29.12.07

Pilar Bauzá Moreno

Hasta el día de la noticia del secuestro ¿cuántos sabíamos del trabajo de Pilar Bauzá Moreno? Supongo que muy pocos. Desde mi lugar sabía que existía una ONG llamada Médicos sin fronteras, un par de médicos argentinos habían salvado sus vidas porque alguien mencionó a Maradona y los guerrilleros los dejaron libres, pero nada sabía de la existencia de Pilar. En los diarios hoy se habla de Pilar y me encuentro con el apellido Bauzá o Bouza (el error en el nombre marca desconocimiento), lo cierto es que esta joven es un ejemplo de lo que es DAR o, más aún, DARSE. Lástima que la conozcamos ahora porque fue secuestrada y no por su trabajo.

En mi esquema de valores, cuando los que sufren males son adultos me resulta tolerable, pero cuando se trata de niños entro en cortocircuito. Si los adultos han decidido agredirse, maltratarse, torturarse, matarse o ejecutar cualquier otro género de maldades hacia otro adulto, puedo llegar a pensar que el adulto agredido puede llegar a defenderse (aún cuando sea una lucha desigual).

Pensar en los niños que vienen al mundo y son condenados a la “barbarie”, al padecimiento del hambre, las enfermedades, los golpes, las mutilaciones… creo que es una de las bajezas más grande de los humanos.

Pilar no se quedó en el pensar, en el mirar, en el afuera de esas circunstancias, enfrentó la situación por amor al “Otro”, esos "otros" que bien podrían ser los "locos bajitos" (digo amor porque no se me ocurre otro motivo para tamaña decisión).

Se me ocurre pensar en todos esos países con estados fallidos donde la anarquía, la violencia, la injusticia impera sin respetar en lo más mínimo la continuidad de la vida.

Dicen que Somalia vive en el desorden institucional desde hace más de una década, hay lugares en que las autoridades centrales son totalmente desconocidas, los niños son reclutados desde muy temprana edad para unos u otros bandos, cargan a sus espaldas armas y muertes en lugar de jugar y aprender a armar sus vidas. Casi todos los países estratégicos de África y Asia han sufrido y sufren la influencia de potencias interesadas en recursos naturales como el petróleo, potencias que esgrimen el respeto de la libertad, de los derechos humanos y a la hora de los “pasteles” no dejan ni las migas en los países expoliados. En estos lugares es donde los “señores de la guerra” hacen sus negocios.

Noam Chomsky, a propósito de las nuevas guerras (o atropellos) llevados a cabo por EEUU, escribió: “no hablamos de cosas que ocurren en Marte, o atropellos perpetrados por Atila, sino de fuerzas que están, en principio, bajo nuestro control, si queremos controlarlas. (…) El pasado no puede arreglarse, pero por lo menos podemos enfrentar el presente. Podemos elegir mirarlo con honestidad, para aprender lecciones a partir de él, y utilizarlas para influir en el futuro.”

No sé si podemos controlar estas fuerzas que actúan movidas por hilos de grandes potencias, pero hay gente que sí cree poder hacer algo. Gente como Pilar, la joven enfermera que no se preguntó esto o aquello, simplemente fue a Somalia para enfrentar el presente, mirarlo con honestidad para aprender e influir en el futuro de una humanidad mejor.

25.12.07

El mejor regalo II

Dicen que hay una tribu que dilapida todo en un momento de sus vidas, que los ahorros los gastan sin freno, que lo dan todo a los demás. No sé si nosotros tenemos algo de esta costumbre, pero en Navidad nos da la fiebre de regalar a nuestros seres queridos. Esta vez fue una guasada. Éramos siete matrimonios (cuatro de mis hijas, mis consuegros y otro hijo + el mío, por supuesto) casi todos compramos regalos para los demás, o sea: cada uno recibió por lo menos cuatro o cinco regalos, otros recibieron doble y triple por cada uno y además, se sumaron los regalos enviados a casa por otras personas.

Las cosas no empezaron tan bien. Nico (mi nieto) empezó a gritar y a llorar. No había forma de calmarlo hasta que llegó la abu Mónica y se lo llevó a caminar y llegaron Sebastián y Lorena con sus dos niños. Nico se tranquilizó y las cosas siguieron en paz. La mesa rebasaba de comida que habíamos preparado por separado, pensé en las calorías, en la gastritis y me excedí un poquitín, nada más.

