar después del naufragio. Aunque sé que debo abandonar las palabras prestadas, buscar en mi misma. No solo buscar sino crear. Triste panorama cuando la caja de herramientas no me corresponde (porque alguna me excede y no puedo manejarla o porque ha desistido de formar parte de ella). Ante lo que no existe me queda la perífrasis, ella sola puede dar realidad a las palabras que son espuma, que son mensajes sobre la arena, pero frente a la nada, de alguna forma, me representan.

(Influenciada por "En busca del tiempo perdido")

Muchas veces me sucede esto de no poder dormir (es un mal hábito que tomé desde niña, por una mala experiencia que me aterró durante años) aún así detesto las pastillas. Tengo bastante con un par de medicamentos recetados y la aspirina todos los días. Y habría que pensar porqué en este momento del día me acosan los fantasmas. El motivo es otro, pero el síntoma es el mismo. Y no quiero pensar. Y no. Pero no puedo dejar mi mente en blanco o en negro. Entonces aporreo el teclado para que algo fluya fuera de mí y ese puño apretujándome el pecho se afloje.

Tal vez me pase esto porque en los peores momentos difícilmente me enojo con los demás. ¿Por qué? Porque esos enojos abren heridas que tardan en cicatrizar, son invisibles a los ojos, pero son una hendidura en el cemento fresco y nada la borra.

Cierta vez quise aconsejar a alguien sobre no enojarse con los demás en los momentos de angustia, con tan mala pata que la persona lo tomó hacia un lado y en realidad yo apuntaba para otro. Después me enteré de lo que había pasado, era lógico que mi interlocutor sospechara de mis palabras. Parecía que me habían informado de lo que había pasado. Mi intuición debería dormirse y lo que ha de pasar: QUE PASE.

En medio del mal día de hoy, me acosa el si debo decirle a una persona: sé que no te llevas bien con… pero no le hagas las cosas más difíciles, la piedra que podés tirarle va a volver de mil formas hacia vos. Pienso en el límite de mis posibilidades (la falta de sueño hacía que las brujas confesaran cualquier cosa) y me convenzo de no decir esto o aquello, debo ser una bruja cobarde y silenciosa. Me refugio en el si algo ha de pasar, no tengo porque ser yo la que interfiera, no soy dios. Aún así, aún con viejos rencores en el medio, quisiera tener menos pena por mi silencio. Tal vez el placer de la lectura me aísle y convierta los pequeños reveses de hoy en inofensivos y los hagan de brevedad ilusoria.

27.9.07

Y de todo mal

- Hoy está de buen humor – dijo una alumna.

- No, simplemente trato de proteger a los que me rodean de lo que me pasa. Anoche tuve una mala noticia. Esto me convierte en cuidadosa en el trato con los demás.

Así como el mensajito en el celular me dejó mal, a la mañana reforcé mi malestar al escuchar la novedad del robo a la productora F. Coppola, creo bastante cerca de mi casa. Además de la mala prensa para nuestro país (cada día más parecido a una bolsa donde hay un montón de gatos salvajes lastimándose) me trae esa cosa pegajosa de la falta de seguridad. En la familia, en uno u otro momento, nos han robado (con y sin arma) y en un caso con un “pequeño” secuestro. Hace poco fue a nuestra querida Vivi.

Salí de mi trabajo y me vine a casa con todo el deseo de hacer un montón de cosas. Uno propone y el azar dispone.

A eso de las 3 de la tarde me informaron por teléfono: No te asustes, Celes está bien. La asaltaron está esperando un patrullero.

Entonces una pasa de la angustia a la tranquilidad de que no le pasó nada y luego hay que ocuparse de las llaves, tenía el documento con la dirección de nuestra casa y la llave también. Es físicamente tan chiquita... Y eso es un puño estrujando el pecho, me inmovilizo, la marca de la experiencia del día que se la llevaron en un taxi para robarle y tuvo miedo que la mataran se hace presente, uno dice que no hay que tener malos pensamientos y todas esas tonterías, pero por las dudas cerré la reja y puse las otras llaves a las puertas. Me quedé en casa.

Es en ese instante en que a uno se le ocurre pensar que si es creyente debería rezar en el padre nuestro:

Danos hoy nuestro pan; líbranos del asalto de cada día y de todo mal.

22.9.07

Hace 19 años

Hace unos cuantos años, un 22 de septiembre me puse a cocinar unas masitas que hacía una de mis tías. Para mí eran las “princesitas” de mi infancia, las que me devolverían por unas horas los viejos recuerdos. Con ojos acuosos trataba de armar algo parecido a las masas de mi tía Pochola. Cuando las estaba sacando del horno llegó un compañero de facultad y me preguntó ¿qué te pasa? Mi respuesta fue: “Es 22, hace un año que mi mamá murió.” El me miró y me dijo ¿Hasta en estos momentos sos tan apegada a la literatura? Estas princesitas no son más que una variante de las magdalenas. ¿Ahora también sos proustsiana?

Y no quise contestarle, porque en ese momento no recordaba lo que habíamos leído de las relaciones intertextuales, ni de la bendita magdalena.

Le acerqué una mala traducción del libro y pedí que me leyera el párrafo donde estaba lo de la magdalena, imaginé al asmático escritor, sentado en su cama en uno de sus días de insomnio, trataba de recuperar su infancia a través del recuerdo del recuerdo del sabor de una confitura.

"Me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que lo causaba..."
(Marcel Proust. "En busca del tiempo perdido")

Resulta curioso, pero entre la magdalena de Proust y los reflejos condicionados de Pavlov hay demasiadas similitudes, son estímulos condicionados. Nos pasa lo mismo con un aroma, una canción, una imagen, una palabra, un rostro…

Sucede que Proust lo dijo poéticamente, para algunos de manera más bonita, a Pavlov se le ocurrió descuartizar las sensaciones entre estímulo y segregación de salivación y jugos gástricos. Uno evoca la infancia, él otro hace ciencia (eso dicen)

Cuando alguien escribe sobre esta cuestión de la memoria emotiva, de los engramas, de los recuerdos y las etc. se tiende a pensar que lo mueve la asociación con la magdalena; pero supongo que mucho antes que Proust las personas establecían esta suerte de amalgamas (positivas o negativas) a partir de un elemento x, en el instante presente, con hechos ocurridos en el pasado.

Aquel 22 de septiembre quise recuperar algo del tiempo perdido en el rito del alimento, pues mi madre era buena cocinera. Y me pasó ayer cuando buscando otra receta encontré otra largamente buscada. Sin saborear la comida, solo leyendo las páginas de mi libro de cocina me vi sentada con mis hermanos en mi casa. Era un hermoso día soleado de invierno, Mamá había preparado un montonazo de ñoquis a la alemana con estofado, temiendo que la comida no alcanzara agregó un pollo de los que criaba, lo cocinó al horno con papas. De postre: tarta de duraznos. Estaban unos tíos de visita. No sé bien qué pasó, pero comimos lentamente, nos mirábamos sonrientes, charlábamos de cualquier cosa y no dejamos más que los huesos del pobre pollo. Cuando elogiamos la comida mi madre se sintió orgullosa. Después de ese día pasaron muchas cosas, pero no me olvido de esa suerte de felicidad y no me importa si la experiencia a través de la lectura de una receta es un reflejo condicionado o la asociación proustsiana.

