30.9.08

PREMIO A LA CONTAMINACIÓN

Buenos Aires tiene el triste galardón de ser una ciudad que contamina... (supomgo, como toda concentración "humana" egoísta que no se fija en mal causado a los "Otros"). Hoy la gente de Green Peace colgó la distinción en nuestro fálico monumento, el Obelisco de la ciudad.
Grave es la contaminació ambiental, grave también no reconocer lo malo que se hace y ofenderse por un premio merecido. Además el M.... que nos gobierna, con su sequito de insufribles, responsabiliza a Green Peace por la medida DESMEDIDA de parar el tránsito por parte de organismos oficiales -policía y bomberos-.

Los medios crean opinión... sino miremos lo que pasa en ese país del norte, que hoy hace temblar a todos en lo económico, tanto dijeron de la no intervención del Estado en la economía y del libre mercado que hoy, el estadounidense medio no quiere saber nada de la intervención del estado para el salvataje.
Del mismo modo, por aquí, tanto dijeron en favor del M.... que nos gobierna que así andan las cosas.

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22.9.08

190.224.111.x sin nacionalidad identificada

No podía creerlo, consultó el saldo y sí, era ese. Esa cuenta le pertenecía. Dudó. No recordaba haber abierto esa cuenta. Sintió un extraño malestar. Preguntó por el gerente del banco le informó que los fondos venía por transferencia desde otro banco que a su vez… Volvió a preguntar ¿Cuánto hace que tengo esta cuenta? No podía creerlo. Era más o menos la cantidad necesaria para la compra del departamento para su hija. Desde un lugar inexplicable sentía el deseo de decir “Hay una equivocación. Esta cuenta no me pertenece”. Dijo que quería indagar sobre el origen de los fondos. El gerente la miró con una sonrisita que le hizo más evidente su malestar ¿Cómo tenía una cuenta con cien mil dólares y no sabía de dónde venían? Además, el dinero le era depositado rigurosamente todos los meses desde hacía más de un año.
Volvió a su casa, se miró al espejo. Algo no estaba en su lugar. ¿Estaría loca? ¿Qué tornillo se le había aflojado? ¿Cómo podía ser que hubiera abierto una cuenta y no se acordabacuándoniporquélahabía abierto? ¿Quién depositaba nueve mil dólares en esa cuenta todos los meses? ¿Ella no estaría vinculada con los...? ¡No! Ella ni drogada podía llegar a algo así. Le mostraron un papel con su firma registrada, no había error en el número de documento. Salió aterrorizada.
Sin demora marcó el teléfono de la psicóloga y le pidió una cita con urgencia. La psicóloga trató de demorar la consulta. Ella rogó. Acordaron una cita a las once de la noche de ese día. Se tomó un té de tilo fuerte, no le alcanzó; fue hasta la farmacia y compró un ansiolítico de venta libre. Tenía ganas de fumar. Hacía quince años que había dejado el cigarrillo. Pasó por el quiosco y compró una cajita de chicles. Masticó hasta que le dolieron las mandíbulas. De vuelta en su casa se puso las zapatillas y se fue a correr. Hacía mucho que no lo hacía. Cansada se sentó en el pasto. En su vida había aparecido un tiempo no registrado ¿sería una de esas ausencias de…? No, no era eso. Estaba segura.
Cuando llegó al consultorio Susana la hizo pasar. Estaba seria, distante, la miraba como queriendo decirle “no hables”. Le contó lo de la cuenta. “Lo peor es que llegó a la suma para comprar el departamento para mi hija; es lo que había pedido para el crédito, pero no me atrevo a hacer la operación. Tengo miedo. Mi desesperación por el departamento me lleva a olvidarme de lo otro, de cómo abrí la cuenta, cuándo. Casi ni me importa si se trata de una ausencia, si tengo algún problema psicológico o neurológico serio…”
Susana se movía demasiado en el sillón, Ella se dio cuenta y preguntó ¿Pasa algo? Susana respondió “No. No. Estoy cansada nada más”. Pero con el dedo le hizo señas que callara.
Le aclaró que iba a hacer una interconsulta, que no sabía lo que le podía estar pasando. Que no podía decirle más, que lo irían averiguando paso a paso.
Le pidió la tarjeta de la prepaga y miró el número, le hizo firmar la planilla de la consulta y le dijo que seguirían el miércoles de la semana próxima. Iba a protestar, pero Susana volvió a hacerle un gesto de silencio. Le dijo que la iba a acompañar hasta la puerta de calle porque el portero ya no estaba.
En el pasillo le aclaró “estoy bajo vigilancia, hay algún aparato en el consultorio por el que se enteran todo lo que allí sucede. Sos una de las personas vigiladas, quieren implicarte como informante. Tu identificación es 190.224.111.x -sin nacionalidad- coincide con tu tarjeta, transferí el dinero, comprá el departamento y desaparecé por un tiempo. No escribas, no digas algo que te pueda comprometer.”
Ella dijo simulando estar disfrutándolo:“Es como estar dentro de 1984, el Gran Hermano, el ojo que todo lo ve, me vigila”. Susana preguntó qué era eso del Gran Hermano, ella sonrió. No entendía porqué le había tocado a ella. ¿Qué tenía que ver si decía o escribía algo? Después de todo ¿quién leía sus insulsos textos? ¿A quién había molestado con eso? Seguro que se trataba de una equivocación. “El ser está en la palabra, el ser es en el lenguaje. Ella sólo era un entramado de palabras, una existencia de lenguaje.” Tal vez, solo tal vez, la utilizaban para atemorizar a los que sí eran peligrosos e inasibles.
Llamaría al escribano para que hiciera los papeles, le diría a la empleada de la inmobiliaria que le habían otorgado el crédito. Pediría escritura inmediata y se iría. No sabía bien donde, pero debía ser lejos. Tal vez no tuviera tiempo, tal vez terminaría como el personaje de Brazil ausentándose dentro de un chaleco con muchas tiras.