Antes de las doce subieron a la terraza para ver algo de los fuegos artificiales. Nada especial, sólo se trató de lo que arrojaba cada vecino libremente. Mientras tanto movilizamos los casi cien paquetes alrededor del árbol entre cuatro o cinco personas. Cuando llegué a la terraza Augusto (hijo de Sebastián y Lore) vio como entraba papá Noel a la casa de al lado.

De repente vimos asomarse al Papá Noel sobre la medianera para alegría de todos que nos dijo que seguro los regalos estaban en el árbol.

Cuando bajamos los chicos no podían salir de su sorpresa. Repartición de regalos, sonrisas, mirar la cara de felicidad de todos y llegó el momento del brindis.

Rochi sentada atrás de su marido nos dijo todos:

“quiero decirles que el año que viene va a haber un nuevo integrante en la familia”

Ahícito no más me largué a llorar y la abracé. Le dije que durante dos oportunidades le había estado por decir “hice la comida que me pediste, no vaya a ser que la niña venga con antojo.” Me callé porque la decisión de un hijo es muy personal y no me gusta ni insinuar algo distinto a lo que pueden pensar o hacer cada quien.

Se multiplicaron los abrazos, las sonrisas y mis lágrimas. Nos abrazamos con Mónica y nos dijimos “vamos a ser de nuevo abuelas”.

Recibí muchos regalos, muy lindos, todos comprados con amor, pero ninguno es tan bello como la noticia de prolongar, una vez más, nuestro estar en la vida por Rochi y Mau.

24.12.07

A propósito de algunas frases…

“He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la inmensidad de todo lo que existe” dijo o escribió el filósofo.

(Me pregunto: ¿bastará el balcón de mi casa compartida para tener semejante experiencia?)

“Si viajó y no modificó su forma de ser; no viajó, se traslado.”

(¿De qué viaje me estaría hablando el hombre que me dijo estas palabras? Èl era incapaz de salir de su rutina y bastante cerrado hacia la comprensión del “Otro”)

“A ese colegio (Nacional Buenos Aires) muchos lo usaron para hacer su experiencia del discurso de izquierda.”

(En realidad también el de derecha, tal vez porque estamos tan acostumbrados a la derecha que para muchos "la derecha" es el discurso legítimo. No me atreví a aclararle que de allí, por ejemplo, había salido Martínez de Oz, el horripilante ministro de economía de la última dictadura militar en Argentina. El hablante estaba de visita en nuestra casa, me pareció descortés o tal vez fue una de esas maldades de enroscada que soy, no más. Quedáte con esa forma de pensar si te apetece, tal vez algún día aterrices estimado viejito cabezudo.)

“No me pidan que sea objetivo, soy un sujeto” leí en un texto hace muchos años, creo que del mismo filósofo autor de la primera frase.

(Un amigo se salía de las casillas cuando la citaba, él insistía en que con ciertas herramientas lógicas uno podía ser “objetivo”. Yo agregaba: “supongo que uno tiene las herramientas para acomodar eso que vemos y juzgar de acuerdo a nuestros patrones para relacionarnos con el mundo.” Realmente mi comportamiento era odioso para un ingeniero.)

Una anda por la vida y se le pegan frases que repite, que recuerda y atesora como marcas que le indican el camino.

Y no sé quien programó mi computadora cerebral, pero una frase que trato de llevar a la práctica es:

“No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a vos.”

Así, cuando tengo ganas de hacer alguna “maldad” a alguien me pro –yecto, me desdoblo como si el “Otro” fuera mi imagen en el espejo y trato de pensar que la vida se encargue de lo bueno o malo del otro, pero… más de una vez, por lo menos trato de que se perciba mi silencio, mi indiferencia, el abandono del otro como si no existiera, como si estuviera muerto –como para que se cuenta de lo “buenita” que soy y me odie más.

Me gustaría llevar a buen término cierto consejo de Indra Devi, “el desapego es la fuente de toda satisfacción profunda.” De este modo, tal vez entienda esa frase sobre la muerte “para qué preocuparnos por ella, cuando estamos ella no está. Cuando ella está, nosotros no estamos.”

Así que, siguiendo lo que nos dijo una profesora de semiótica, somos como un coro polifónico que al hablar lo hacemos con todas las voces de los que nos antecedieron, de los que nos enseñaron a ser como somos.”