Hoy me llamó mi hermano, me dijo: “Es 22”. Entonces le conté que había encontrado la receta de los ñoquis a la alemana, que iba a practicar y cuando venga a Buenos Aires nos vamos a juntar en honor a mamá.

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Mi sobrina Caro me escribió:

mañana es su aniversario capaz que por eso me viene tan seguido el recuerdo de ese ritual del almuerzo con la abuela en Choele Choel, la mesa roja de la cocina añadida para los nietos a la mesa de los grandes en el comedor y la abuela con el delantal, porque nos cocinaba ella, sentada a la cabecera, erguida, y la voz, todavía recuerdo su voz, contándonos las aventuras de la coneja por la quinta de Juan, y las entonaciones que le daba a la narración, puedo recordarlas perfectamente, la abuela era una genia narrando.

21.9.07

Hablando de rituales…

Cuando mi hija Ro era pequeña y sus hermanas festejaban el día de la primavera con sus compañeras de colegio, salíamos las dos a festejar juntas ese día. Creo que la primera vez lo hice porque la vi mirar con tristeza a sus hermanas que se iban contentas y ella se quedaba sin festejo. Así nació ese salir juntas las dos solas los 21 de septiembre, primero era un almuerzo y luego un paseo. Pasó el tiempo y una vez estaba mi papá y le dije que lo íbamos a incluir en la salida. Fuimos a caminar y terminamos en un bar. Fue la última vez. El tiempo hizo que ella festejara con sus amigos, luego vino el novio y el casamiento, hizo su propio nido. Anoche la llamé y le pregunté si tenía ganas de almorzar conmigo para recordar viejos tiempos.

Hoy nos juntamos en la terraza de un sencillo y agradable restaurante, un níspero nos daba sombra, el sol comenzó a brillar cada vez más y charlamos de su nuevo trabajo, de la suerte del local de la comida árabe de la esquina, de esto y aquello. El almuerzo estuvo bueno, lo terminamos con un brownie acompañado de una bocha de helado y frutos del bosque. La acompañé al colectivo. Espero que hoy pueda vender mucho.

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Como el hombre primitivo traté de llevar a cabo el ritual para que el tiempo sagrado me devolviera por un instante, al menos, el tiempo que devoró lo profano.

¡¡¡FELIZ DIA!!!

La maga primavera.

Las ceremonias de primavera y muchas otras tienen su origen en “ritos mágicos destinados a afianzar la reviviscencia de la naturaleza en primavera por parte de los primeros hombres. Los medios con que esperaban lograr este fin fueron la imitación y la afinidad simpatética. Extraviado por su ignorancia de las causas verdaderas de las cosas, creyó el hombre que, para producir los grandes fenómenos naturales de los que dependía su vida, sólo tenía que imitarlos y que inmediatamente, por una simpatía secreta o influencia mística, el pequeño drama que él representaba en un claro de la selva o en una cañada de la montaña, en una planicie desierta o en una playa barrida por los vientos, sería aceptado y repetido por actores más potentes en un escenario mayor. Imaginaba que disfrazándose con hojas y flores ayudaría a la tierra desnuda a vestirse de verdor, y que escenificando la muerte y entierro del invierno alejaría la sombría estación anual y facilitaría el camino de vuelta de la primavera.”

Muchos de los descendientes de aquellos seres primitivos no podemos imaginar lo que pudieron sentir ante el cambio de las estaciones, ni ante las causas que ahora llamamos leyes naturales. A nosotros, familiarizados con la concepción de la uniformidad y regularidad con que se suceden unos a otros los fenómenos cósmicos, no queda poco lugar para temer que las causas que producen esos efectos puedan dejar de actuar, al menos en un futuro próximo. Esta confianza surge de largas observaciones que el hombre ha realizado y de la cual ha dejado constancia. (1)

¿Qué habrá de pasar cuando las fuerzas naturales quieran restituir el orden de lo que los hombres por años han alterado?

No lo sé, mientras tanto para los del hemisferio Sur FELIZ PRIMAVERA y para los del Norte FELIZ COMIENZO DEL INVIERNO. Y ya sea para alguien de esta ciudad, de alguna otra de mi hermoso país, en Lambayeque (Perú), Chiclayo (ciudad de la amistad – Perú), Cundinamarca (Colombia), Guaymas, (Sonora, México), en alguna región de la vecina Chile, en algún lugar de España, de Suiza o de esos lugares que por accidente o premeditación visitan este blog mis mejores deseos para el comienzo de una nueva “estación”. Escribió un gran poeta “en todo comienzo hay un hechizo”. Tomemos, entonces, la palabra estación en todos sus significados y salgamos livianos a una vida nueva.

Un abrazo y buen comienzo.

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(1) Adaptación de La rama dorada Magia y religión - James George Frazer

20.9.07

Del decir y lo dicho

Hay quienes analizan con sabiduría y descubren lo dicho en lo no dicho.

Tal vez lo interesante esté en descubrir el espejo. ¿Qué estoy diciendo? ¿Cómo me reflejo en lo que digo?

La coordinadora de un taller literario recomendaba no describir al personaje, evitar que el narrador emitiera juicios sobre sus acciones o sus dichos. Había que mostrar al personaje por sí mismo, no hablar del personaje “que el personaje sea hablado por su propio lenguaje, por sus propias acciones” “-¿Algo parecido a lo que hace Puig en algunos relatos” acoté, haciéndome la experta en un autor que conocía poco y del que había leído un par de novelas.

Después me enteré cual podía ser el origen teórico (o apoyatura) de esta consigna. Fue cuando asistí a unas charlas sobre filosofía y no sé qué tontería dije sobre entender la comunicación y mi vecino de silla me arrojó un: “Tal vez vos creés que hablás un lenguaje, tendrías que pensar si hablás un lenguaje o si sos hablada por ese lenguaje”. La profesora explicó un poco la cuestión y me cayeron algunas “fichas” en mi cerebro. ¡Ah! Lo que me había deslumbrado como original se debía a… ¡no importa! La cuestión es: si estoy hablando o escribiendo ¿cómo estoy siendo hablada por mi lenguaje?

En un ataque revisionista de mis post hago un inventario al vuelo y me sorprendo demasiado quejosa. “¡EHA! También criticona de acciones de terceros, echa culpa a terceros (defecto argentino si le hacemos caso al gran TATO BORES en su monólogo “la culpa la tiene el otro”) ¿Sí? ¡Sí!

Entonces ¿cuánto de lo observado y criticado hay en mí? ¡Puaj! Este espejo se está poniendo pesado. Ya no se trata de mirar la luna en el charco, porque ni siquiera da para mirar el sol cuando me libero de la caverna. ¿Me libero? ¿That is the question? (No empecemos con inglés y la tilinguería intelectualoide para evadir el bulto).