.....
Continuará

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21.9.08

Consejos vendo, para mí no tengo…

Friedman, en su popular libro Capitalismo y libertad, diseñó lo que se convertiría en el manual del libre mercado y que, en EEUU, constituiría el programa económico del movimiento conservador.

En primer lugar los gobiernos deben eliminar todas las reglamentaciones y regulaciones que dificulten la acumulación de beneficios. En segundo lugar deben vender todo activo que posean que pudiera ser operado por una empresa y dar beneficios. Y en tercer lugar deben recortar drásticamente los fondos asignados a programas sociales. Dentro de la fórmula de tres partes de desregulación, privatización y recortes, Friedman tenía muchas salvedades. Los impuestos, si tenían que existir, debían ser bajos y ricos y pobres debían pagar la misma tasa fija. Las empresas debían poder vender sus productos en cualquier parte del mundo y los gobiernos no debían hacer el menor esfuerzo por proteger a las industrias o propietarios locales. Todos los precios, también el precio del trabajo, debían ser establecidos por el mercado. El salario mínimo no debía existir. Como cosas a privatizar, Friedman proponía la sanidad, correos, educación, pensiones e incluso los parques nacionales. En resumen, abogaba de forma bastante descarada por el abandono del New Deal, aquella incómoda tregua entre el Estado, las empresas y los trabajadores que habían impedido que se produjera una revolución popular tras la Gran depresión.”


Escrito por Naomi Klein en:

La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre.


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Milton Friedman fue célebre por su liderazgo en la llamada Escuela de Chicago tan aplicada en Latinoamérica. ¿No les recuerda a nuestros tan cercanos '90? Sobre salud una de mis hijas me leyó, hace un tiempo, las recomendaciones de el FMI. No entiendo (tal vez, sí, pero me resisto a aceptarlo) ¿cómo no se publicó/a en los medios masivos de comunicación?

Cuando los dueños de campo en Argentina reclamaban porque no podían pagar sus hipotecas, el consejo fue: "que quiebren" (más que consejo, fue una orden).

