26.7.07

Ajustar las velas para llegar a destino...

No puedo cambiar la dirección de viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino.

Con esta frase me llegó una hermosa foto de Kilian, un hermoso bebé hijo de Mónica (la amiga de Pau que está viviendo en Europa). El pequeño, después de una operación de corazón, está en su casa con sus papis y hermano. Ya tiene tres meses y se lo ve igualmente bello como su hermano mayor.

(Como soy un soquete con lo de las compu, no puedo reproducir la foto). Cuando llegué a casa y vi escrito Argentinien y el remitente ubicado en Suiza, enseguida asocié a Mónica, única persona conocida residente en aquel país. Cuando vi la foto mi marido no entendía nada, empecé como una sucesión de expresiones como: ¡Qué hermoso!, ¡qué suerte!, ¡qué lindo! Hasta que le expliqué de qué se trataba.

MÓNICA, espero que este mensaje te llegue ya que no puedo hacerlo por medio de Pau que se fue de paseo al Sur.

21.7.07

Mi hija Pau…

Mi amiga Tonia me llamó para que le llevara, hasta el museo APES, un CD que había dejado Pau para una artista de tapiz. Eso valía para cumplir con el encargo de Pau y para que la viera a Tonia por el día del amigo.

Medio dormida -por haber trasnochado en una cena con dos amigas muy jóvenes (dos ex alumnas) Sonia, Karina, su esposo y la niña de ellos (Víctor se quedó cuidando a Nico)- acepté ir.

Tomé el colectivo después del almuerzo y medio dormida esperé que Tonia viniera hasta la entrada del museo. Pensaba invitarla a tomar un café en el barcito del museo y me volvería a casa. Tonia me invitó a ver la muestra de tapices, desde ese momento pasé a ser la mamá de Pau, realizadora del video sobre tapices que se estaba pasando. Me presentó a diferentes autoras de tapices y compañeros de trabajo.

Una de las artistas premiada dijo: “Bueno, ahora habría que incorporar los nuevos trabajos”.

En un televisor, en la entrada al salón se podía ver el video, como Pau no me lo había mostrado me senté para verlo. Impecable el video era una retrospectiva de premios; como si fueran las hojas de un catálogo los tapices premiados, en otras bienales, se sucedían más la inserción de planos detalles, explicaciones de las autoras y música cuyo final era una especie de video clip. En los títulos vi el nombre de Pau y no pude evitarlo SE ME LLENARON LOS OJOS DE LÁGRIMAS.

A mis amigos

Pensando en mis amigos escribí esto. Con palabras que siempre tienen el eco de otras palabras. Las que leí, las que me dijeron, las que escuché al pasar... Son palabras, pequeños objetos en los que trato de materializar aquello que puede ser una sonrisa de los que quiero, espuma de mar, perfume de una rosa, aire fresco de una mañana o el sabor de una tostada recién hecha y compartida.

Aunque no publiqué este post el día que se fijó para los amigos, mis amigos saben cuánto los quiero y deseo que los felices días no se agoten en uno solo. (Tal vez me demoré a propósito).

A mis amigos

Hoy es un día más de mis amigos, pero como bien lo dice el zorro al Principito :“Los ritos son necesarios” ,“Son los que hacen que un día sea diferente a los demás días”. Los ritos son importantes en esto de los afectos, porque hacen a un amigo único y diferente a todas las demás personas.

Hoy es “el día de los amigos” y pensé en una tarjeta pero me dije: “mejor buscar entre algunas palabras el puente para contarles aquello que siento”.

Amigo: viene de la palabra Amicus y ésta de Amor. Amor es una palabra opuesta a morir ( A moris) y he aquí que los amigos se asocian con el significado de morar, de quedarse junto a nosotros cuando estamos ( o pensamos que estamos) solos.

Entonces imaginé el significado del hombre en la Luna. Pensé en esos dos hombres, allí solos. Me dije: “ Más allá de lo puramente físico, ellos sabían que había millones de hombres con ellos.”

No tengo millones de amigos, sólo un puñado, que me eligieron o elegí, que la vida generosa me los regaló. Mis amigos son estos que hacen que no me sienta sola porque los llevo conmigo.

