30.11.07

Mi ciudad...

En una canción escuché que hacemos propio lo que amamos, así llamamos mi perro a ese que es callejero y no tiene dueño.

De ese modo, así, sin pensarlo escribí “mi ciudad” y no me referí al pueblo donde nací sino a esta en que estoy viviendo. Esta que de a poco se fue adueñando de mis días, tal vez porque le fui regalando mi tiempo. Aquí conocí al papá de mis hijas, Víctor, el santo varón con el que vivo desde hace más de 34 años.

No es Baires la mejor ciudad del mundo, tampoco la peor. Amo los afectos que supe conseguir, los que me conquistaron, lo que aprendí, lo que vi, lo que fui creciendo y haciéndome una e irrepetible. Esta ciudad en que empecé a prestar atención a los tilos, tiene muchos defectos, pero si buscamos también podemos encontrar lo bueno. Esta ciudad es mi ciudad, aún cuando siempre me gustó vivir en una casita con jardín y huerta en un lugar tranquilo.

Alguien me enseñó una vez que los edificios (a los que yo llamaba colmena) era la suma de muchas horas de trabajo de hombres que también tenían sueños.

Y sí Pau… leíste bien, escribí “mi” ciudad sin querer y cuando releí lo escrito decidí que está bien que así fuera.

Un cuento que se repite

Los que me conocen me habrán escuchado más de una vez despotricar contra mi profesión, contra los padres que vienen a increparme, los directivos que me exigen y alumnos molestosos. Sin ir más lejos este año escribí más de un post cargado de lamentos y bronca + el deseo de jubilarme ¡YA!

Y llegando a esta etapa del año, como un cuento que se repite desde hace casi 30 años, me suelo encontrar con algunas manifestaciones de afecto, de reconocimiento, muchos abrazos, algunas palabras que me reblandecen y vuelvo a creer que todavía puedo suponer que hago algo desde mi lugar.

Recibí el siguiente mail:

gracias Carioli... jajaja, quizás pudo haber estado mejor [1] xq solo lo hice para aprobar... y no creo q lea ese material próximamente pero valoro tu intención d enseñarme o por lo menos intentarlo... jajaja. y quien sabe quizás algún día me haga falta...

pero mas allá de eso quiero decirte q además d todo lo q el ultimo año de secundaria implica para una persona tan tontita d solo 18 años.. fue un gusto haberte tenido como profesora... en serio... y hay cosas q quedan marcadas x mucho tiempo...aunque no lo creas! jajaj valora esto! me cuesta mucho decirlo!!

Nos vemos esta noche... espero!

Sos mi actriz preferida. ¡Sabelo!

PD: jjaja me voy a odiar toda mi vida x decirte estas cosas y probablemente agrandarte el ego...jajaj me agarraste en un momento d debilidad...

Caro (*)

[1] Un informe que les pedí sobre la labor realizada en el año, de acuerdo con pautas teóricas vistas en clase.

(*) Una de esas alumnitas que hizo bastante para que me enojara, pero a ella no le di el gusto de una rabieta; terminó por enojarse ella y luego nos hicimos amigas. A Caro le cuesta ser demostrativa, leyó el discurso de despedida y lloró más que Magdalena.

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Después del acto fui a saludar a una mamá de un niño terrible que egresa este año. Me siento más que tranquila de haberle dado una mano al “grandote”, su mamá está muy enferma.

Me enteré allí que se quejó mucho de mí, pero al final no había otra como yo. Delante de una de las autoridades me agradeció y habló bien del trabajo de los “educadores” (Porque según sus palabras somos más que profesores, “educadores”.

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Un par de papás me contaron que habían aprendido junto con sus hijos algo de “antimarketing”.

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Y de aquí y allá, hace 30 años que me viene pasando más o menos lo mismo. Entonces ¿por qué algunas veces me engrano sin sentido? Después de todo, lo único que gano es perjudicar mi salud.

De todos modos, aún después de este resultado, sigo pensando en que está bien que vaya pensando en jubilarme.

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29.11.07

Con perfumes de tilos


No recuerdo cuando empecé a prestar atención a los árboles de tilo de mi ciudad. Es un árbol frondoso, de gran altura –algunos deben estar por los 8 a 10 metros-, con tronco recto y grueso de cuya base suelen brotar retoños, de corteza bastante lisa algo cenicienta, ramas flexibles, madera blanca y blanda; hojas acorazonadas, puntiagudas y los bordes como serrucho de dientes pequeños, flores de cinco pétalos, blanquecinas, pegaditas a hojas lisas y alargadas, olorosas y medicinales, y fruto redondo y velloso, del tamaño de una arveja (que suelo recolectar en esta época para hacer té).

Creo que dentro de las cosas buenas que ha hecho el jefe de gobierno saliente es el arreglo de algunas plazas y el plantar árboles (no sé si entre ellos hay nuevos tilos, espero que sí). Según sus palabras el gasto en el arreglo de los paseos no es superfluo. Quienes viven en departamentos pequeños y no tienen la posibilidad de salir de vacaciones o de irse a las casas de fin de semana puede ir a esos espacios verdes. Cierto es que la ciudad no tiene demasiados espacios verdes. Si comparamos a Baires con algunas ciudades del interior vemos que no tiene cada tantas manzanas una gran plaza con árboles y plantas donde poder pasar un rato agradable.

Volviendo a los tilos, los dos que están a unos treinta metros de donde vivo dan tanto perfume, en estos días, que invaden mi casa.

Dicen que el olfato llega a un punto que dejamos de individualizar los olores y suspendemos toda identificación para que nuestro cerebro se pueda dedicar a otro quehacer, espero que aunque no lo identifique el perfume sea tranquilizador, aunque de tanto en tanto me haga recordar al personaje de la novela El Perfume.

