A raíz de mi reposo obligado, leo noticias por Internet, escucho la radio y
miro la tele... más que de costumbre. Recuerdo los dibujos de Quino. Mafalda mirando las portadas de
los diarios y reflexionando sobre el zoológico en que vivimos (perdón,
estimados animales por compararnos; sobre todo por nosotros que nos decimos
racionales).
Cuento que mientras esperaba para
que operaran escuché lo siguiente:
Médico 1(M1): ¿Viste el neurólogo que nos rechazó los tres
diagnósticos de carótidas obstruidas, que había que operar? Lo mandaron a
estudiar a (...) es un ignorante".
Médico más joven: Es un impresentable. ¿Cómo podía ignorar
los tres Micro infartos cerebrales que tuvo uno de los pacientes?
M 3: ¿Fue por tu informe? - preguntó
M 1: Lo siento, pero hay cosas que no se pueden dejar pasar
por alto. Es una vergüenza...
El anestesista me informó que me iba a marear con lo que me
ponía, que abriera y cerrara la mano, perdí bastante del resto de la
conversación, la recuerdo borrosa. Primero, por escuchar lo que me decían; luego,
por la anestesia.
Me pregunto si el “ignorante” que recomendó tratamiento
clínica sería un auditor de la prepaga, si se trata de un médico que atiende a
pacientes o qué… De todas formas, pienso en cómo quedamos en manos de ineptos y
negociados de salud. Recuerdo las demoras, los requisitos cada vez que necesito
una prestación, la forma en que le pagan a los médicos (relación de dependencia
disfrazada en monotributo y el gobierno mira para otro lado ¿quién se mete con una multinacional?)
Entonces trato de enhebrar
pensamientos de manera ordenada. ¿De qué racionalidad hablamos? ¿De qué
libertad de expresión se está hablando? ¿De qué derecho a la salud? ¿De qué
prestaciones de salud estamos hablando? Una persona furiosa por mala praxis con
su madre ingresó a una clínica en Cipolletti e hirió a "Carla Milla, tenía
22 años y trabajaba allí como técnica de laboratorio. Se supone que fue
alcanzada por uno de los primeros disparos que efectuó la agresora cuando logró
llegar al segundo piso, donde funciona la Terapia Intermedia. Fue asistida por
los médicos pero no logró sobrevivir."
(F. Río Negro)
¿Quién va a probar lo de la mala
praxis? ¿Todo va a quedar con la exaltación de un desequilibrado que para colmo
se vestía de mujer? (Digo lo de la apariencia de la persona porque con esto de
cómo uno se presenta es más o menos creíble en una sociedad atravesada por el
parecer y no por el ser.)
Y de allí recuerdo algo que viene
de más atrás, el caso Glasman y lo de la mafia médica
en Bahía Blanca.
“El 28 de agosto de 2002, un desconocido mató de dos balazos a Felipe
Glasman, presidente de la Asociación Médica de Bahía Blanca. Fue de noche, en
una calle céntrica y frente a testigos. Todavía impune, el asesinato corona una
sórdida historia de intereses comerciales y corrupción política por el negocio
de la salud, un cuadro en el que la militancia de Glasman molestaba. También es
un caso con fuertes toques de antisemitismo, testigos amenazados e indicios de
encubrimiento.” (F. Pág/12)
No sé en qué quedó. Me enteré que
un periodista joven la estaba pasando mal. La gente que lo conocía lo hacía a
un lado porque no quería tener problemas.
Luego el contratiempo que tuvo mi hermana con su historia clínica en
otra localidad del sur. Ella no quería que la atendiera más un médico de dudosa
idoneidad y respetabilidad profesional (que mal diagnóstico a su esposo y le
hizo perder un tiempo precioso con su enfermedad). El susodicho no quería pasar
los antecedentes al médico que ella había elegido. Lamentablemente no tenía ni
tiene herramientas para probar negligencia médica de ese fulano.
Y sigo enhebrando comentarios al pasar.
Hace un par de meses, una amiga me relató los inconvenientes para
trabajar cómo médico en la provincia de Bs. As. Parece ser que hay que entrar
en una especie de trenza non santa. No cualquiera puede ejercer para
determinadas obras sociales. LAMENTABLE.
En el medio estamos nosotros. ¿Y los medios de comunicación? ¿De qué se
ocupan? ¿Cuánta gente tiene claro este tema? (Como tantos otros)
Me hace gracia cuando dicen de la libertad de prensa. Un profesor que
tuve en Medios de comunicación aconsejaba escuchar diferentes medios,
compararlos. No escuchar aquellos con los que coincidíamos. Tiene razón.
Escucho CNN en español y presto atención a las estrategias manipulatorias.
Cuando me preguntan ¿Ahora mirás CNN? Contestó sí, aprendo cómo dicen lo
que dicen. Por ejemplo, presentan a un periodista y dicen que sus crónicas son
reproducidas por tales y cuales medios en toda Latinoamérica, España y diarios
de EEUU. ¡Aja! ¿Eso los hace veraces, respetables y éticos? Pasa lo mismo con
los medios aquí. Me hablan de libertad de expresión y me pregunto quién es
dueño de los medios, quiénes tienen acceso para decir, quiénes sin pertenecer a
uno u otro bando se quedan sin voz, etc. etc.
La ideología del mercado opera en todos los órdenes: educación, salud,
comunicación, entretenimiento, etc. Ayer
escuché a alguien decir sobre cuidar el planeta y reproducir el lema de un periodista
de Telesur. ¡Epa! Apropiación de mensaje. Pero lo que no dice el periodista de
un medio oligopólico argentino es que el problema de la contaminación, del
calentamiento global tiene que ver con los excesos del mercado, con que tenemos
que aplicar economía de decrecimiento (y si no, presten atención a lo que pasa
en Europa y el presupuesto del Reino Unido).
Alguien me dijo que no hay monopolio (1) en medios de comunicación
argentinos, uno puede elegir qué leer. Es cierto, en Argentina hay OLIGOPOLIO Y
HEGEMONÍA en medios de comunicación, tal vez es lo más peligroso. ¿Por qué?
Porque hacen pasar gato por liebre. Hacen creer que hay libertad cuando está
manipulada por expertos.
(1) Eso se disimula con tener medios con diferentes nombres,
pero pertenecen a un mismo dueño. El que quiera puede hacer la prueba buscando
quien es el dueño de los periódicos, emisoras de radio, canales de televisión y
otros medios más importantes del país (o busquen grupo tal y allí van a
encontrar, no todo. Solo lo que ellos quieren mostrar)