El espejo está allí y no se trata solo de un rostro, de este ser hablada por mi lenguaje, también se trata de eso que releí: "Uno acepta lo que va descubriendo de sí mismo en las miradas de los demás, se va formando en la convivencia, se confunde con el que suponen los otros y actúa de acuerdo con lo que se espera de ese supuesto."

“Aquí estamos, entretanto. La vida no ha terminado, hay posibilidades para el olvido, podemos reconocer el olor del aire en las mañanas, podemos pasar revista a la jornada, adormecernos ignorando los antecedentes de cada recuerdo y sonreír cuando despertamos recién separados de la felicidad del absurdo.”

Estas no son mis palabras, son de otro ¿Me estoy convirtiendo en un loro? Pero ¿no es bueno pensar que las palabras del poeta están para el que las necesita?

Y en este instante se me descuelga una frase de una lejana compañera de taller sobre la negación de la palabra y del cuerpo en el reconocimiento que hacen los otros de nosotros.

Y así, sin darme cuenta, trato de ponerme hoy una curita en el alma. Hoy no fue un gran día ¿mañana? No sé, lo malo es que me estoy olvidando de esas frases breves que tanto me repito ¡Disfruta el día! ¿Por qué? Porque mañana no se sabe…

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Han pasado cinco meses, no sé si es por lo que me pasó en el día, por todo o por nada, simplemente recordé una vez más al profesor Carlos Fuentealba.

18.9.07

El Encuentro

Una mujer caminaba bajo la lluvia con su paraguas, el encuentro la había sacudido. Recordó que esa tarde había leído:

El hombre camina días entre los árboles y las piedras. Raramente el ojo se detiene en una cosa, y es cuando la ha reconocido como el signo de otra.

Entonces se dijo “¡Ja! Homo sapiens, homo economicus, homo que ríe, homo civicus, homo… ¿semiótico? Y siguió:

El ojo no ve cosas sino figuras de cosas que significan otras cosas.

Fue en ese preciso instante que reconoció que no era barro lo que estaba por pisar en el pavimento de la calle, sino mierda de perro. Entre dientes masculló:

-¡Qué asco! No solo la vereda, sino el borde de la calle, con esta lluvia y con esto de darle alimentos “x” a las mascotas. ¿Será para confundirlos con el color de la calle?

Evidentemente no daba para pensar que en esta remota ciudad se les ocurra un detalle como cuando se casó Diana y Carlos. Recordó el artículo del “gran” semiólogo donde comentaba que para evitar la desagradable visión de la bosta de los caballos, cuando se transmitió por TV la boda de los príncipes, se les dio un alimento especial para que se confundiera con el color del pavimento de la calle. Movió la cabeza y siguió hablando bajito como una aprendiz de loca:

- No. No creo que aquí, los dueños de las mascotas, se tomen el trabajo o la delicadeza de evitar esta desagradable visión de calles llenas de mierda para que no salgan en las fotos que sacan los turistas.

Metida en sus pensamientos irrelevantes de signos que representan otra cosa, la mujer reparó en cómo las calles de su barrio se habían transformado. Había muchos negocios, en casi todos había un guardia de seguridad privada, la policía andaba en moto, en autos pequeños, en bicicleta, a pie o en patrullero común.

Las viviendas tenían casi todas rejas en puertas y ventanas. A esa hora cuando pasaba frente a una puerta una fuerte luz se encendía iluminándola, en algunos lugares una cámara se movía vigilando sus pasos…

La gente transitaba alegremente, todos parecían acostumbrados a esos signos imperceptibles de lugar de seguridad impuesta.

Michael F saltó de su libro bisagra para recordarle el tránsito del suplicio como castigo a la figura del panóptico visualizado hasta llegar al panóptico incorporado.

- ¡Qué lo parió! Diría Mendieta, pero como no soy perro debería decir algo más inteligente - se dijo la mujer.

Entonces caminó mirando esos detalles que dicen no mirarse y los transformó en signos, pensó donde estaría el Gran Hermano, el de 1984, no la estupidez de la tele. Después de todo, el chiste estaba en que la gente tomaba aquello como natural, como parte de sus vidas.

Siguió caminando, pensando en el encuentro de esa tarde, en el cafecito compartido en un café frente a la plaza. Ese barrio que dicen que es tan lindo y que es de ella, pero ella siente que no es porque hasta el nombre le cambiaron. Se acordó de la charla como signo que representaba otra cosa. Para su interlocutor, tal vez, fue una despedida; para ella, un espejo. El mito de Narciso como fantasma, pero sin el enamoramiento de sí mismo. Solo la presencia de Eco recordando experiencias pasadas. Las palabras fueron “Tengo que quedarme con lo mejor de los tres años pasados allí.” (La mujer pensó: yo pasé siete en esa prisión de papeles, computadora y números ajenos). “La oficina ya no es lo mimo, te fuiste vos, se fueron los otros; el nuevo… Sabés que le dije que un boxeador profesional cuando pega en la calle a un no boxeador comete doble delito, porque abusa del golpeado. Le dije que así se había portado conmigo, si él había trabajo en recursos humanos, tenía la suficiente preparación como para tratarme diferente y no a los gritos. El colmo llegó cuando el chiquitín me dijo que le pagaban más que a mí y yo hacía su trabajo.”

Fue en ese momento en que ambos se rieron, ella le recordó que ese “psicopateo” era parte de una charla de manipulación que habían tenido cuando en el otro trabajo alguien lo molestó. Ella reconoció que el circunstancial alumno la había superado.

Ella lo siguió escuchando y sintió empatía que no llegó a catarsis, esas palabras no era esa entidad biplánica o psíquica que une dos términos: un concepto y una imagen acústica, eran un conglomerado de significaciones de siete años de su vida reflejados en lo que el joven le decía.

La mujer siguió caminando y sin darse cuenta ya no estaba en ese barrio que decían que era de ella, cruzó a otro donde las veredas seguían adornadas de excrementos de mascotas, de papeles, de baldosas flojas, de gente que hablaba diferente, deformando consonantes, de manera apretada, tanto que no se le entendía.

La mujer se dijo:

-No sé si hablo el discurso de esta ciudad, ya no sé qué discurso debo hablar, sigo pensando que los aires aquí nunca fueron muy buenos para mí, aunque debo reconocer que mis más grandes amores viven aquí.

Estaba anocheciendo, llovía, no tenía nubes para ver figuras de cosas que significan otras cosas. Cerró los ojos y vio una pequeña quinta que parecía un jardín, en un día de sol, bajo un cielo increíblemente azul.