Hoy cuando volvía del colegio identifiqué algunos en el camino, cuando iba hacia la casa de mi nieto, me di cuenta que por allí también había tilos bastante altos, lamentablemente muy podados por culpa de las empresas de video cables.

El dulce aroma llega hasta mí, mientras me dedico a cerrar planillas de fin de año y tomo una tila, pero sin la magdalena de Proust.

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27.11.07

Grajeas sueltas en Baires

Lunes 26. 9,20 horas Esperé hasta esa hora para tomar el subte de la línea B con la esperanza de poder viajar un poco mejor que una sardina.

Pasó una formación rebosante de pasajeros con cara lánguida, algunos risueños y otros con cara de bronca.

El siguiente no fue mejor. Llenito, pero supongo que menos que en Japón de donde vienen los vagones usados que Metrovías pone a nuestro servicio.

Entré y no pude pasar del borde, la puerta cerró en mi espalda como si fuera una cepilladora de madera. Un pasajero, con cara de asquito y muy delicadito masculló: No sé porqué se expone al dolor. En lugar de dejar pasar lo dicho, recogí el guante y con mi mejor tono explicativo le respondí “Ya dejé que pasara uno. Pagué y quiero llegar a horario.”

Recordé que cuando era niña un cura muy alto nos contó de la ventaja mía de ser alta para viajar en el subte en Tokio. (Nunca fui y no sé si me gustaría ir). Las manijas del lado de afuera del vagón (una a cada lado de la puerta) me hicieron sonreír. Según me dijeron, en ellas se apoyan los “empujadores” para que no haya gente sobresaliendo en el momento que se cierran las puertas.

Después de dos o tres estaciones ya estaba en medio de la gente que subía y bajaba. De repente se liberó un lugar para sentarme. Antes de ello miré la cara del pasajero que seguía apoltronado al lado de la puerta.

Sinceramente, me considero una afortunada de no tener que hacer este tipo de viaje más que para ir a los controles médicos. Siempre pude trabajar a contramano de la mayoría de la gente de mi ciudad, cuando ellos ingresan a la ciudad yo voy en sentido contrario.

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Martes 27,

10,15 Suena el teléfono y atendí pensando que podía ser una de mis hijas. Encuesta. Pensé en lo difícil que les resulta a esas trabajadoras conseguir alguien que les de bolilla. La voz me recordó a mis hijas. Y bue... a responder se ha dicho. Era sobre políticos. Respuestas cerradas. Como si todo fuera tan simple. Me preguntaron si la solución a la inseguridad era que la policía pasara al ámbito de la ciudad. Le expliqué que eso era insuficiente, que tenían que cambiar muchas cosas, que es muy complejo, no era eso lo que quería. Yo tenía que elegir entre las opciones que me daba. La mentalidad de los que piensan las encuestas casi siempre rumbea hacia la manipulación de la emocionalidad de los respondentes que frente al aumento de los delitos quieren soluciones mágicas. Una pregunta me gustó, me preguntaron si el jefe de gobierno electo había participado como candidato en las elecciones en la provincia, le contesté "No, fue el primo." Estas cuestiones de apellido, deben ser para probar el grado de información de los respondentes.

12 horas

Volví a viajar al centro médico que queda a poquitas cuadras de Plaza de Mayo. Esta vez viajé mejor. Cuando estaba en camino al subte de la línea E, para ir a visitar a mi nieto, escuché petardos, la policía ponía apresuradamente vallas, unos caños que surgen del piso se levantaban para impedir el paso de los autos… ¡Me cacho! ¡Qué complicado es ir al centro! Me entretuve mirando las palomas que volaban espantadas alrededor de la pirámide de mayo, la manifestación estaba a unas cuadras así que tuve tiempo para ver dos pinturas apocalípticas y una escultura. La escultura (mural) era una gran mano en metal arrugando una carta, al lado una carta en inglés y otra en español sobre los cambios climáticos. En una de las pinturas estaba la Casa Rosada en ruinas, alrededor nada, un fantasma en rojo se erigía en un cielo de fondo oscuro, con mucho violeta, rojo y naranja. Los sonidos de una nueva protesta estaban muy cerca. Seguí rauda hacia la boca del subte. En uno de los bares vecinos a la plaza unos turistas almorzaban disfrutando del sol. La estación subterránea me acogió casi sin gente. No tuve ni ganas de mirar de quien era la protesta. A unas cuadras está aún el edificio donde fuimos a ver un departamento para comprar hace 16 años. ¡Menos mal que el precio y el vendedor me cayeron mal!

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18,46 Escucho la radio:

Ya hay chicos que se descomponen por el olor de la pastera Botnia. (¡Menos mal que era transitorio el olorete! Solo hasta que los filtros se acomodaran.)

Naciones Unidas pide que se limiten las emisiones contaminantes por los desordenes climáticos…

¿Los inventos de Tesla tendrán algo que ver? (La carta pegada a las pinturas decía de la manipulación…) ¡En Fin! Debo releer algunos párrafos de Informe Lugano.

25.11.07

Estupidez humana

El viernes me regalaron la siguiente frase (me dijeron que pertenece a Einstein)

Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.

La cuestión es (como en todo el lenguaje) definir el terreno entre el adjetivo o el sustantivo. ¿Se trata de la calidad de estúpido de alguien o de estupidez = resultado del accionar del estúpido?

Etimológicamente estupidez derivaría de estúpido (y no estoy tan segura) que a su vez vendría de stupeo --> stúpidus = a aturdido, cortado, pasmado, mudo de emoción o admiración. Tonto, necio o insensato. (Tiene la misma raíz que estupefacto, pero supongo que los que emiten o reciben esta palabra no le dan el mismo valor negativo que a estupidez).

