Quizás mañana ya no esté

Creo que una máquina me mandó un mail donde dicen algo de la vigencia de este blog hasta el 30 de mayo. Me lo mandaron en inglés, traductor de por medio, entendí la mitad o tal vez nada de lo que decía; traté de entrar en la dirección que me indicaban, pero no pude. Lo hice un par de veces, le pedí auxilio a una de mis hijas, pero está en otra. ¿Entonces? Entonces pensé en cómo empecé a escribir estos mensajes como si fueran envasados en botellas arrojadas al mar del ciber espacio. Antes escribía mails y los mandaba a 10 personas más o menos, hasta que una de mis hijas me dijo que eso  llenaba el correo y tal vez a nadie le interesaba, que mejor abriera un blog que patatín y patatán.
Abrí el blog y me comunicaba con un grupo de personas, leía sus blogs con esmero. Pero los bloggers pasaron a "feizbuk" o pronunciado como está escrito en Internet Facebook.
Me quedé paralizada por los peligros de dejar información dispersa en la red. Si la experiencia debe servir de algo, recordé que cierta vez un chitrulo me robó una cuenta de correo y empezó a chatear con mi nombre, dudé en mostrarme y mostrar a la gente que me rodea (aunque dos veces me retaron por dos comentarios que hice).
De la cuenta robada me enteré por una sobrina, ella se fijó en que no era mi costumbre chatear y el individuo no escribía con mi estilo. Descubierto el tipejo contestó "¡Que se joda por dejar información en Internet!"

No sé si dejé mucho o poco sobre mí o mi familia en este blog, pero bua. Eso ya está. Tampoco sé si  alguien lee el blog. Hay un contador que parece que registra las visitas, pero eso no significa lectura. Sucede que tuve que moderar comentarios porque aparecían unos que nada tenían que ver con el texto o eran avisos de ventas de diferentes objetos o servicios para mejorar el blog.

Después de cinco años, en este no saber si alguien destapa la botella y lee el mensaje, si hay alguien en algún lugar de esta "contaminada nave espacial, llamada Tierra" conectado a Línea Sur,  le digo ¡hasta la vista! Tal vez abra un Línea Sur II.

¿Por qué escribiste él?

¿Por qué escribiste él y no su nombre en el post anterior? Simplemente porque él es mi Él. Sé que él puede ser un pronombre en lugar de un nombre, que la palabra él puede ser llenada con cualquier nombre... sí, creo que eso funciona en gramática, pero no en mí.

25 de mayo

¿Y cómo decir con palabras de este mundo esto que se nos escapa de las "fechas patrias"? Como dijera un escritor catalogado como argentino, esto puede ser  más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara

Cuando era alumna de la primaria, y aún de la secundaria, el 25 de mayo estaba cargado de sentimiento patrio. Sin saber bien que había pasado en 1810, mis primeras participaciones en los actos escolares me llenaban de orgullo y me sentía parte de un grupo de gente orgullosa de ser argentina... Hoy miro a mi alrededor y percibo que la mayoría de los pibes se sienten fuera de la celebración.El acto en el colegio es un momento para no estar en clase y ya ni cantan el himno.

En algunos sectores sociales, los nacidos por aquí hasta sienten vergüenza de su tierra natal (como si fuéramos el peor país del mundo) y no tienen la más pálida idea de lo que ocurrió hace más de 200 años en esta ciudad. Reniegan de todo lo argentino por ignorancia o por moda; desprecian cualquier cosa que se refiera a lo argentino, creo que zafa el fútbol, el hockey y alguno que otro deporte. Y muchos de los nacidos por aquí, ya adultos, tramitan una ciudadanía extranjera como salvoconducto para recorrer el mundo sin el estigma de ser argentino.
Me pregunto por el valor de la historia, por el valor del relato de la historia,  por el cuentito que nos contaban y de lo que dejamos de saber y de lo que ni siquiera sentimos curiosidad por saber.

Recuerdo que una hija de extranjeros, escritora ella en esta lengua que pareciera que nos une, decía que ella y su hermana no estudiaban historia argentina, ellas estudiaban con sus padres historia europea. La cuestión es que no fue la única.
Hace un rato escuché a un historiador decir que: el saber sobre nuestro pasado nos ayuda a entender el presente y proyectarnos hacia el futuro, eso es lo que nos da identidad. Entonces  me vuelvo a una cadena de preguntas por ese pasado que surge en un territorio, que tal vez conforma una país, un Estado y dudo si es Nación. Siento que todas esas preguntas  no son más que una pregunta sobre el presente y, solo tal vez, una proyección hacia el futuro.
Cuando los argentinos se refieren a "nuestro país" dice por ejemplo: ¿Y qué querés con este país?