Creo que nunca se dispuso tan rápidamente de fondos para salvar un desastre financiero...

Pregunto (por bruta que soy no más) ¿Cuántas personas podrían comer con 700 millones de dólares? ¿cuántas fábricas, granjas, hospitales, escuelas... productoras de "capital" (1) podrían establecerse?


(1) Capital: factor de la producción que surge de la acumulación de bienes destinados a la producción de nuevos bienes... ¿Tiene que ver con especulación? ¿Apalancamiento? ¿Balances dibujados? (Pero ¡Qué tonta! A mí me explicaron el concepto de capital desde la Teoría económica "pura", ya se sabe. Las teorías son sólo teorías... y yo soy ignorante.)

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18.9.08

Aprender, Comprender, Aceptar...

Desde esta época de uniformidad,
de este tiempo de soledad
(...)
para
cuando lo que se haya hecho no pueda ser deshecho


Me levanté esta mañana pensando: un retoño de mi retoño cumplió un mes. El otro retoño corre de aquí para allá. El desayuno es liviano, el día está nublado, no hace ni frío ni calor. También tiene que ver el diálogo de ayer por la noche. Después de un largo tránsito de no saber sobre cierto diagnóstico, una de mis hijas me dijo: “por lo menos voy a terminar la facultad sabiendo lo que tiene...” Ese controvertido diagnóstico que no me dejó dormir durante noches enteras, que se metió en mi cuerpo transformado en la rigidez de mis articulaciones, en dolor y casi inmovilidad, en un puño apretando mi pecho, en expresiones de dolor capturadas por alguna fotografía… Después de todo, algo de lo que hice no estuvo del todo mal.

Sonrío, más de la mitad de un ciento de años pesan sobre mi cabeza. Pero ¿Qué son para el tiempo del Universo? Partícula ínfima, que NO “se derrumba como una burbuja”, las burbujas se pinchan, explotan, estallan, vuelan, detonan, revientan, saltan en pedazos… (Sonrío, esa crítica tonta del discurso me lleva a pensar que siempre hay que tener cuidado con lo que se dice o escribe, siempre hay alguien pendiente de la "rectitud" del lenguaje).
En algún lugar de algo que se llama memoria, una masa amorfa agolpaba signos, hoy por la mañana, tratando –como galope de vaca o sea despatarradamente- tratando de traducir eso que alguien dijo: ¡Disfruta el día!
Pero, siempre hay un pero; tal vez, como por efecto mariposa me di cuenta que del almacenaje de hormiga (el que hice durante casi un año) se vaporizaron más de cinco mil semillitas como por arte de magia. “Si la cosa sigue así, nunca vamos a terminar de juntar para el bendito departamento” –reflexioné amargamente.

Hoy me levanté con una sonrisa…Alguien desde algún lugar –se metió con mi dinero y, queriéndolo o no, me arruina el día. Pero ¿QUÉ DIGO? Y ¿los millones de hombres, mujeres, niños y niñas que no tienen qué comer? Recuerda –leíste- “en una isla pequeña una mamá cocina galletas de tierra para comer”.

Debería abrazar como a una brasa tibia el “Sé feliz, Dios te ama”. PERO ¿Creo en Dios?

No importa, bajo el peligro de ser delirante, individualista, egoísta… y todas las etc. Es bueno levantarse por la mañana pensando “hoy va a ser un buen día, no voy dejar que me lo roben. Es mío. Voy a disfrutar el día; cada día como si fuera el último.”

9.9.08

Intuir o ver sin poder remediar…

Si veo en un/a adolescente ciertos indicios de que algo anda mal o regular o cierto desorden peligroso, me pregunto ¿qué puedo hacer? A veces, dando un rodeo trato de llegar a ella o a él, por algún lado, para que reflexione.

Hace un par de años que observo desórdenes en alimentación, en el consumo de alcohol, cigarrillo, drogas… con resultados finales desastrosos.