Sé que a algunos no los veo seguido. Sé que a algunos los llamo de tanto en tanto, pero siento que lo importante es que los quiero y que ellos pueden contar conmigo.

Un abrazotote cálido

Amalia

18.7.07

"...la mente insegura de los mortales"

En efecto, la vejez es un estado de reposo y de libertad de los sentidos. Tan pronto como las pasiones se relajan y dejan de hacernos sentir su aguijón (…) queda uno libre de múltiples y furiosos tiranos. Con respectos a [las] quejas de los viejos y a sus pesares domésticos, no es en la vejez, sino en el carácter de los hombres donde debemos buscar la causa. Con costumbres apacibles y tranquilas encuentra uno llevadera la vejez. Con un carácter opuesto, la vejez y la juventud son igualmente difíciles.”

Diálogo entre Céfalo y Sócrates

Cap. I República – Platón

He conocido ancianos atormentados, de mal carácter, huraños e intratables; otros, apacibles, miran el tiempo por venir con la satisfacción de un pasado que no le presenta cuentas impagas.

Cuando era joven miraba el rostro de mujeres más o menos de mi edad (hoy), el pelo blanco, la mirada transparente, la sonrisa disponible, la palabra tranquilizadora, el andar suave. Así, quería y quiero ser.

La “vejez” la demoran, las expectativas de vida se alargan. La sociedad se adolescentiza, la filosofía del tiempo se olvida del pasado y el futuro, todo parece plantarse en un eterno presente. Así se excluyen y descuidan a los niños y a los ancianos “del buen vivir”. Niño “¡a la guardería!” Viejo “¡al geriátrico!

Lucir las canas ya no está bien, hay que simular que no se tienen casi sesenta. ¿Por qué te adelantás? Te faltan dos años para cumplir 60”. Decir “me siento como si fuera de …” y nos caemos a pedazos después de cuidar unas horas al nieto. Sentir que trasnochar ya no es para nosotros, que los kilos se enroscan en nuestra cintura, que no sé porqué diablos hay zapatos que nos hacen doler hasta el alma, que cierta ropa –por más que nos esmeremos- solo dicen de nosotras que debemos pensar en otro vestuario, que lo único que no se nos cae son las encías, que el piso queda muy lejos cuando algo se nos cae, que cuando jugamos con un niño necesitamos un guinche para que nos levante, que las computadoras son cada vez más complicadas, que cualquier aparato con botones nos paraliza (aunque nuestro nieto de año y medio a través de ensayo y error manipula todos los botones).

La intolerancia, el mal carácter, el “nada me viene bien” no es exclusividad de los ancianos. Hay jóvenes caracúlicos por todos lados fingiendo disfrutar y queman sus naves en disimulados suicidios en cómodas cuotas.

Así con mi pelo blanco escucho:

“- Profe, a mí me gustaba más como estaba el año pasado. Con el pelo negro y atado.”

- Bueno, este es mi pelo. Así soy yo.

Para mis adentro pienso en que fuera de ese enunciado el jovenzuelo es insoportable y tengo que tolerar sus insolencias, su vocabulario y prepotencia. Tal vez debiera decirle, que si le molesta mi vejez, que la soporte como yo soporto sus modales. Si él no soporta ver viejos porque le anticipan el futuro, no lo lamento. Necesito verme con la edad que tengo para cuidarme, para trabajar solo el tiempo que mi cuerpo puede, para no excederme y luego sentir las marcas en mi cuerpo, para comer lo necesario y sano, para disfrutar el tiempo que me queda en el camino que, tal vez, está escrito o que yo libremente escribo junto a mis afectos.

16.7.07

Jogo bonito

No sé si leí o, simplemente, prefiero creer que algún otro dijo que: no es pesimista quien tiene presente lo que puede ocurrir y lo dice, lo es el que prefiere no pensarlo, no decirlo o algo así porque teme que lo no deseado pueda ocurrir. (1)

Mi marido dijo que Argentina iba a ganar. Le dije “Brasil en otro campeonato empezó a jugar mal y terminó ganándolo. No sé si es macumba o qué, pero su jogo bonito le gana muy seguido a la selección argentina.”