12.9.07

Sobre tres 11 de septiembre

1. 11 de Septiembre

Las imágenes del derrumbe de las torres gemelas en N.Y., en el 2001, transmitidas en vivo y en directo y repetidas al infinito en decenas de millones de pantallas, diarios, revistas y sitios de Internet alrededor del mundo pusieron en evidencia la vulnerabilidad de Estados Unidos (eso si no aceptamos la versión de autoatentado). El repudio mundial frente a tamaña brutalidad fue casi unánime, pero la interpretación y la reacción ante lo sucedido tuvieron sus matices en el “Primer Mundo” así como en el “Otro” Mundo y eso, según lo explica Noam Chomsky, no puede pasar inadvertido. Chomsky, profesor estadounidense, miembro del MIT –uno de los intelectuales más lúcidos de la actualidad, analista minucioso de la realidad internacional- ha dicho “el mundo se ve muy distinto según si es usted quien sostiene el látigo o quien viene siendo azotado por él durante cientos de años. Muy distinto.”

En la conferencia “La nueva guerra contra el terrorismo”, Chomsky acusa a su propio país, EEUU, de ser el campeón mundial del terrorismo y rebate la idea de que el terror sea el arma de los pobres. Al contrario es “en primer lugar y por lejos el arma de los ricos” que atesoran para sí el monopolio de la violencia. ¿Acaso EEUU no fue terrorista en Nicaragua? ¿Acaso no apoya a países terroristas por excelencia como Turquía o Indonesia? ¿Acaso no respaldó a Saddam Hussein en su plan de aniquilación de los kurdos? Son preguntas que se plantea Chomsky.

Entender las causas de la tragedia del 11 de septiembre, definir lo que se entiende por terrorismo, ser conscientes del tipo de política exterior que ha llevado a cabo EEUU desde el fin de la 2ª guerra mundial, de los “genocidios silenciosos” avalados y muchas veces alentados por EEUU es una tarea intelectual que no puede dejar de hacerse. Sobre todo si existe un compromiso con la libertad, la justicia y los derechos humanos. Y por más que el panorama aparezca ensombrecido, el profesor ve una posibilidad; “es difícil encontrar muchos rayos de luz en las últimas semanas pero uno de ellos es que existe una apertura creciente”.

En la conferencia: “Soberanía y orden mundial”, en el ajedrez planetario posterior a la caída del muro de Berlín se enfrentan los “estados iluminados” comandados por EEUU, paladines de la globalización económica, fanáticos creyentes del dogma del fin de la historia y los “estados malvados”, opuestos a la exportación del modelo neoliberal y encarnación del Mal. En calidad de gendarmes de un modelo de libertad y justicia, los “estados iluminados” no durarán en combatir a los “estados malvados” aunque el costo sean soberanías vapuleadas, decenas de miles de muertos e independencias hechas trizas.

Y todo transcurre en una perversa prolongación ideológica en los años ’80. Margaret Tatcher con su doctrina TINA, There is No alternativa (no hay alternativa) es un ejemplo. Pero es falso que no la haya nos asegura Chomsky en “La conferencia de Alburquerque”. El orden mundial impuesto puede ser modificado simplemente porque la resultante de decisiones humanas tomadas en el seno de instituciones que pueden ser a su vez cambiadas y/o reemplazadas, como ya ha ocurrido varias veces en la historia de la humanidad. Es cuestión de tener claro cuán importante es que los países y sus ciudadanos tengan el control de sus propias vidas. Como primer paso en este sentido, habría que comenzar por reflexionar seriamente acerca de la afirmación de Proudhon: “la libertad es la madre, no la hija del orden”.

Extraído de:

El terror como política exterior de Estados Unidos.

Ed. Libros del Zorzal, 2001 Bs. As.

Se trata de tres conferencias dictadas por Chomsky

I. La Nueva Guerra contra el terrorismo (18/10/2001)

II. Soberanía y Orden Mundial (20/9/1999)

III. La Conferencia de Alburquerque (16/2/2000)

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2. 11 de Septiembre de 1973

Al otro lado de la cordillera.

Y un día nos despertamos sabiendo que al otro lado de la cordillera un gobierno elegido democráticamente cayó por acción de los militares y la CIA.

Y ese mismo día no supimos, hasta unos años más tarde, que se trataba de los cimientos de una estructura que nos enredaría a todos los latinoamericanos.

Y en el siglo siguiente:

Las heridas están abiertas.

Pablo, el poeta, partió poco tiempo después de la caída. Dijeron que murió de tristeza, dijeron que lo mataron como mataron a tantos otros allí y aquí, en mi tierra.

Y al otro lado de la cordillera como aquí: los bárbaros repitieron la “técnica” de callar a los que querían otro “orden”, porque el que debía imperar venía desde el norte, del mismo país en que luego se desgarran las vestiduras hablando de democracia, libertad, derechos humanos y en contra del terrorismo.

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3. 11 de Septiembre: día del maestro

Ayer salió un artículo en un diario de esta ciudad. Un colega se lo leyó a un grupo de alumnos. Cuando finalizó un par de alumnas se acordó de mí y me lo dijeron.

No estoy sola en el desánimo, el refrán dice “mal de muchos, consuelo de tontos”.

Mi colega, profesor de sociología, en el acto sobre el día del maestro, explicó a los alumnos (más o menos) lo siguiente: Nos llevó 150 años tener n nivel educativo que nos distinguía. Estamos en un proceso de 50 años de decadencia, tal vez necesitemos otros 150 años para recuperarnos. En una encuesta realizada el año pasado (por el mismo diario de la nota) el 65% de los docentes encuestados quería dejar de serlo. Cuando se les preguntó ¿qué trabajo elegiría? Contestaron CUALQUIERA. Es decir, con la pérdida de interés por ejercer esta profesión, por el lugar en que se ha colocado a los profesionales de la educación, por la remuneración de su trabajo habría que preguntarse ¿quién se va a ocupar de educar? Cuando falten los maestros entonces se va a notar el trabajo que hacían.

Recordé a Rochi, una de mis hijas, escribió un día “cuando no haya maestros, cuando se pierda la educación otra vez tendremos que aprender a usar el fuego”.

Después del acto y la explicación de mi colega, mucho más joven que yo por cierto, nos quedamos hablando.

Él me dijo “ingresaste a la docencia pensando que la educación podía modificar en algo al mundo, yo ni siquiera por eso, entré sabiendo que no puedo modificar nada.”

Sí – respondí- pertenezco a los ilusos de los ’70, aquellos loquitos que pensábamos que se podía cambiar al mundo, por eso quise ingresar en este trabajo. Sabía que me iban a pagar mal, pero no que mi trabajo iba a ser papel higiénico.

(No escribo el nombre de mi colega porque debería pedirle autorización e informarle que tengo un blog, como no quiero hacerlo, me queda el recurso de decir mi colega. Debo señalar que es un joven sabio, profesor universitario, modesto como pocos y reconocido hasta fuera de mi país.)

10.9.07

El mejor regalo

A mí no me gustaba festejar mi cumpleaños. Tenía un rollo con el recuerdo de mis padres que ya no están. En mi pueblo una alemana saludaba y entregaba regalos a sus amigos cuando cumplían años sus hijos. Ella decía que era por su valentía de criarlos bien.