Así, entre el significado de antes y de hoy vamos estúpidamente transitando la vida. En cualquier momento nos quedamos pasmados ante lo que vemos, lo que sentimos o lo que nos ocurre o por todas las cosas estúpidas que hacemos. Muchas veces quienes nos rodean contribuyen con ello y me pregunto si mi quedarme pasmada se debe a lo ocurrido o a la cautela de guardar silencio para no abrir mi boca y que salgan todos los males como si fuera una caja de Pandora (cosa más que estúpida ¿no?).

Hay personas que, sin embargo, no se cuidan y estúpidamente cavan una zanja que separa, trazan una línea entre unos y otros. Unos se quedan de un lado, otros se plantan en el lado opuesto y comienzan a levantar un muro. Tal vez sea una barrera de silencio, tal vez de actos, de hechos, de gestos muy elocuentes, otros la profundizan con epítetos sobre las cualidades del adversario.

Entre los que estamos de un lado y del otro se tejen las lecturas de cada uno sobre quien tiene la razón, unos dicen de la “rigidez” sin sentido del otro, el otro repite algo parecido. Tal vez, sólo tal vez “alguno” reflexione sobre lo que es rigidez e intente dar un paso, se fije en que hay niños, en que hay cuestiones de hoy que dejan huellas para siempre en las personas (en el cuerpo o en el alma), en lo más pequeño o en el universo entero, pero siento que debe ser cierto: la estupidez humana no tiene límites y como todo ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber, imprudente o falto de razón, terco y porfiado en lo que hace o dice siga cometiendo actos o hechos estúpidos sin tener en cuenta a su (o mi) prójimo.

19.11.07

Vitus y un fin de semana tranqui

Cuentan que por la empatía, los primitivos espectadores de teatro, expurgaban sus pasiones. Así las narraciones, de diferentes géneros, han permanecido entre los humanos desde la antigüedad.

Para unos la “catarsis” (purga de pasiones en este caso) es la posibilidad de un endurecimiento ante el mal y/o una aceptación estoica del sufrimiento. Otros ven en la “catarsis” una emoción pasajera y vana que no dura más que la ilusión que la produce, un resto de sentimiento que hará lagrimear o sonreír, pero que no produce cambio alguno en el receptor. Algunos nos enfilamos en que las narraciones pueden transformar al hombre. (De allí que los cuentos para los niños cumplan con esa función, más allá de la propia voluntad de los escritores o narradores.)

Un profesor me convenció que el lugar privilegiado del teatro lo tomó el cine. “La evolución del rito está allí, en la pantalla. El cine es el heredero” -nos dijo.

Hasta los 9 años, para mí ir al cine era una tortura. No encontraba ningún placer hasta que me llevaron a ver Sissí Emperatriz (con Romy Schneider). Entré a los cuentos de hadas y princesas como por un tubo y de allí en más una de mis entretenimientos preferidos es ir al cine. Tuve la suerte de poder ver cine francés, alemán, italiano, inglés, español y de otros países latinoamericanos, además del hollywoodense (que no suele ser mi preferido). Eso sí, no tengo género del cine que prefiera más que otro, cuando la peli está “bien hecha” (relato, fotografía, actuación, verosimilitud, música, efectos especiales, etc.) siempre reconozco sus méritos (aunque trabaje Arnold Schwarzenegger). Como no se exhiben demasiadas pelis que no sean las yanquis, cuando hay una peli que salen de esa nacionalidad trato de ir a verla antes de que se quede sin sala.

Llevé a mi santo marido al cine (no tenía ni un poquito de ganas de ir, pero no le gusta que vaya sola). Lo hice a propósito, sabía que Vitus le iba a gustar.

Vitus es una hermosa narración de la relación de un niño con su abuelo. Vitus hace honor a su nombre =Vito: El que está lleno de alegría.

El niño es hermoso (debería decir los niños que actúan son hermosos en muchos sentidos), el personaje es de naturaleza diligente, cuidadosa y emotiva. Precoz en el aprendizaje de la música. Sale de los patrones comunes de comportamiento e inteligencia. Fredi M. Murer ha puesto en la pantalla como abuelo al incomparable Bruno Ganz (físicamente Murer tiene un aire de abuelo que mata y nos sé si él mismo no se parece al actor de La Caída (Ganz) en el rol de Hitler o es su aspecto de abu).

Pude captar el detalle de los dos niños actores como músicos increíbles. Vitus (6 años) Fabrizio Borsani, Vitus (12 años) Teo Gheorghiu. Me di cuenta que las tomas no mostraban la cabeza de un actor y las manos de otro. Me dije o son músicos o en este papel han demostrado ser brillantes los niños. Busqué y me enteré que justamente Murer había buscado a dos niños pianistas. El concierto final fue real, el director dijo que no podía pagar a 1600 extras.

Cuando terminó la peli, mi maridito encantado. Miramos alrededor y había muy poca gente. Parece ser que casi todos los presentes nos peguntábamos y comentábamos ¿por qué la viene a ver tan poca gente? Es más, las críticas no han favorecido la peli. Supongo que es un poco un cuento de hadas en el siglo XXI, supongo que hay cosas que se deslizan como la globalización, como la competencia en las empresas… Vitus vive en un mundo diferente al de millones niños latinoamericanos, pero hay algo en toda esa narración que podríamos rescatar. No es la gran película, pero un poco de aire puro en un mundo cargado de violencia y materialismo no nos viene mal(aunque en la peli nos encontramos con la frase del abuelo “¿cómo puede hacerse tanto dinero sin trabajar? Ah! También está eso de vivir a crédito, de las apariencias, la competencia, lo mal parado que quedan los docentes, los padres viviendo a través de los hijos…)

¡En fin! No sé si purgué sentimientos, si me identifiqué (estamos viviendo un abuelazgo a pleno con un nieto maravilloso) o si me extrañé por lo allí visto, pero la pasamos bien y eso ya es demasiado.