23.12.07

Desde este lugar del mundo

Les deseo

PAZ

AMOR

SALUD

AMIGOS

ALEGRÍA

TRABAJO

FELICIDAD

ESPERANZA Y OPTIMISMO

PARA UN FUTURO MEJOR

Con muchísimo cariño

Amalia

Diciembre 2007

A quienes dejan algún comentario, a quienes no lo dejan, a quienes aparecen registrados en el contador como ubicados en algún lugar de Argentina, Chile, Colombia, España,México, Estados Unidos y vaya uno a saber qué encuentran en los mensajes de mi botella al mar de una línea que, según dicen, está ubicada en el sur.

10.12.07

Esos bellos momentos II

Domingo, nos levantamos bastante temprano (a pesar de la trasnochada). Nos acostamos después de las cuatro de la mañana. Salimos a caminar y visitamos a unos amigos. Volvimos para almorzar y en ese momento llamó mi “hija mamá”, me preguntó ¿Tienen algo que hacer a la tarde? Como esa pregunta significa ¿pueden cuidar a Nico? Dije “Vamos a estar en casa, no tenemos nada previsto” (El día que puedo tener a Nico en casa no es para andar rechazando, así porque sí y nada más).

Nico vino con compañía, la mamá que tenía que estudiar, pero que a la vez no quiere estar lejos del niño y no estudiaba. Entonces decidí que nos íbamos al supermercado a comprar algo para la cena, algunas cosillas para Navidad y medias para Nico. En eso llegó tía Pau. Nos fuimos el abu, Pau, Nico y yo de compras. Andábamos de aquí para allá haciendo tiempo y mirando lo caro que está todo, viendo qué le compraba a mi hermana, las medias de Nico era un lío encontrar la medida. Compramos poco y gastamos bastante.

Me sentía cansada -después de un día en traté de seguir moviendo mi cuerpo (un poco más de lo acostumbrado) + la dieta contra la molesta acidez estomacal que me tiene a maltraer- y me desparramé sobre un puf fiacoso. Frente a mí estaban mis dos hombres amados. El pequeñín le había pedido al abuelo que se sentara junto a él y le contara un cuento. Mi impaciente Nico daba vuelta las páginas y continuamente preguntaba algo así como: “¿Qué es qués?”, que equivale a “esto ¿qué es?”. El abu contestaba y describía los dibujos. Los ojos de Nico iban del abu al cuento, del cuento al abu. El cuento se terminó, se bajo del sillón y salió corriendo para ponerse a jugar. Nico tiene muchos juguetes, cuando llega a casa parece que no quiere dejar nada de lado y va de uno a otro, pero su juguete preferido es la pelota (debería aclarar que de diferentes tamaños, colores y materiales en casa tiene como 10) y en el living las tira contra las paredes y los muebles. Ya saqué todo lo rompible de su alcance, lo único que me queda es esperar que no se lleve los muebles o la pared por delante como lo hizo hoy en la calle. Se largo a correr, se distrajo, miró para atrás y se dio la cabeza contra una pared, en la frente le quedó un hermoso chichón para su colección de la semana. Poco tiempo después seguía como un ventarrón de un lado para él otro.

Cenamos y como estaba la mamá hizo más lío que el acostumbrado. Cuando la mamá dijo que se iba empezó a sentirse molesto.

Una vez más se quedó a dormir en casa, pero esta vez extrañó a su mamá y tardó en dormirse. Lloró un poquito. El abu y yo discutimos (creo que más que por nuestras hijas) acerca de lo que se debe o no hacer frente a la conducta de Nico. Finalmente lo levanté y me fui con él a living y me pidió que prendiera la compu. Le mostré un jueguito y a los cinco minutos le dije “la compu se tiene que ir a dormir”. La apagué y buscamos un cuento. Se calmó y luego de algunas vueltas se quedó dormido junto al abu.

Nada extraordinario ha ocurrido este domingo, pero siento que la vida es generosa conmigo, me da la posibilidad de disfrutar de pequeños momentos como los de hoy. Y sigo así, a pesar de mi dieta harto rigurosa + no probar nada de gaseosas, ni de sodas, ni de alcohol, de las pastillas contra la acidez que me pasó Pau (Gracias a Sir W2), brindando por la vida como lo hicimos ayer con algunos de nuestros amigos.

Buenos Momentos I

Mes de balance.

En otros países, las empresas no cierran el balance de ejercicio contable el 31 de diciembre, lo hacen en mayo o junio. Aquí las más prolijitas lo van preparando durante el último mes del año; otras dejan que eso se diluya entre los meses de enero, febrero y marzo, donde la actividad es menor. Obligadas a presentar las formalidades del debe haber y no hay lo “dibujado”(1) los papeles llaman a asambleas entre marzo y abril para respetar los plazos que marca la ley. Aunque sé de casos que demoraron tanto sus balances que debieron enfrentar algunos tirones de orejas.