Mi madre murió en el mismo mes de mi cumpleaños. Durante un tiempo me costó aceptar su muerte, no me daban ganas de festejar algo que se mezclaba con retorcidos recuerdos.

Después de un par de patatús y de tomar conciencia del absurdo de ser “seres para la muerte”, tal vez nuestra única certeza, cambié lentamente de opinión. Prefería que me recordaran de otra forma. Que el día de mi cumple y que el día de su cumple cada una de mis hijas diga “a mamá le gustaría que festejemos”.

Así decidí invitar a unos pocos amigos, a las amigas desde la tarde con un tesito, tortas, masitas raclette de chocolate y frutas, jugamos a la lotería (todo para recordar mis viejos tiempo de reuniones en familia) y a la noche seguimos raclette salada para los hombres que se incorporaron (algunos bajo protesta de no haber sido invitados al tesito), picada, raclette de chocolate para los que no habían estado a la tarde, tortas, cafecito y nos olvidamos de brindar por la vida (dos botellas de champagne en la heladera, imperdonable).

Mi hija Pau laburó muchísimo, se ocupó de las compras de ingredientes y bebidas, hizo panes de varios gustos, masitas de coco, pepitas, cortó toda la fruta, pico el chocolate, dispuso todos los ingredientes para la raclette, Maru vino temprano para ayudarme con los preparativos, compras de último momento y recibió a casi todo el mundo (tarea no menor, teniendo en cuenta que son dos pisos por escalera). Rochi se encargó de la torta, me da pena comer lo queda. Una hermosa lechuza anteojuda (recubriendo masa galesa). Celes ayudó en lo que pudo mientras se lo permitía el Gran Bombón… que estuvo a mi lado en el momento de apagar la velita.

Nos divertimos bastante, me encantó la comida. Las galletitas de coco son una perdición, me debo de haber comido la mitad.

La pasé muy bien, gracias a mis hijas, a mi santo marido, mi nieto y a todos mis amigos. El mejor regalo fue esta excusa para estar juntos. Sobre todo con mi hermana del alma Vivi, que ese día nos contó su última aventura policial. Cuando empezó a contarla, me sentí mal y me fui de su lado. Ella estaba con nosotros porque no había sido la mala hora. La asaltó un adolescente armado, de solo 17 años. Ella mantuvo la calma y le dio todo. Creo que por primera vez me di cuenta que Vivi era mortal. Al ratito volví y le di un abrazo con mis ojos llenos de lágrimas.

Cuando se fueron todos Víctor y yo hablamos del tema. A los dos nos había pegado fuerte.

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Ante la Ley

En estos días cierta información me llevan a pensar que: tanto la ley como su interpretación puede ser imperfecta por ser el hombre imperfecto

Hace más o menos un año discutí con una amiga y otras personas sobre la norma que impide fumar en lugares públicos en C.A.B.A. Ella estaba muy mal, supongo que por razones personales y esgrimía la cuestión de la libertad, su esposo dijo algo así como que se estaba recortando el poder de decisión, que para todo había una ley y bla, bla, bla.

Ganada por mi enojo antimarketing dije que la gente no era libre en la defensa del cigarrillo, que desde muy temprana edad había sido manipulada para tal decisión. Estaba incómoda, no podía entender como gente que se suponía con cierto grado de información (han terminado estudios universitarios – no me acostumbro a entender que eso no garantiza raciocinio alguno en terrenos emocionales) no pudieran entender que el humo del cigarrillo molesta a otros, que si se exigía lugares para fumadores ¿qué pasaba con los trabajadores? Entiendo perfectamente que los patrones acaten la orden por temor a las multas y, tal vez, por demandas de los trabajadores y presión de las ART, que en las circunstancias actuales (falta de trabajo) no se podía presionar a la gente para que trabaje en fumaderos y bla, bla, bla. Conclusión esa noche me dormí enojada.

El sábado pasado, mi amiga comentó que había ido a bailar a provincia. Una amiga de la milonga sacó el atado de cigarrillo y lo puso en la mesa. Ella le llamó la atención, por supuesto su interlocutora le respondió “estamos en provincia”. Unas horas después salió del salón de baile y volvió a ingresar, vio una nube de humo sobre la pista, sintió que tenía los ojos irritados. Cuando volvió a su casa la ropa olía a humo de cigarrillo concentrado y decidió que no iba a volver, que bien podía seguir yendo a bailar en las milongas de esta ciudad, saliendo a fumar solo dos cigarrillos y café al aire libre por noche. Entonces la miré y le dije: ¿Viste que no era tan difícil?

Lo lamentable es que la mayor parte de las veces las personas necesitamos de la “ley” para dejar de hacer algo que nos perjudica. Pero no siempre la ley es esto.

Hay una norma para que los chicos no carguen sus pesadas mochilas sobre las espaldas porque les perjudica la columna, pero hay chicos que arrastran pesados carritos cuando salen a cirujear.

Hay provincias donde las minas contaminan el agua con la excusa de que proporcionan trabajo y una ley las avala.

Hay provincias donde un intendente llama a un ex gobernador “sos un viejo mentiroso y ladrón” y, luego, agrega que lo denuncie a la justicia. El otro desconfía del resultado de tal presentación.

Hoy escuché en la radio que el estudio que defiende a Moreno, Picolotti y otros casos lastimosos de corrupción pertenece al procurador general de la nación, según parece E. Righi. Y ya hay casos de rechazo por falta de méritos.

El Procurador General de la Nación tiene su sede de actuación en la Procuración General de la Nación, donde colaboran con su gestión diversos magistrados en las funciones de dictaminar en los asuntos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuanto en los asuntos relativos al gobierno propiamente dicho del Ministerio Público Fiscal.

En la primera función, colaboran con el Procurador General de la Nación los Señores Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que son en la actualidad cuatro magistrados. En la segunda función, el Procurador General es auxiliado por los Señores Fiscales Generales de la Procuración General de la Nación, que son actualmente cinco magistrados.

El Procurador General de la Nación es el Doctor Esteban Righi, desde el mes de junio de 2004.

Los Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación son, por orden de antigüedad, los Dres. Luis Santiago Gonzalez Warcalde y Eduardo Ezequiel Casal.

Los Fiscales Generales de la Procuración General de la Nación son, por orden de antigüedad, los Dres. Marta Amelia Beiró, Carlos Ernst, Santiago A. Teruel y Ricardo Bausset.

Extraído de la página del Ministerio Público y Fiscal - Ley del Ministerio Público

¿Me pueden decir qué fiscal se va a enfrentar a su superior? (¡Je! Esta pregunta no es solo por ser una bruta desconfiada de la ley/justicia o lo que se le parezca)

Como vemos la interpretación de la ley puede ser muy personal, por otro lado, sabiendo que la costumbre es una de las fuentes del derecho diríamos HAY COSTUMBRES Y COSTUMBRES, nuestro país cada día se parece más al Cambalache de Discepolo ¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor! ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador!

Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...

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Y de andar enredando textos, lo mejor es recordarles un cuento de un maestro de las letras, traducido por otro maestro.