13.11.07

Pelea callejera

Los muchachos de los sindicatos de camioneros y otros medios de transporte se agarraron a los palos. Las banderas que llevaron no eran más que “armas” disfrazadas.

Escuchar al representante de los “fortachones” no tiene desperdicio.

¡Hombre!¿la licencia de conducir es un certificado para matar? El argumento no me parece sostenible. Si alguien maneja mal y comete una infracción tras otra ¿se lo debe dejar que siga poniendo en peligro a los demás?

Me queda una duda, todos los muchachotes de esos gremios ¿van a gimnasios? Musculosos ¿no?

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Nadie está libre de ser atacado aquí y acullá. ¿Qué pensará el jefe de gobierno electo? ¿le devolverán el jueguito sucio? A veces las peleas son a un nivel verbal, luego se contratan sicarios para que las lleven a cabo. No es nuevo el tema.

La pobreza del Hombre III

(Recopilación de lecturas setentosas y algo más)

En 1968, en Roma, científicos, investigadores y políticos, se reunieron y elaboraron un informe sobre la modificación entorno ambiental que estaba y están (ahora mucho más) afectando a la sociedad. No leí ese informe hasta mucho tiempo después. Para esa época yo leía a un par de economistas de la CEPAL, Castro y Lessa, enfoque estructuralista de la economía, historia del desarrollo, anticipación del capitalismo ultra globalizado (creo que lo llamaban “trasnacional”). Sin saberlo, estaban polemizando con esa postura que nos ponía límites en el uso de los recursos. Mucho tiempo después leí el Informe del Club de Roma. Leía y cada página me enojaba. Me lo prestaron. Recuerdo que ese enfoque de línea maltusiana recomendaba que Latinoamérica debía controlar el crecimiento poblacional, es más, daban un número, la tasa a la que debíamos crecer. En los setentas vi un peli peruana, Sangre de Cóndores. En ella se mostraba una campaña de esterilización de nativas peruanas por parte de yanquis. La imagen que aún perdura en mi cabezota es el final de armas levantadas en pos de la revolución. También leí sobre ciertas sectas protestantes que colaboraban con el programa de control poblacional apoyado por empresas extranjeras, el uso de pastillas anticonceptivas poco recomendables… etc.

El informe del Club de Roma, una vez que se publicó internacionalmente, provocó el alza de algunos productos primarios, pero los resultados de una buena administración de recursos no se llevó a la práctica. Se hicieron estudios, pero el marketing fue avanzando y los resultados es que cada vez se invita a mayor consumo. En Buenos Aires, dos empresas vinculadas a servicios eléctricos piden el cuidado del producto a consumir. Cuando escucho esos avisos publicitarios siento la realidad del informe de Walter Graciano en Hitler ganó la guerra. Pero como diría cierto profesor mendocino, los currículos universitarios no son inocentes e ideológicamente orientan nuestra visión. Si se le dice a la gente que debe consumir racionalmente, si se trata de utilizar las herramientas de marketing para dar información de otro tipo no hay eco. Es más, es probable que se nos queden mirando como si fuéramos locos, tal vez extraterrestres o procedentes de alguna dimensión desconocida.

Desde otro lugar, recuerdo narraciones desde lo ficticio apuntando a que las únicas que van a quedar son las cucarachas y un profesor intentando enseñarles a encender el fuego, otro cuento en que los rusos iban a llegar a través de los satélites a nuestros hogares y nos iban a lavar el cerebro para que opináramos como ellos (algo así ocurrió, pero ¿Son los rusos los dueños de los satélites?)

Según se dijo, el objetivo de los concienzudos del Club de Roma era investigar, alentar métodos e interesar a funcionarios y grupos influyentes de los principales países sobre las perspectivas de la crisis en progreso que está afectando el medio ambiente (ineficientes como las N. U. son un puro blabla ¿no?).

Soluciones no sé si encontraron, pero los muchachos listaron lo siguiente:

· deterioro del medioambiente físico,

· crisis de las instituciones,

· burocratización,

· enajenación de la juventud,

· violencia,

· educación inadecuada,

· brecha creciente entre países pobres e industrializados,

· crecimiento urbano incontrolado,

· inseguridad en el empleo,

· satisfacción decreciente obtenida en el trabajo,

· impugnación de los valores de la sociedad,

· indiferencia ante la ley y el orden,

· inflación y disrupción monetaria y

· brecha creciente en los países entre ricos y pobres

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Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso tanto de la población como de la capacidad industrial.

(D.L. Meadows y otros, Los Límites del Crecimiento, 1972)

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¿Existe un final? ¿Hay un límite al crecimiento? ¿Qué es eso del desarrollo sustentable? ¿Sustentable de qué? Algunos científicos afirman que estamos corriendo hacia un precipicio y que debemos interrumpir inmediatamente nuestro esfuerzo de crecimiento, el daño hecho es irreversible. El egoísmo humano, la miopía y la soberbia nos impiden la generosidad de entregar este mundo a las generaciones futuras.

12.11.07

Algo huele mal y no es en Dinamarca

Buscando en la Web encontré una carta escrita por un ciudadano español de Pontevedra, Elías Maceiras, en la siguiente dirección: http://argentina.indymedia.org/news/2005/12/363309.php.

