19.11.07

Vitus y un fin de semana tranqui

Cuentan que por la empatía, los primitivos espectadores de teatro, expurgaban sus pasiones. Así las narraciones, de diferentes géneros, han permanecido entre los humanos desde la antigüedad.

Para unos la “catarsis” (purga de pasiones en este caso) es la posibilidad de un endurecimiento ante el mal y/o una aceptación estoica del sufrimiento. Otros ven en la “catarsis” una emoción pasajera y vana que no dura más que la ilusión que la produce, un resto de sentimiento que hará lagrimear o sonreír, pero que no produce cambio alguno en el receptor. Algunos nos enfilamos en que las narraciones pueden transformar al hombre. (De allí que los cuentos para los niños cumplan con esa función, más allá de la propia voluntad de los escritores o narradores.)

Un profesor me convenció que el lugar privilegiado del teatro lo tomó el cine. “La evolución del rito está allí, en la pantalla. El cine es el heredero” -nos dijo.

Hasta los 9 años, para mí ir al cine era una tortura. No encontraba ningún placer hasta que me llevaron a ver Sissí Emperatriz (con Romy Schneider). Entré a los cuentos de hadas y princesas como por un tubo y de allí en más una de mis entretenimientos preferidos es ir al cine. Tuve la suerte de poder ver cine francés, alemán, italiano, inglés, español y de otros países latinoamericanos, además del hollywoodense (que no suele ser mi preferido). Eso sí, no tengo género del cine que prefiera más que otro, cuando la peli está “bien hecha” (relato, fotografía, actuación, verosimilitud, música, efectos especiales, etc.) siempre reconozco sus méritos (aunque trabaje Arnold Schwarzenegger). Como no se exhiben demasiadas pelis que no sean las yanquis, cuando hay una peli que salen de esa nacionalidad trato de ir a verla antes de que se quede sin sala.

Llevé a mi santo marido al cine (no tenía ni un poquito de ganas de ir, pero no le gusta que vaya sola). Lo hice a propósito, sabía que Vitus le iba a gustar.

Vitus es una hermosa narración de la relación de un niño con su abuelo. Vitus hace honor a su nombre =Vito: El que está lleno de alegría.

El niño es hermoso (debería decir los niños que actúan son hermosos en muchos sentidos), el personaje es de naturaleza diligente, cuidadosa y emotiva. Precoz en el aprendizaje de la música. Sale de los patrones comunes de comportamiento e inteligencia. Fredi M. Murer ha puesto en la pantalla como abuelo al incomparable Bruno Ganz (físicamente Murer tiene un aire de abuelo que mata y nos sé si él mismo no se parece al actor de La Caída (Ganz) en el rol de Hitler o es su aspecto de abu).

Pude captar el detalle de los dos niños actores como músicos increíbles. Vitus (6 años) Fabrizio Borsani, Vitus (12 años) Teo Gheorghiu. Me di cuenta que las tomas no mostraban la cabeza de un actor y las manos de otro. Me dije o son músicos o en este papel han demostrado ser brillantes los niños. Busqué y me enteré que justamente Murer había buscado a dos niños pianistas. El concierto final fue real, el director dijo que no podía pagar a 1600 extras.

Cuando terminó la peli, mi maridito encantado. Miramos alrededor y había muy poca gente. Parece ser que casi todos los presentes nos peguntábamos y comentábamos ¿por qué la viene a ver tan poca gente? Es más, las críticas no han favorecido la peli. Supongo que es un poco un cuento de hadas en el siglo XXI, supongo que hay cosas que se deslizan como la globalización, como la competencia en las empresas… Vitus vive en un mundo diferente al de millones niños latinoamericanos, pero hay algo en toda esa narración que podríamos rescatar. No es la gran película, pero un poco de aire puro en un mundo cargado de violencia y materialismo no nos viene mal(aunque en la peli nos encontramos con la frase del abuelo “¿cómo puede hacerse tanto dinero sin trabajar? Ah! También está eso de vivir a crédito, de las apariencias, la competencia, lo mal parado que quedan los docentes, los padres viviendo a través de los hijos…)

¡En fin! No sé si purgué sentimientos, si me identifiqué (estamos viviendo un abuelazgo a pleno con un nieto maravilloso) o si me extrañé por lo allí visto, pero la pasamos bien y eso ya es demasiado.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Vamos a tener en cuenta esa película, Amalia. Y la catarsis vale en cualquiera de sus formas...

19 noviembre, 2007 18:34  
Blogger Amy said...

Hola, Sir. Sobre gustos no hay nada escrito, dice el refrán. No sé porqué esta película de origen suizo no tiene más espectadores. Bueno, sí sé -nos han estructurado al gusto hollywoodense- el marketing cumple con su cometido.

19 noviembre, 2007 19:56  
Blogger MIB said...

HOla Amalia!
Da pena cuando una buena peli no tiene buena acogida... pero para muchos el cine es quizá una forma de no pensar...
Particularmente yo prefiero ver una buena película y no una idiotez hollywoodense... así es que tomo nota de la recomendación...

Saludos!

20 noviembre, 2007 15:41  
Blogger Loca xq sí said...

cuando papi me llamó y me dijo que le había gustado, fui al sitio de internet donde miro las críticas a ver de qué se trataba; al leer algo de una "relación entre Vitus y su abuelo", me imaginé por qué le había gustado tanto a papi... catarsis... en cuanto deje de laburar, corro a verla!!!

22 noviembre, 2007 01:14  

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