Ante la Ley de Franz Kafka

Versión de Jorge Luis Borges, 27 de mayo de 1938 en "El Hogar"
Borges en El Hogar 1935-1958: Jorge Luis Borges. Emece. Febrero del año 2000.


"Hay un guardián ante la Ley. A ese guardián llega un hombre de la campaña que pide ser admitido a la Ley. El guardián le responde que ese día no puede permitirle la entrada. El hombre reflexiona y pregunta si luego podrá entrar. 'Es posible', dice el guardián, 'pero no ahora'. Como la puerta de la Ley sigue abierta y el guardián está a un lado, el hombre se agacha para espiar. El guardián se ríe, y le dice: 'Fíjate bien: soy muy fuerte. Y soy el más subalterno de los guardianes. Adentro no hay una sala que no esté custodiada por su guardián, cada uno más fuerte que el anterior. Ya el tercero tiene un aspecto que yo mismo no puedo soportar'. El hombre no ha previsto esas trabas. Piensa que la Ley debe ser accesible en todo momento a todos los hombres, pero al fijarse en el guardián con su capa de piel, su gran nariz aguda y su larga y deshilachada barba de tártaro, resuelve que más vale esperar. El guardián le da un banco y lo deja sentarse junto a la puerta. Ahí, pasa los días y los años. Intenta muchas veces ser admitido y fatiga al guardián con sus peticiones. El guardián entabla con él diálogos limitados y lo interroga acerca de su hogar y de otros asuntos, pero de una manera impersonal, como de señor poderoso, y siempre acaba repitiendo que no puede pasar todavía. El hombre, que se había equipado de muchas cosas para su viaje, se va despojando de todas ellas para sobornar al guardián. Éste no las rehusa, pero declara: 'Acepto para que no te figures que has omitido algún empeño.' En los muchos años el hombre no le quita los ojos de encima al guardián. Se olvida de los otros y piensa que éste es la única traba que lo separa de la Ley. En los primeros años maldice a gritos su destino perverso; con la vejez, la maldición decae en rezongo. El hombre se vuelve infantil, y como en su vigilia de años ha llegado a reconocer las pulgas en la capa de piel, acaba por pedirles que lo socorran y que intercedan con el guardián. Al cabo se le nublan los ojos y no sabe si éstos lo engañan o si se ha obscurecido el mundo. Apenas si percibe en la sombra una claridad que fluye inmortalmente de la puerta de la Ley. Ya no le queda mucho que vivir. En su agonía los recuerdos forman una sola pregunta, que no ha propuesto aún al guardián. Como no puede incorporarse, tiene que llamarlo por señas. El guardián se agacha profundamente, pues la disparidad de las estaturas ha aumentado muchísimo. '¿Qué pretendes ahora?', dice el guardián; 'eres insaciable', 'Todos se esfuerzan por la Ley', dice el hombre. '¿Será posible que en los años que espero nadie ha querido entrar sino yo?' El guardián entiende que el hombre se está acabando, y tiene que gritarle para que le oiga: 'Nadie ha querido entrar por aquí, porque a tí solo estaba destinada esta puerta. Ahora voy a cerrarla'."

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Y el protagonista de El proceso dice que la mentira se ha erigido en orden universal.

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Que no destruyan nuestros bosques


¿Ya votaste para que no destruyan nuestros bosques?

¿Cómo estás?
Por favor, entrá a este sitio www.leydebosques.org.ar y participá.
Es para parar los desmontes en la Argentina. Es una campaña que están promoviendo organizaciones de todo el país. Quieren juntar un millón de firmas para que el Senado apruebe una ley de bosques que pare a las topadoras y establezca qué zonas tiene que ser protegidas.
Ya juntamos medio millón de firmas.
Vos también tenés que participar.
Copiá esta dirección en el explorador de Internet, poné tus datos y votá. http://www.leydebosques.org.ar/
Un abrazo,


Pensá que si todos los que ya participamos sumamos solo un voto, mañana habremos llegado al millón de votos.

Gracias por acompañarnos en esta campaña,

Greenpeace Argentina

No sé a cuanta gente llega este blog en mi país, pero si de alguna forma puedo colaborar con la campaña me sentiría conforme.

Me llegó este comunicado remitido por diferentes personas. Hoy a la mañana escuché en el programa de V. H. Morales a “los colgados de los árboles” (duermen en los árboles) para llamar la atención y tratar de que llegue esto al Congreso.

Supongo que hay demasiados intereses involucrados. El económico manipulado por quienes dicen que se necesita tierra para la soja. La soja es alimento, la soja procura ingresos… Sip! Pero reafirma la desigualdad. Quienes plantan no son las personas de menores recursos, la tierra se sigue acumulando en manos de pocos, la tierra se empobrece, para devolverle los nutrientes le agregan agroquímicos, algunas de las técnicas en el cultivo de la soja no son “santas” (detrás podemos encontrar a Monsanto y otros por el estilo). Tal vez los que más defienden los bosques son los que menos recursos tienen. Habría que ver qué pasa en Salta, pero creo que muchas provincias están involucradas en un feroz ataque al ecosistema.

Si pensás distinto, no votes. Si pensás que podés hacer algo, vota en la dirección. Si pensás a favor de la Soja y en contra del desmonte, buscá información. Tengo un sobrino agrónomo, no está involucrado económicamente con grupo alguno y me informó de las investigaciones en la Universidad de B.B. y sobre los errores que se comenten en los cultivos en terrenos que no estaban preparados para ello.

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7.9.07

De Miriam y otros fantasmas

Ayer me acordé de Miriam, un personaje de una novela de Onetti. Tal vez la memoria tiene sus fantasmas que vienen a guiarme para escribir una nueva maraña de palabras que aclaren mis sentimientos.

Tal vez, como piensan muchas personas, la memoria no puede salvarme en la frase inicial, pero bastaría para devolverme la vida de una posible escritura o de una lectura traspapelada en la biblioteca de la facultad.

Tal vez pudiera luchar contra la tristeza de la canción que cantaba Miriam ¿era ella? No recuerdo exactamente el relato ¿lo hacia en francés? la vida breve (no sé escribir en francés). Justo tenía que acordarme de esa novela cuando quise reírme de mí, de usar la risa como herramienta para superar la humillación.

Miriam descripta con cara casi redonda, a veces empolvada con rubor, los mismos rasgos de la niñez a la vejez, la nariz corta de muñecota, la boca casi pequeña, sin cambios dramáticos, pero la carne mostrando las huellas en “líneas de expresión” (hoy, según las vendedoras de cremas) arrugas habrá escrito Onetti. (Y ya no sé si la descripción es la de Miriam o de mí) Ella con amplias caderas, sedienta de hombres, con el pelo teñido, con menos años que los míos y yo con mis canas, con mis mejillas que se empiezan a caer, con un único amor en la vida del que luego derivaron las hijas y mi nieto.