Así como las empresas, más allá de lo consciente algo nos suele suceder a ciertos ejemplares que estuvimos en el zoo oficinesco y llegado este mes empezamos con los cálculos (aunque no usemos moneda de cuenta para sumar Activos y Pasivos o aplicar la ecuación simple de: Activo – Pasivo = Patrimonio Neto).

En una sociedad materialista suele medirse todo resultado en función del dinero, de bienes, de ascensos en el trabajo. Pero hay otros que empiezan a mirar el año transcurrido de otra manera. En el Cuadro de Pérdidas y Ganancias los beneficios y las pérdidas se miden en afecto, en salud, en amigos, en buenos momentos, en un trabajo que nos da la satisfacción de saber que hacemos algo por nuestros semejantes…

Así, el sábado por la noche nos juntamos seis amigos a despedir el año, mi amiga Estela (que estuvo casi un mes sin poder ver y se pegó el gran julepazo, persona que gusta de darle una mano a quien se le ponga delante, docente que va a responder a sus alumnos más allá de lo mucho o poco que le paguen –siempre y cuando muestren interés por aprender) cuando brindamos dijo: “brindemos porque este fue un buen año, ninguno de nosotros puede decir que les fue mal”. Ante tal afirmación alguien dijo “tenés razón” y chocamos nuestros vasos haciendo ¡chin! ¡chin! Nuestro deseo es que el próximo año por lo menos siga igual.

Después de la cena (que fue en mi casa y cociné yo) íbamos a salir a tomar un café por alguno de los mononos cafés del barrio, pero nos fuimos quedando, vimos Vitus (en DVD), tomaron cafecitos y de repente nos dimos cuenta que eran las 3,30 del domingo.

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(1) Al escribir dibujar no me estoy haciendo la experta usando la jerga de los contables (pues no lo soy), es un término aceptado. (¿Aclarao?)
dibujar tr. Componer las cifras de un balance, prsupuesto o medición estadística con el fin de tornarlas aceptables.Del Diccionario del habla de los Argentinos.
Academia Argentina de Letras. Buenos Aires. Ed. Planeta. 2003

7.12.07

Me limaste el cerebro

Una alumna sentada en el piso, otra acostada a lado charlan en el patio del colegio mientras se les acerca una profe. Se saludan, una de ellas (R) le dice:

- Ayer estaba leyendo un libro y me acordé de vos, de lo que nos enseñaste.

- Mire, yo estoy tranquila. Me lleve dos materias nada más –dijo (G). Me puse a mirar la tele y de repente empecé a pensar ¿por qué pusieron eso?, ¿qué nos están queriendo decir?, ¿qué querrán que hagamos?, ¿son signos o símbolos? Así no se puede. Me limaste el cerebro.

- Así está bien -responde la profe casi orgullosa- Deben sospechar de lo que le dicen y no entender literalmente. No hay que ser como títeres. Ustedes tienen que aprender a manejar sus propios hilos.

- Pero así no puedo disfrutar de la ver la tele. Me limaste el cerebro

- Pensá, justamente utilicé parte de la técnica de comunicación de la publicidad y de la tele. Explicación breve que se repite una y otra vez, como los avisos. Hice avisos con los contenidos del programa. Si pasó eso con la materia que no te gusta y vos sabías que lo estaba haciendo ¿no te va a pasa con lo que aparece en la tele?

- Creo que mejor es no saber nada de eso, es demasiado pesado, no me hace feliz –dijo R.

- No, no. Nada de eso. Saber no tiene porque hacerte infeliz. No querer saber es conformismo. Hay que aprender a ser consciente sin preocuparse… -agregó la profe y se guardó de aclarar: el conformismo es una mentira, en alguna parte de nuestra cabezota sabemos lo que no está bien y cuando nos damos cuenta: duele, lástima, se dispara para cualquier lado. Pensó ¡pobres! Ya están de vacaciones, mejor dejarlas en su inocencia. Tarde o temprano van a aterrizar, espero que no lo hagan mal.

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4.12.07

Fútbol – futbol- football - fútbol – futbol- football - fútbol – futbol- football- fútbol –

La semana pasada presté atención al fútbol [*] (o futbol o football la ortografía todavía no está fija a pesar de lo que diga el DRAE) porque dos equipos (quizás debiera decir tres) sin grandes figuras, sin grandes movimientos de dinero, lograron figurar en las primeras páginas de los diarios, estuvieron en los noticieros y los comentarios de los apasionados del deporte del “balón pie” (como decían cuando yo era niña).