Para muchos este enredo de frases puede parecer una exageración, pero después de ver lo que hacen y dicen mis compatriota me queda poca fe.

Y aún sin saber si fue cuento o verdad,  hacen eco en mí las palabras que adjudican a Belgrano minutos antes de su muerte: ¡Ay! ¡Patria mía!

Según desde donde se lo mire...

Según desde donde se lo mire algo puede ser visto como exitoso, desopilante, chasco, fracaso, criticable, anodino, papelón o tilinguearía.

Así, más o menos, fue adjetivado el viaje de CFK a Angola. Sobre todo se hizo hincapié en que ella que defendía los derechos humanos iba a un lugar donde se viola el respeto por la dignidad humana... Cierto es que a Angola han ido primeros mandatarios de Brasil, Francia, Alemania, Portugal y etcétera. De ellos no se dijo nada.

Cierto personaje, bastante indeseable, que se tilda de respetuoso, veraz, abanderado de la búsqueda y desenmascaramiento de los que se hacen pasar por señores o señoras, que fuma frente a las cámaras y que dice "¡A ver! ¡que me clausuren!" siguió a CFK obsesivamente. Se encontró que en Angola hay productos importados de varios países y la Argentina fue a buscar negocios y algo encontró. Si fueron los de la Salada ¡Hombre! ¡¿Qué problema hay? ¿Qué son truchos? ¿Qué imitan marcas? ¡Bueno! ¡Bueno! señor que esconde sus inclinaciones amorosas ¿no empezó Japón imitando marcas? ¿Y los chinos? ¿Eran buenas las chucherías que nos vendieron en la época del 1 a 1?
Además, no nos hagamos los distraídos, esto de decir que somos esto o aquello porque se va a un país como Angola, que no respeta los derechos humanos y que patatín y patatán... ¿Qué sucedió cuando le preguntaron al primer mandatario chino por los derechos humanos en la IMPOLUTA yankilandia? Je! Je! sonrisita y no entiendo que me preguntan respondió el chinito y sonrío como todos.

¡Ah! Estimado Jo Hernández el poema ha dejado de recitarse o la gente se volvió sorda, ya no recuerdan aquello de Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, sino los devoran los de afuera.

Algunos sostienen que los negocios fueron pésimos, otros una porquería.

 ¡Ah! Cristina, no quisiera estar en tus zapatos (digo metafóricamente, puesto que los "pepés" deben ser franceses y bastante costosos). Por lo menos pudiste bailar y abrazar a alguna mujer de aquellos lares.

¿Las palabras tienen magia?

Estaba buscando cierta información y me topé con el nombre del autor de un experimento sobre el lenguaje. Es algo que leí cuando nació mi primera hija allá por 1974... Me trajo muchos recuerdos. Será por eso de la magia de la palabra, de cómo nos hace sentir, pensar, recordar y, tal vez, razonar. Y de esto pasé a asociar con lo que Orwell escribió sobre la neolengua en 1984; y un artículo sobre la cantidad de palabras que constituyen el vocabulario de un adolescente...

Hace unos pocos días escribía sobre YPF, algo así como un botón de los vaivenes (o los van y vienen) de la política argentina, eso que no podemos ignorar porque es como si el pasado nos repitiera como latiguillo que el pasado se hizo presente, el presente se hace futuro y las cosas no mejoran; vamos de Guatemala a Guatepeor (y que los guatemaltecos no se ofendan, porque ya escribí sobre ese tema -no tengo animosidad contra el país Guatemala- simplemente el juego de palabras me vienen a cada rato cuando miro a mi alrededor). 

Decía que en esto de las palabras y de las redes en que me meto, a veces, me hacen olvidar aquello que me aqueja. Hay veces que no podemos dejar de ver o hacernos los distraídos frente a  las medidas económicas, políticas, jurídicas y las etcétera que, tarde o temprano, nos van a caer encima y nos van a zangolotear como si fuéramos hojitas en una tempestad. Pero hay días en que todo se transforma en nada cuando la familia es la que directamente se ve afectada. Hace unos cuatro años a mi nieto mayor le pusieron unas vacunas y de inmediato empezaron los problemas, ahora se repite con la hermanita y me quedan las dudas entre lo genético, la predisposición y el efecto de las vacunas.