La vida breve, la novela donde la escritura era la salvación del personaje. Entonces me pienso escribiendo, para seguir como Sherezade, la pantalla está en blanco; el cursor, latiendo; el teclado, esperando; la representación por escrito del humor (he aquí un problema ¿el mal o buen humor?), digamos de la alegría de vivir, rebotando. La cuestión se trastoca porque siempre hay un músculo en mi cara que parece no funcionar con exactitud o a tiempo, entonces me dicen que soy amarga, aburrida o que nunca fui joven.

En resumidas cuentas, en algún lugar está escrito que nací un preciso día de septiembre un poquito antes de la mitad del siglo pasado, dicen que fui una niña a la que le dieron la posibilidad de vivir con perfil bajo, una entre 5 mil, entre millones o billones… y no sé si tengo o no que ver con Santa María, ciudad creada a orillas de un río, pero que no es Buenos Aires –donde transito como un dibujo que se diluye en un verso que se orienta hacia una alcantarilla con ecos de Alejandra.

Me impaciento y voy a la biblioteca, busco el libro de Onetti. Sí, se llama La vida breve, está la canción en francés, el personaje que quieren inventar personajes, Onetti mencionado en la novela, pero no es Onetti el autor (eso decía el ayudante de los prácticos en la facu). El libro está subrayado, tiene anotaciones y no recuerdo para qué las hice, seguro que era para algún test de lectura, tal vez para hacer algún trabajo práctico. Leo: "Uno acepta lo que va descubriendo de sí mismo en las miradas de los demás, se va formando en la convivencia, se confunde con el que suponen los otros y actúa de acuerdo con lo que se espera de ese supuesto."

Me doy cuenta que no es mío eso de "podrán dejar de leerme cuando quieran, pero nadie puede impedir que escriba. Releo esto y lo encuentro perfecto: puedo estar segura que no creerás que te escribo en serio."

Al final de un capítulo leo:

“Aquí estamos, entretanto. La vida no ha terminado, hay posibilidades para el olvido, podemos reconocer el olor del aire en las mañanas, podemos pasar revista a la jornada, adormecernos ignorando los antecedentes de cada recuerdo y sonreír cuando despertamos recién separados de la felicidad del absurdo.”

Y sí, en un día como hoy la memoria tiene sus fantasmas que vienen a guiarme para escribir una maraña de palabras que aclaran mis sentimientos.

5.9.07

De soles y sombras

Post data sobre lo escrito ayer:

Cuando ayer escribí que "me gustaría que se derrumbara el sistema político tradicional" ¡por favor! No vayan a pensar que me inclino por gobiernos de facto. Aclaré que cuando hubo "manipulite" en Italia se llamó de nuevo a elecciones. La diferencia era que había surgido nuevos partidos, nueva gente. Tal vez una nueva visión

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Visión es lo que me hace falta hoy. La bronca me encegueció, la presión me subió, me dolía la cabeza y me dieron ganas de mandar todo al diablo.

Cierta vez un alumno escribió en una hoja de evaluación "no hago la prueba porque sos una
puta".
Como soy una reprimida no le contesté ¿cómo te diste cuenta? Tenés razón, soy una puta barata que prostituye su trabajo en una escuela como esta con alumnos como vos.
Simplemente entregué la hoja en la rectoría y les dije que me quería ir.

En esos días había leído que un sofista le había dicho a Sócrates que él no amaba su trabajo. Todo porque Sócrates no cobraba por su trabajo enseñando filosofía. Sócrates respondió que él no se prostituía por lo que amaba.

Hoy es otro día en el que me planteo si no sería sano dejar de hacer algo donde el afecto se me escapa y muero lentamente. Ni siquiera puedo sentir odio hacia… Me veo como un puerco espín con las púas clavadas hacia adentro, siento que perdí algún tren, el instante preciso en que algo podía ser diferente.

Me digo que debe importarme lo que siento por mí, que si me miente, que si me manipulan, que todo el sistema está así, que no puedo cambiar ni un botón de lugar, que qué se yo, que sólo debo ocuparme de lo que puedo cambiar sin matarme y cuando estoy levantándome el ánimo se me cruza lo que cobro y en medio del embrollo me acuerdo de la charla de filosofía para la vida y la cuestión del humor, me acuerdo de Miriam (una prostituta en una novela de Onetti) y me largo a reír.

Es cierto, el tomarme a la chacota me puede salvar de esa humillación permanente de alumnos, padres, autoridades del colegio y las etc.

Pienso en la descripción de Miriam y tengo ganas de volver a leer esa parte del libro, esa descripción que refleja parte de lo que queda cuando el tiempo nos pasa por arriba y la forma como nos ven los demás.

Me pienso como parte de un texto, quito detalles, rebato incredulidades en medio de la exageración y no da para rebotar en la risa, pero pienso ¿puedo quedarme prisionera del absurdo que me rodea? ¿Es bueno sentir repugnancia, mirar lo que me parece un escándalo? ¿No es mejor largarme a reír y seguir bailando aún cuando la música o la letra del texto me gusten poco o nada?

Hay días en que sale el sol, otros están nublados como hoy. Hace un tiempo fui a un lugar donde nos daban recetas para los días de lluvia. Hoy necesito todas, pero me siento torpe para combinar los ingredientes.

Otro día contaré lo de la risa y la flexibilidad mental, digo, aunque el pesimismo me tienda la trampa de pensar que no soy más que una en 5.000, en varios millones o en billones. Digo otro día, tal vez para seguir con lo de la metáfora de Sherezade.

4.9.07

De manipulación a manipulite

No vale, yo lo dije primero…

Hoy me desperté pensando que en lugar de dar las noticias del zoológico humano (esta expresión se la robo a Mafalda) pensaba (es un oxímoron decir yo pienso) Esta bien no divago más en esta introducción, digo en lugar de las “malas” y repetidas “news”, que de tan repetidas dejan de ser nuevas ¿por qué no pasarán las buenas “news”? Esas sí que serían buenas noticias.

Medio dormida, visualicé la tapa verde de unos apuntes que leí por los ’70 donde estaba escrito “si un perro muerde a un hombre, no es noticia. Si un hombre muerde a un perro, eso sí es noticia”. ¿Cuándo será el día que la Magda deje de pelearse por una huelga – y se de cuenta que ella le resulta fácil vivir con lo que gana y a otros no? (sí, ya sé hay mucho chanta sindicalista metiendo la cola), ¿cuándo será el día en que el subte ande bien?, ¿cuándo se solucionará el problema del tren y más de 1 millón de personas puedan viajar un poco mejor?. Entonces Víctor Hugo dice “no pasemos más la noticia de que el subte no anda. Informemos cuando ande bien. Eso va a ser noticia.” (¡¡¡UPS!!! Podría estar comentando noticias o trabajando en la producción ¿por qué no estudié periodismo? Simple, porque no sirvo.)

Y después vino el reportaje al “perdedor, estafado, robado” o vaya uno a saber qué, candidato frustrado a gobernador de Córdoba. Y dijeron lo de la manipulación, V.H. lo repitió un candidato a presidente dijo lo de la manipulación en la información sobre los resultados y las etc., la gente llamaba por lo de la manipulación, lo de la estafa, lo del recuento de votos, lo de los votos anulados ¡uf!