Arsenal, con esa camiseta que mezcla los colores de dos equipos más que rivales (rivalidad más que inútil diría yo, que alguna vez fui de Independiente y me casé con un hincha de Racing), decía este equipo de camiseta roji-celeste como síntesis de los dos grandes equipos vecinos (que hoy están de capa caída en la tabla de posición y con deudas hasta la cabeza), llegó a la final del campeonato Sudamericano y ya ganó en México uno de los dos partidos.

Su director técnico Alfaro, dijo "UN EXITO NO MODIFICARA NUESTRA ESENCIA, PERO QUEREMOS GANAR LA FINAL".

En un reportaje explicó su estrategia para motivar a los jugadores:

"Cuando termina el calentamiento, los jugadores se juntan, el capitán habla y rescata algo. El otro día, antes del partido con River, les pedí que miraran un televisor que había dentro del vestuario. Les pasamos imágenes de ellos, de sus hijos, sus esposas, sus novias y sus padres, mezcladas con River. Y les hicimos entender que el amor de nuestras familias es muy superior a sesenta mil personas gritando en nuestra contra en cualquier cancha. Porque cuando tenemos el apoyo de los que nos quieren en serio, no hay rival que nos pueda vencer".

Y le preguntaron al DT si pensaba que el equipo era el mejor, él respondió:

-No sé si es de los mejores, pero sabe lo que tiene que hacer y ser práctico. Este equipo está en un tercer nivel de presupuesto, no tiene grandes figuras. No tenemos a Ortega, Verón o Riquelme. El año pasado se trajeron 13 jugadores, se fueron 11, este año llegaron 12. Sin embargo, nos encontramos ante la chance de dejar de ser el Arsenal de Sarandí para ser el Arsenal de Argentina. Y eso es motivo de orgullo.

Por otra parte, el campeonato argentino lo ganó por primera vez Lanús, otro equipo que no es de los considerados grandes. En las declaraciones de su presidente, de su DT y de los jugadores podemos encontrar algo semejante a lo que motiva a los jugadores de Arsenal. Gente que se apega al club, que juega por amor a la camiseta aunque no pierde de vista las posibilidades económicas, jugadores que se atreven a pararse frente a los grandes sin temor…

Y pensé en eso que me pidieron que escribiera sobre el trabajo en equipo, he aquí dos ejemplos de lo que puede un equipo más allá de las grandes individualidades y de los grandes presupuestos mezclados con el marketing (individual, del club y de las etc.). Sentí algo del olor de jugar por amor al club, por el deporte, eso que me decían hace un montón de años: “Hacélo por deporte” con el significado de hacer con desinterés y, en el medio, disfrutar del hacer.

Fue por eso que impregnada de ese clima, por primera, vez fui a un bar con mi maridito a ver un fútbol. Estábamos en Miramar y fuimos a ver el 2º tiempo de Boca – Lanús. Por supuesto, con nuestras mejores ondas para Lanús.

Lanús fue el primer lugar que visité cuando vine para estos pagos (a mis 9 años y a mis 19). Luego viví en el partido de Lanús un par de años (en Remedio de Escalada). Y no grité los goles, ni nada por el estilo porque había mucha gente de Boca en el bar, aunque algunos eran de River y querían que ganara Lanús.

Vino a mi memoria el comienzo de un libro de economía, el profesor explicaba ciertas reglas de la disciplina a partir de las normas de juego del fútbol. Entonces sentí ganas de ver a mi país siguiendo el ejemplo de Arsenal, Lanús, Tigre y hasta de Argentinos Juniors. Clubes que: sin ser los más grandes, sin individualidades, sin grandes presupuestos pueden hacer lo mejor en lo suyo.

Espero sinceramente que estos clubes no se infecten del virus que nos suele atacar a los argentinos, una vez alcanzada cierta meta aparecen los individualismos y se pierde mucho más de lo que se supo ganar.

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[*] En mi adolescencia me gustaba el fútbol, escuchaba los partidos por radio con mi papá, participaba de pollas de fútbol entre gente conocida y hasta jugué en una cancha grande y reglamentaria para juntar dinero para mis compañeros. Me dejó de gustar el fútbol cuando se convirtió en “pan y circo” + marketing2. Los jugadores no juegan para un equipo, juegan para que su camiseta se vea y luego se venden al mejor postor.

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