En esa carta el ciudadano dice que la misma empresa española que se va a instalar en Uruguay, con la misma tecnología, ha acarreado a los ciudadanos españoles los siguientes males:

infecciones respiratorias agudas, conjuntivitis, incluso ciertas formas de cáncer (…) además de otras enfermedades como “parálisis cerebral, el síndrome Minnamatta, y aquí existe una sociedad de paralíticos cerebrales llamada Amencer. La culpa está en el mercurio, en la ingesta del mismo por la cadena trófica, en el consumo final de almejas o mejillones.”

(Con mis pobres entendederas trato de comprender y presumo que si no cuidan a sus conciudadanos, compatriotas, vecinos… ¿van a cuidar a los extraños que le rompemos la paciencia consumiendo recursos escasos y diciendo tonterías?)

Hay quienes dicen que cuando llegan a Huelva la bienvenida es que respiren hondo porque no lo van a poder a hacer más (Yo no lo he podido comprobar, si alguien me puede desasnar. Bienvenida toda información.)

Siguiendo con mi búsqueda encontré que el sistema que aplica la planta de Botnia es el PROCESO KRAFT O BLANQUEO ECF: los chips de madera se cocinan con productos químicos que son: Dióxido de Cloro 7.200 Kg. p/día, Soda Cáustica 6.900 Kg. p/día, hidrógeno y Ácido Sulfúrico 4.800 Kg. p/día (Informe Ambiental Res. Botnia pág. 9 y 13). Debemos aclarar que el mencionado sistema ECF no se utiliza más en los países del primer mundo por la fuerte legislación ambiental que rechaza de plano el uso de dióxido de cloro, y esta sería la fábrica más grande del mundo. (Sic. Si es así ¿quién puede pensar que no contamina la pastera?)

Entre este panorama y que la mismísima empresa avisó que se va a oler a coliflor recién cocido, o sea: se va a oler a podrido hasta una distancia de cuatro kilómetros porque los filtros no están funcionando a pleno, la noticia de la descompostura de gente que anda por el lugar ayer…

Me entra la angustia. Soy plenamente consciente que en Argentina hay procesos industriales contaminantes igualmente criminales.

Se talan bosques, se privatizaron los recursos energéticos, la salud, la educación… Todo es un “negocio” que no remite a su etimología (negación del ocio) sino que se trata cada vez más beneficio para unos pocos y mayores estropicios para unos cuantos.

La muchacha que escribió Informe Lugano (Susan George)(1) escribió que para las multinacionales “Decir que la economía de libre mercado está amenazada por el crecimiento suena disparatado o herético. Todo el mundo sabe que el crecimiento es el motor de nuestras economías…Pararse significa, tarde o temprano, quedar marginado y ser eliminado, morir en la cuneta. (pág.27). En otra parte del libro se puede leer: Las empresas transnacionales deben implicarse a fondo en el diseño de las nuevas estructuras políticas y participar activamente en su instauración (…) no debe verse que gobiernan directamente (pág. 112).

Escucho la radio: un diputado del Frente Amplio de Uruguay, dice “debemos atenernos a lo que diga la ciencia luego de los controles técnicos.” También dice de hacer caso a lo que diga el Tribunal de La Haya. Más allá de mi nacionalidad me pregunto ¿qué es la ley? ¿Por qué está mal cortar el paso si ellos nos mandan agua y aire contaminado? Además ellos cortaron el puente ahora. Ta! bien! Que lo corten. Y como si fuera poco, esta es la pastera más grande del mundo y la primera de una larga lista. Ya hay programadas para Paraguay, Brasil y no me cabe duda que en Argentina caerá alguna (más las que hay a escala pequeña).

Cuando era niña en mi pueblo se tildaba de “ignorantes y retrógrados” a los chacareros (campesinos) que no querían utilizar DDT. Con el tiempo los “ignorantes” demostraron tener razón en cuanto a que el uso de ese pesticida era peligroso para la salud, el desequilibrio ecológico y las etc. En EEUU, por ejemplo, fue prohibido el uso del DDT en 1972. En nuestros países –que recibimos toda la resaca de los laboratorios con la complicidad de nuestros concienzudos entendidos- muchos de los materiales prohibidos los recibimos en las verduras, en las frutas, en los peces de aguas contaminadas, en el agua que bebemos… porque se siguen usando.

Recuerdo una frase que leí en Bahía (Brasil) en 1992 decía algo así como

cuando se haya talado el último árbol, secado el último lago, muerto los últimos animales…el hombre no va a poder comerse el dinero

(viejo razonamiento que ya podemos ver en el rey Midas, quiso el oro y el castigo fue que muriera por no poder comer ni beber).

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(1) Susan George: Informe Lugano- Icaria editorial, s.a. Barcelona 6ª edición 2001

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En la bolsa de gatos en Chile parece ser que había un ataque orientado a las empresas españolas. Recuerdo un titular de los ’90 que decía “Los nuevos conquistadores” se hacía referencia a las empresas españolas recién llegadas. Cierto empresario español dijo: “los accionistas lo único que piden es el beneficio de su inversión, yo les doy el gusto.” La empresa no invirtió ni un solo peso por mejorar el servicio y se llevó el dinerillo. (Lo sé de fuente muy confiable y hasta escuché a alguno de ellos) ¿Culpables ellos? Como diría doña Susana George en la mentalidad de los empresarios “se debe convencer a los dominados de que son responsables del mal que los aqueja” la conquista no tradicional por medio de la creación de opiniones ideológicas, la transformación de la ética y la imposición de una nueva hegemonía cultural. (…) El dominado debe ser incapaz de comprender la organización y los métodos de sus amos, y de movilizarse contra ellos. (pág. 122/3)

Sí, no todos los males son productos de los de afuera señor atildado y “civilizado”, pero ¡cómo ayudan para ello! Ya lo dijo Fierro “los hermanos sean unidos (…) sino los devoran los de ajuera.”