Si hago una crítica, la replica es inmediata. Se enojan. ¿Qué puede saber una vieja y aburrida profesora a la que le gusta leer libros o el transcurso de la vida?

Dije bien, leer el transcurso de la vida, porque leer etimológicamente es “juntar” y yo junto signos de diferentes tipos, del mismo modo que se juntan las letras y las palabras. ¿Por qué? Porque todo puede ser un texto, un entramado de signos con significante y significado. Sí, aún en esta etapa de la historia donde se dice que hay que leer sin interpretar o que todo es relativo.

¡Aja! Pero eso ¿Qué tiene que ver con el título?

Sucede que un día le decís algo a un alumno (de 17 años) sobre cierto tipo de alimentación y se enoja, por accidente le hacen análisis, estudios y los resultados son: Colesterol alto, presión alta, triglicéridos por las nubes… y no le basta haber visto a alguien de 25 años con problemas de salud por el mismo régimen alimentario chatarroso.

Al año siguiente, me encuentro con varias chicas demasiado delgadas, me recuerdan a fotografías de prisioneros en campos de concentración. Me produce malestar el verlas. Intento que hagan un trabajo sobre el marketing y los desórdenes alimentarios… pero no alcanza.

Y la realidad me golpea cuando me entero que una de ellas, con casi un metro sesenta, pesa hoy 32 kilos. La internaron.

Y estuvo frente a mí hace unos meses. Nos saludamos con afecto y no pude hacer nada.

Una mamá me dijo hoy “los padres, lo primero que hacemos es negar. Es como que no tuviéramos nada que ver.” Y debe ser así no más (lo digo en cuanto a que es y no en cuanto a “deber como obligación o positivamente”) Cuando veo a mis hijas, por cada cosa que les pasa me pregunto ¿qué hice? Y la cuasi psicóloga me sacude con un ¿es normal cómo somos? O con un “por lo general ustedes niegan”.

Y no sé si vi, o me imagine o creí ver un título de una noticia que decía Al año de vida ya se puede pronosticar como va a ser de adulto un bebé”.

Siento entonces como que estoy en la terraza de un edificio y veo venir dos coches por dos calles que se cruzan. No hay semáforos. Vienen muy rápido. Creo que van a chocar y lo único que puedo hacer es sentir lo inevitable.

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6.9.08

Uno de los mejores regalos...

Si la vida nos sacude con sus pálidas, los nietos nos alegran con su sola presencia. ¡¡Emma!! la versión femenina de nuestro maravilloso Nico.

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3.9.08

Como con bronca y junando II

(terapia global, autoayuda o no sé qué)

Quisiera realmente sentir que la bronca es un sentimiento que "tapa" a otro sentimiento más real y más profundo que me niego a reconocer. Ese sentimiento en que me desvalorizo aceptando lo que el otro me arroja con su acción. Aunque puedo "saber" (de alguna manera confusa) que el procesador o fabricante del sentimiento soy yo misma, con mis percepciones, mis valores y mi vapuleada autoestima y hasta puedo aceptar que el "otro" es el detonante circunstancial y yo el material explosivo. Aunque pueda saber todo eso, por más que pretendo darme un abrazo, no puedo. Hoy siento la necesidad de una "curita" para el alma y no hay manera de encontrarla. Me repito una y otra vez que siempre hay algo peor, pero la bronca no me abandona y es un puño que me aprieta el pecho y se agranda hasta dejarme en el vaivén autista del no sé qué hacer para quitarme la bronca, el dolor en el pecho y la impotencia de no poder ayudar a una de mis hijas.
Y la vida es así, y quiero hacer lo mejor, y no es grave lo que pasa, pero "podía haber sido distinto, sin esta piedrota en el camino" -digo- en el tiempo que caigo en la trampa del límite de mis posibilidades. Entonces digo "nunca digas qué más puede pasar(te)" (acordate de Lili, Mariano y Julia) y aunque pueda saber algo, siento que la distancia entre mi escaso saber y mi corazón puede ser infinita.

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