Que conste “yo escribí un post sobre la manipulación de la información el 29/9/07

Pero… No nos engañemos, esto de decir que lo dije primero es una excusa para murmurar sobre el análisis de la manipulación que hace cierta gente. Reconozco que no hablo desde la nada, muchos maestros reflexionaron sobre el arte de manipular, leí por allí unas clases de A. López Quintás, en Aristóteles está eso de la retórica como el arte de persuadir y los sofistas, hace más de dos mil años, eran unos genios en el arte de la retórica, en el arte de manipular. Está ese viejo cuento de un maestro sofista que le enseña a un discípulo sin dinero. El discípulo promete pagar cuando gane el primer caso. El maestro lo instruye. Pasa el tiempo y el haragán no hace nada por tomar un caso. Enojado el maestro lo increpa, le dice que lo va a llevar ante los jueces. El alumno responde que nada puede hacer el maestro pues: si gana el discípulo, los jueces le habrán el beneficio de no pagar; si pierde, el había prometido pagar si ganaba, por lo tanto, tampoco tiene que pagar. O sea, en algunos aspectos el hombre sigue igual o peor que hace 2.500 años.

Así que Señor Juez, no llore ni se abata, frente a su “catarsis” (palabra usada por V.H.) se me cruza un dicho y me planteo la cuestión creerle siendo usted arte y parte de lo mismo que juzga.

¿Cómo puedo creerle a Juez o a Schiaretti? (Los dos se dicen justicialistas)

Ayer un taximetrero me dijo: cada nuevo gobierno es peor que el anterior. Leí que Fito en el blog de Paula dice que no cree en nadie, Pau preguntó ¿Quién cree en los políticos? Nadie le contestó.

Tal vez, tal vez no tienen razón, debe ser porque en el fondo espero puerilmente que alguna vez haya alguien suficientemente bueno como para votarlo.

¿Manipulamos? ellos sí que manipulan y todos los sufrimos ¿y si la esperanza fuera un manipulite? ¿Vendrá de Santa Fe? No sé si es santa, pero me gustaría tenerle al gobernador electo de esa provincia un poco de fe.

"Mani Pulite poteva essere una rivoluzione pacifica, una semplice disinfestazione da espletare con tutti i crismi della legalità. Purtroppo nessuno si mosse perché il malaffare andava bene a tutti: a tutti coloro, voglio dire, politici e no, che vi erano implicati e che trovavano più comodo condividerne gli utili che assumere i rischi di una denunzia".

Indro Montanelli
24 luglio 1993

Alguien dijo cuando renunció Alvarez a la vicepresidencia “este puede ser el comienzo del manipulite en la Argentina”.

¿Qué fue el manipulite?

Cayó un gobierno. Se disolvieron los dos partidos políticos principales, la Democracia Cristiana y el Socialismo, y hubo que llamar a elecciones de vuelta. Ningún radical y ningún justicialista puede coincidir con esta afirmación; es decir, a ninguno de los dos partidos le gustaría el derrumbe del sistema político tradicional. Pero estaría bueno, en Italia surgió un polo de centro-derecha con Berlusconi (¿aquí sería Macri o los de siempre?) y el del Olivo hacia el centro izquierda (¿aquí a quién ponemos? ¿A la gente que de Santa Fe?)

A mí me gustaría que se derrumbara el sistema tradicional y se armara un sistema de partidos nuevos, pero tal vez para eso es necesario una Argentina nueva, con argentinos que no sean el anagrama de su gentilicio.

2.9.07

Algo llamado marketing

Rodolfo Barros escribió un libro que se llama La marca y el deseo, con el subtítulo “Manual para no caer en las trampas del martketing”. Y con su producto (hábilmente promocionado por las reglas del marketing) nos habla de las trampas en que podemos caer cotidianamente y da una serie de recetas. El inconveniente es que siempre hay algo nuevo.

Ayer (sábado) sacamos entradas para ir al cine hoy (domingo). Con la PROMO de: “más $ 1,25 usted tendrá un paquete (minúsculo, por cierto) de pochoclos”. Pregunto ¿cuándo se supone que uno va a consumir esos maíces inflados? Quiero creer que si uno compra una promo de entradas de cine más $1,25 una bolsita de pochoclos, piensan comer esos benditos maicitos mientras miran la película, tal como las nuevas normas en el cine nos invitan a consumir.

Hete aquí que los vales son para el día en que uno compra las entradas. Nadie te avisa nada verbalmente, en la letra chiquita te enterás que la promo es para el día de compra. Si como un colgado/a vas ese día y pedís los pochoclos la niña que atiende te dice: “La promo es sólo válida para el día de la compra de la entrada. En el vale lo dice. Yo no puedo entregárselo. ” Uno sabe que estas “niñas” son solo una barrera de contención para espermatozoides ancianas como yo. Por deporte, por lo de las trampas del marketing y todas esas tonterías pedimos por un supervisor. El muchachito está muy ocupado y no puede venir. Entonces entrás a ver la película, pero a la salida mis ganas de romper la paciencia a alguien me llevan a la supervisora. Una jovencita de esas que se ponen la “camiseta de la empresa”, en este caso Cinemark, y te contesta en un tono entre prepotente y sobrador. Me dice por allí “¿Va a hablar usted o le puedo explicar?”

A lo cual respondo “Sé que no me vas a solucionar nada. Sólo espero que no le hagan lo mismo a otro tonto/tonta como yo. ¿Para qué me venden una promo para el día siguiente, si el día siguiente no puedo utilizarla? Nadie me avisó de esto. Evidentemente es una de las tantas trampas de marketing”.

Para esto la niña supervisora (“barrera de contención espermatozoica”, para decirlo finamente como diría la Chona) agrega: Mire señora, nosotros atendemos unas CINCO MIL PERSONAS POR DIA y se nos puede pasar en el apuro. (¡Aj! Soy un espermatozoide completo, para esta barrera de contención espermatozoica) Sigo en mi tono tranqui, y agrego: Yo sé que no tenés ningún poder de decisión, solamente respresentás un lugar en este trabajo, pero por lo menos me gustaría que llegue la queja para los genios de marketing del cine y que “con – las – ventas – anticipadas- no pongan estas ridículas promociones.” Así escribí mi queja en un libro que usaran de papel higiénico.

En resumidas cuentas: hasta en una minúscula entra de cine HAY QUE LEER LA LETRA CHICA.

En el vale de los pochoclos dice muy chiquito “Canjear este vale en el Snack de Cinemark. Oferta valida unicamente para: 01/09/07” [un poco más grande] Cred/tar $1.25. [de nuevo con letra chiquita] Estimado Cliente: Ud. Tiene el derecho y obligación de retirar por nuestro Snack el ticket fiscal correspondiente al producto promocional que acaba de abonar. De no hacerlo así, se arriesga a ser sancionado por la autoridad tributaria Ley 24.765(sic)