11.11.07

La pobreza del Hombre II

Las fuentes subterráneas

(Relecturas de viejos libros a propósito de una cumbre en una bolsa de gatos, reiteraciones históricas y otras yerbas. Cualquier analogía con las relaciones entre dos países por una pastera es más que obvia. Espero que vaya un poco más allá de los estúpidos chovinismo, me incluyo en la cuestión.)

Con el petróleo ocurre, como ocurre con el café o con la carne, que los países ricos ganan mucho más por tomarse el trabajo de consumirlo, que los países pobres por producirlo. La diferencia es de diez a uno: de los once dólares que cuestas los derivados de un barril de petróleo, los países exportadores de la materia prima más importante del mundo reciben apenas un dólar, resultado de la suma de los impuestos y los costos de extracción, mientras que los países del área desarrollada, donde tienen su asiento las casas matrices de las corporaciones petroleras, se quedan con diez dólares, resultado de la suma de sus propios aranceles y sus impuestos, ocho veces mayores que los impuestos de los países productores, y de los costos y las ganancias del transporte, la refinación, el procesamiento y la distribución que las grandes empresas monopolizan.

(…)

El petróleo no ha provocado solamente golpes de Estado en América Latina. También desencadenó una guerra, la del Chaco (1932-35), entre dos pueblos más pobres de América del Sur: “Guerra de los soldados desnudos”, llamó René Zavaleta a la feroz matanza recíproca de Bolivia y Paraguay. El 30 de Mayo de 1934 el senador por Luisisiana, Huey Long, sacudió a los Estados Unicos con un violento discurso en el que denunciaba que la Standard Oil de Nueva Jersey había provocado el conflicto y que financiaba al ejército para apoderarse por su intermedio, del Chaco paraguayo, necesario para tender un oleoducto desde Bolivia hacia el río y, además, presumiblemente rico en petróleo: “Estos criminales han ido allá y han alquilado sus asesinos” –afirmó. Los paraguayos marchaban al matadero, por su parte, empujados por la Shell: a medida que avanzaban hacia el norte, los soldados descubrían las perforaciones de la Standard en el escenario de la discordia. Era una disputa entre dos empresas, enemigas y a la vez socias del cártel, pero no eran ellas quienes derramaban la sangre. Finalmente; Paraguay ganó la guerra pero perdió la paz. Spruille Braden, notorio personero de la Standard Oil, presidió la comisión de negociaciones que preservó para Bolivia, y par Rockefeller, varios miles de kilómetros cuadrados que los paraguayos reivindicaban.

Muy cerca del último territorio de aquellas batallas están los pozos de petróleo y los vastos yacimientos de gas natural …

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Extraído de Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano (Siglo XXI Editores S.A. 5ª. Edición, 1973 – Fragmentos de pág. 243 a 255) Al final llegué a ubicar en qué parte del libro lo había leído. Cuando abro un libro que ya leí, después de mucho tiempo, encuentro breves reflexiones, párrafos subrayados, signos de admiración o interrogación, síntesis de páginas y me pregunto si esa fui yo, reconozco mi letra, pero me parecen ajenas. Justo la parte de la guerra del Chaco boliviano- paraguayo no la había marcado.)

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Las disputas en el Chaco eran netamente limítrofes, porque nunca se habían hecho las delimitaciones correspondientes. Pero, el descubrimiento de petróleo por la Standard Oil en Bolivia y la Dutch Shell en Paraguay, incluyeron un nuevo ingrediente que hasta ese momento no existió: los intereses energéticos de las transnacionales. Hay que recordar además que a fines del siglo XIX, Bolivia había perdido su mar territorial en la guerra con Chile causada por la riqueza salitrera de la hasta entonces costa boliviana, con la ingerencia de intereses británicos.

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Recuerdo que hace unos 17 años leí Hijo del hombre de Augusto Roa Basto, a través del relato sumado al de la película de Lucas de Mare, que debo de haber visto en los ’60, más lo que fui aprendiendo sobre la estúpida guerra de la triple alianza creo que en nuestra América “la historia se repite como farsa.” Bueno, debo agregar que los líderes o nuestros representantes ocasionales suelen ser como caricaturas de lo que se ve fuera, tal vez caricaturas menos hipócritas, tal vez menos "politic" -que se puede traducir como sagaz, astuto, hábil, ladino, apropiado, atinado o ladrón de guante blanco-

¡Ay América! ¡Cómo me duele! ¡Sí! dije América aunque tengo presente lo que escribió Galeano: “Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una subAmérica, una América de segunda, de nebulosa identificación.”

Y DIGO YO ¿SOMOS TONTOS O QUÉ?

¡No! En el caso de muchos americanos somos “blanquitos” (o europeos) de segunda que no podemos asumir nuestra propia identidad. ¿Qué en la posmo esto está fuera de contexto? ¿qué lo de las tradiciones y la nación está fuera de moda? Tal vez para ciertos discursos interesados en los $$$ o al servicio de. Tal vez deberíamos releer algunos textos de José Martí sobre nuestra América.

El jueves pasado escuché a mi profesor de filosofía sobre el manejo de los discursos disolventes o corrosivos de las tradiciones. Me encantó, pero eso es harina de otro costal. Tal vez, en algún momento, pase en limpio los apuntes y los comparta con alguien más.

7.11.07

La Pobreza del hombre

(Me rondaba una idea, me preguntaba dónde había leído ciertas cosas, busqué en la biblioteca y me dediqué a releer a propósito de los tiempos que corren, de colorados que se convierten en rosaditos, de blabla de gobernantes ineptos, de conferencias que no dicen nada y de nuevos saqueos con acuerdos de los de adentro con los de fuera.)