Sé que la presidenta anda por África, que el dólar nos va a volver a traer dolores de cabeza a más de uno, que el freno a la importación afecta tanto lo indispensable como a lo superfluo, que las exportaciones bajaron y la economía se frenó, que hay una sospecha de corrupción en la forma de contratar el dragado del Río de la  Plata, que los de clarinete están a sus anchas tratando de tirar al tacho este gobierno para que venga otro con el que puedan acordar, negociar o coimar "más mejor", sé del aumento de los precios, de lo que gana una persona como salario básico y más abajo también, sé lo que cuesta dar de comer a cuatro personas... pero todos los sé se borran frente a mis nietos y sólo me queda esperar, enredarme en palabras como para olvidarme de lo que me duele para que no siga la preocupación inútil tomando mi cuerpo centímetro a centímetro.

No llorés mi peque que mañana será otro día

Mi querida Peque:

Hace más de un año sufría al verte pequeñita luchando por tu vida. Eras tan frágil que temía hasta de tomarte en brazos. Hoy estás gordita, con las mejillas rosadas, sonreís mostrando tu dientitos y trato de seguir tus pasos para que no te des un golpe.

Te preparé una mamadera que tomaste más rápido de lo que yo tardé en prepararla, te dormís como si estuvieras desmayada, te cambio el pañal y se me escapan las lágrimas, pensando en el diagnóstico pendiente, te abrazo para que sigas durmiendo. Mi hermosa Peque, si hace unos días tenía miedo por uno de ustedes, hoy el miedo se duplica. Cuando veo a tu mami, la veo más pequeña, más triste, más delgada y hasta temo por su salud. Por todos los medios trata de parecer alegre y festeja cada cosa que vos y tu hermano hacen.

Te acuno entre mis brazos, las lágrimas siguen sigilosas hasta mi cuello. Pienso en tu mamá, cuando me dio tantos sustos y salió a flote.

Recuerdo a mi madre cuando mi hermana más chica se enfermó. Mi madre se enteró que en el hospital del pueblo había una niña que no quería comer la comida del hospital porque no le gustaba. Mi madre fue y habló con uno de los médicos y pidió autorización para llevarle la comida. Así, durante muchos días acercaba la vianda, mi hermana en casa iba reponiéndose y la niña del hospital también.

Supongo que mi madre quería hacer algo, aunque pequeño, para que Dios y los Santos le reconocieran el acto y salvaran a mi hermana.

Es entonces que pienso ¿A quien debo dar algo por vos y tu hermano? Y sé que tengo que hacer una llamada, preguntar si consiguió el turno en el hospital, si va a venir a casa y ayudarlas a las dos, sin preguntas sin reclamos y sin planteo pido por ustedes a las fuerzas o los dioses que nos rodean (en los que poco a poco dejé de creer y a los que en momentos  en que la razón no me alcanza acudo con desesperación).

Que tengas dulces sueños mi Peque.  Esperemos que el diagnóstico pendiente no sea ni la décima parte de lo malo que tememos. No llores mi niña, que mañana será otro día y tu mami podrá acunarte en lugar de nuestros torpes intentos para que vuelvas a dormir.


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 Comentario de un Anónimo en inglés
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¿El silencio es salud?

Reservé el turno para mi querido compañero de la vida en un negocio, mientras esperaba me entretuve con una de esas revistas que ni siquiera sé cómo denominarla. En una de esas hojas que daba vueltas para no aburrirme leí que una sicóloga (que está de moda en mi país) dijo "va a llegar el tiempo en que vamos a pagar por el silencio".
Bueno, no es un gran descubrimiento. Ya hay lugares que se venden por el paisaje, la tranquilidad y el silencio.
Pero hay veces en que nos aturdimos para no pensar.
Estoy (estamos, tal vez todos, los de mi flia directa) alterados y quisquillosos. A veces, quisiera tomarme vacaciones de mi misma. Quisiera olvidarme de lo que sé o de la ansiedad de no saber algo sobre una enfermedad. A veces, hablar o contarle a alguien resulta una granada que te explota en la cara. Le contás a otro y te salen con "No pienses en lo malo. No pienses lo negativo porque lo atraes."  Y lejos de liberarte de ese dolor que es más grande que tu pecho sentís un cachetazo y te callás para no agrandar más lo que te duele.
Y en un doble pensar, te mirás al espejo, te desdoblás como si fueras otra. Tu cara está más pálida que de costumbre, pensás en que una sonrisa puede cambiar tu ánimo y te maldecís por no saber disfrazarte de "no me pasa nada".

Hacés silencio.

Entonces el cuerpo por algún lugar se expresa y sentís que algo te quema en el esófago, en la garganta y no es metáfora. Tenés ganas de llorar y te tragás cada lágrima para que no se te noten los ojos rojos y la sal que no sale aumenta tu presión y caminás a tientas chocando con paredes, con gente, con todo porque poner en los cercanos el que te  alivien la carga de tu mochila agravaría las cosas y te ponés a pensar en que es urgente, tenés que hacer tiempo para conseguir una sicóloga porque el silencio no es salud.