“Tres edades históricas distintas –mercantilismo, feudalismo, esclavitud- se combinan así en una sola unidad económica y social, pero era el mercado internacional quien estaba en el centro de la constelación de poder que el sistema de plantaciones integró desde temprano. (…) en muchos casos, desde el extranjero, proviene en línea recta el latifundio de nuestros días.”

“(…) con el pago de jornales irrisorios, la retribución de servicios en especies o el trabajo gratuito a cambio del usufructo de un pedacito de tierra; se nutre de la proliferación de los minifundios.”

“(…) el azúcar se convirtió en la llave maestra del dominio de Cuba por EEUU, al precio del monocultivo y del empobrecimiento implacable del suelo. No sólo el azúcar. Ésta es también es la historia del cacao…

“bosques arrasados en el norte argentino y el Paraguay”

Es también la historia del café, que avanza abandonando desiertos a sus espaldas…

(…) cuentan que en otros tiempos se podía recorrer Cuba a la sombra de las palmas gigantescas y los bosques frondosos, en los que abundaban la caoba y el cedro, el ébano y los dagames. Hoy se pueden admirar las maderas preciosas de Cuba en las mesas y en las ventanas de El Escorial o en las puertas del palacio real de Madrid, pero el afán de la caña de azúcar hizo arder en Cuba los mejores bosques vírgenes.

El cultivo extensivo de la caña, (...), no sólo implicó la muerte del bosque sino también, a largo plazo, “la muerte de la fabulosa fertilidad de la isla.”

“El pueblo que confía su subsistencia a un solo producto, se suicida” (José Martí)

En otra parte del libro agrega: Si se tomaran en cuenta, como una prueba de desnacionalización, las acciones en poder extranjero, aunque sean pocas, y la dependencia tecnológica, que muy rara vez es poca, y la dependencia tecnológica, que muy rara vez es poca, ¿Cuántas fábricas podrían ser consideradas realmente nacionales en América Latina?

Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros(…) Aún hoy el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno.

Muchas de las guerras entre latinoamericanos estuvieron ligadas a intereses externos al continente.

Extraído de Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano (5ª. Edición, 1973)

Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa.

C. Marx El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte.

Los hermanos sean unidos…

LOS HERMANOS SEAN UNIDOS, PORQUE ESTA ES LA LEY PRIMERA, PORQUE SI ENTRE ELLOS PELEAN, LOS DEVORAN LOS DE AJUERA.

Si bien no soy fierrista ni partidaria de la tradición de Hernández, recuerdo que estos versos fueron tapa de revistas en alguna que otra revista cuando la guerra de Malvinas. Mientras esto aparecía en algunos discursos periodísticos (en algunos países de LA)por debajo aparecían los guiños con los ingleses y los yanquis. Más allá de ese hecho puntual, de los presentes griegos y otras menudencias, los latinoamericanos de hermanos unidos tenemos poco y nada. Cada uno cuida su quintita y a la larga el inversionista (local o foráneo) se lleva las “vaquitas” y nos dejan las penas.

En épocas de plata dulce, sobre todo después de visitar Cuba, recorrí la mayor parte de mi país. Los cubanos decían Primero Cuba. No sé si lo seguirán diciendo, ellos también se engolosinaban con las noticias del consumo, pero me enseñaron que primero hay que conocer lo propio.

Durante años pude visitar el vecino país uruguayo, pero tardé en hacerlo. Una vez que fui me gustó y los visitaba con afecto, una de las últimas, veces me sentí muy mal allí. Estábamos paseando en auto por Montevideo, íbamos por una avenida y doblamos hacia la derecha, ingresamos a una calle de doble mano. La luz del semáforo nos habilitaba para hacerlo. En la mano opuesta de la calle en la que ingresamos estaba parado un patrullero, oímos gritos, enojado uno de los policías nos mandó a parar. Según él habíamos cruzado con luz roja. Mi marido no quería que hablara, pero le expliqué que si él estaba parado era porque justamente la luz nos habilitaba para seguir y ellos no podían cruzar. El policía estaba muy enojado, el prejuicio era porque somos argentinos y no respetamos las señales de tránsito. Le hablé con cortesía, pero no puedo olvidar que por dentro tenía ganas de contestarle mal.

Aún cuando las ventajas del cambio nos lo permitían no deseé volver a Uruguay. Recuerdo que Colonia me parecía uno de los pueblos más bonito que había conocido dentro y fuera de mi país. No volví por allí. Las veces que salí de mi país sentí la marca de ser argentina. Así fue que en Chile me encontré con una chilena que había vuelto de sus vacaciones en Argentina y se sentía con la obligación de tratarnos bien. El prejuicio de la prepotencia de los argentinos se había diluido en el buen trato que los sureños le habían dado.

Entre dimes y diretes, protestas y piquetes entre los uruguayos y los argentinos se ha trazado un límite. No nos divide tanto el odio como la mezquindad del mercado.

Un señor que se ocupa de reciclado de “residuos sólidos” me dijo que si no queríamos pasteras teníamos que consumir menos papel. Por otro lado, una empresa “argentina”, cuyo dueño no es argentino, hizo un convenio para poner una pastera en Uruguay.

Y los de aquí y los de acullá dicen que la pasteras contaminan, que no contaminan, que todo es muy seguro, que si son los filandeses…

Convengamos:

Más allá de los recaudos que dice tomar la empresa, toda industria es contaminante. El hombre que usa en exceso (y aún en lo mínimo e indispensable) los elementos de la naturaleza es como una enfermedad que se extiende sobre el planeta.

Cuando estuve en Bahía (Brasil) vi cuadros de un artista llamado Totonio. En ellos se vi la representación de la agresividad del hombre blanco destruyendo la bella naturaleza. Recordé algún cuento de Bradbury en que el hombre iba a otro planeta producía el desequilibrio del lugar con solo pisar el suelo y dejar los residuos de su viaje.

Sean argentinas, uruguayas, filandesas o españolas las empresas, las seudo comodidades y el derroche de hoy serán la escasez y eliminación de nuestros descendientes.

El hombre ha olvidado que realiza la actividad económica porque los “bienes y servicios” son escasos, actuamos como si los recursos fueran ilimitados. Supongo que ilimitada es nuestra ignorancia.

En estos momentos pienso ¿de qué modo puedo estar contaminando el mundo al lanzar este mensaje? Tal vez deberíamos aceptar que ni el vuelo de una mariposa se escapa al caos en que estamos convirtiendo al mundo.

Y si dos hermanos que se aman son mucho más que dos, por esa fuerza llamada sinergia, vuelvo a pensar en el valor de los versos de un gaucho obligado a servir en una lucha que no deseaba.

Las pasteras (sin importar el origen del capital de sus dueños) nos van a dejar penas, vamos a tardar algunos años en tomar plena conciencia. Cuando seamos conscientes, lamentablemente, no vamos a poder volver atrás.

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6.11.07

A mí me gustan los libros (Centón II)

Los días se suceden y va uno caminando en medio de buenas nuevas y otras noticias que nos dejan atontados, dolidos, aturdidos sin saber qué decir o hacer.
A veces escucho a la gente discutiendo acaloradamente sobre fútbol, sobre partidos políticos, sobre marcas de autos o como esa vez que me querían enredar en que si Piazzola hacía o no tango. Hay tantas cosas más importantes ¡para qué gastar saliva en eso! Lo peor es que las disputas pueden llegar a situaciones de agresión física, es en ese instante que pienso que la discusión es un pretexto para dar rienda suelta a múltiples carencias personales.

Así el jueves fuimos a ver a Fany y a desearle buen viaje para el regreso a su casa. La miraba y no podía dejar de maravillarme de lo bien que la vi. Hace unos meses no nos atrevíamos a pensar o sentir a raíz de su transplante, un nudo se nos había instalado en la garganta y la ceguera no nos dejaba ver más allá del afecto. El jueves nos contó que se había realizado el segundo transplante de sólo una parte de pulmón con éxito (ella fue la primera en que se aplicó la técnica).
Supongo que el vernos al borde de una situación límite como la muerte nos hace repensar la vida. Así se la veía, feliz. Nos decía que ha recuperado peso, que solo tiene un par de cicatrices, que la biopsia dio bien. (Sir, le conté que le mandó sus saludos y que fue a dar sangre para ella)
Mientras celebraba su disfrute de la vida, mi hermana me mandó un mensaje en que su esposo había sido internado y que ya los calmantes no le hacen efecto. Otra vez el fantasma del cáncer rondando la familia.

En el colegio un nuevo episodio de agresión hacia los adultos por parte de los alumnos, esta vez no me afectó a mí directamente. Acerqué a mi interlocutora un texto escrito por mí y le reconfortó. ¡Por fin! Una de estas mantas mal tejidas sirve de abrigo a alguien.

Y siguiendo el tránsito, un poco de lecturas y escritura por aquí o por acullá. La visita a una librería marcó, una vez más, mi adicción a los libros, fui y me volví con media docena de libros. Ya que estamos con el vicio de los libros cuento una anécdota de la semana: un alumno me vio con la biografía de Albert Camus y me dijo que cuando me vio con ese libro (gesto del tamaño = a muy grande) le caí antipática, luego me dijeron que en clase ellos se sentían más libres para decir y justo yo pretendo que se informaran y lean, rumbeando en el tono de crítica surgió el comentario acerca de que leo demasiado y me calificaron de “nerd”. Ese mismo día, en otro curso, una alumna en el momento que saqué un libro para leerles sobre un tema específico de la materia me arrojó lo siguiente: “Cuando termine la secundaria, me voy acordar de usted como la persona que tenía un libro para cada cosa” (sic) (no fue elogio).
Y si yo no tengo el trastorno de Asperger (= autismo leve), es decir, puedo interpretar emociones ajenas más o menos como lo hacen los demás, no veo porqué suele molestar el que lea. ¿Debería enojarme porque a los otros no les gusta leer? No es la primera vez que me contestan en forma agresiva por lo del la lectura. Ni siquiera sirve que les explique que me siento tremendamente ignorante. Una de mis hijas dijo que tal vez lo que más irrita es que soy consciente de mi ignorancia y lo digo. En los libros no solo encuentro información general, imagino al libro como una cortina que por debajo deja ver los zapatos del autor. Tal vez leer sea una manera de tocar el alma de un otro ausente, tal vez sea la posibilidad de evadirme de los malos tragos que me hace beber la vida.
Cierta vez alguien me dijo si no podía hablar sin mencionar que lo dijo fulano o mengano en un libro. Resulta que me parece mal no decir que lo que estoy diciendo es elaboración de otro y no mía, yo vengo a ser una especie de “loro”, la más de las veces; como el cartero de Neruda diría: “las palabras son de quien las necesita” aún aquellas que vienen acomodadas por los poetas; me las apropio, pero si es posible hago saber que corresponden a la genialidad de otro, supongo que no acuerdo con ciertos escritores que toman un pedacito de aquí otro de por allá y luego le ponen la firma en honor a la intertextualidad. En resumen, digo: habiendo tanto para vivir no vale la pena discutir si está bien que lea, disfrutemos de ver bien a alguien como María Alejandra o Fany, compartamos el dolor de quien no lo pasan bien y cuando el dolor o el maltrato de otros nos ataca bien puede ser un libro un escudo.