Al final del partido escuché a un comentarista decir que le dolía más por la esperanza que tenía. A mí no hizo más que confirmar lo que pensaba, demasiadas individualidades, muy cotizadas y tal vez sin garra. Me hubiera gustado (tal vez) que más de uno se hubiera puesto contento por aquí.

Lo interesante es pensar en que un conjunto de “individualidades” muy cotizadas no pudo con un equipo de suplentes.

Bien vale adaptar aquello de:

“el hombre se capta así mismo en el otro” (¿Por qué ellos siempre “juegan” mejor? Quizás deberíamos tomarlos como ejemplo más allá del fútbol.)

“el arte, el amor y la amistad, no existe en el hombre sino entre los miembros de un grupo humano” (digamos también que el deporte, la economía, la política y las etc. ...)

¿Y por qué digo todo esto?

Porque recordé un libro de economía en que el autor comienza explicando las reglas de la economía de mercado haciendo un paralelo con el fútbol.

Debe ser por eso que a Brasil lo llama el gigante de de Sudamérica y nosotros aparecemos como una bolsa de gatos respondiendo a regañadientes como ciertos jugadores que se creen Dios.

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(1) Como siempre tengo presente lo no deseado que se nos puede venir encima, quiero atribuirle a “otro” la frase, para no sentirme una aguafiestas consuetudinaria.

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12.7.07

El valor del "intercambio"

Dedicado a Sir Willam

Hola, Sir. Antes que nada quiero agradecerle su comentario. También a Pau, la diferencia es que a ella se lo puedo decir personalmente, si mi respuesta es larga.

Suele pasar que la respuesta de los demás nos lleven a ordenar lo que pensamos o sentimos, quizás nos hagan pensar o hasta modificar algo de lo pensado. En todo intercambio comunicacional, tal vez, ese sea el mayor valor que puedo extraer junto a la posibilidad de saltar sobre mi "separatidad". Empecé a escribir una respuesta al comentario y se me hizo largo, entonces ¿por qué no darle la extensión que surgiera y publicarlo como post? Usted lo merece, es un receptor que me lleva a rumiar sobre lo dicho.

La pre-visión en el tema energía; también en muchos otros - me parece- sólo la pueden hacer quienes piensan en el bien más allá de las ganancias.

Pregunté en una clase sobre las reglas de la oferta y la demanda en libre competencia y la escasez, un alumno me respondió que si no había suficiente oferta de "x" lo que había que hacer era aumentar el precio, eso permitiría "robar" un poco para mantener y mejorar la ganancia. Me pasmó la palabrita "robar", fue dicha con total naturalidad.

Otra cosa, yo escuché al presidente (que mencioné en el otro post) de la cía eléctrica en vivo y directo. En ese entonces tenían energía para vender sin problemas. La pre-visión no se puede pedir a empresas que piensan como mi alumnito cuando la demanda aumenta al doble. Suelo escuchar un programa sobre el campo en Continental, un criador de pollos comentó que en menos de 6 meses había vendido lo que vendió en todo el 2002. En obras de esta magnitud se necesita inversión, ganas de prestar un buen servicio más que el de obtener una rentabilidad copiosa, etc. etc. Recuerdo al presidente de la cía. eléctrica que decía “a mí los accionistas me piden resultados” (eso significaba ganancias para los accionistas, el servicio no importaba, las inversiones no eran bien vistas).

Mi sobrina, Carola, que vive en Roca – Río Negro, me mandó un artículo donde mostraban fotos de la ciudad de Neuquén iluminada como si fuera de día. Con mi marido también observamos la cantidad de luces que están a pleno en calles y avenidas de Baires.

En nuestro país, al desquicio y miopía de los ’90 nos encontramos sumando la continuidad en el 2000, la crisis del 2001 y sigue. (Hay quienes dicen que “María Julia, por lo menos era más inteligente” como si eso atenuara lo que hizo frente a la cuestión de la Picolotti –lo escuché ayer por radio, en una de esas tantas por las que transito como paria desde que perdí la fidelidad a una- Puaj! ¡Qué brutos somos! Y las mujeres, para colmo, en el gobierno nos hacen quedar para el cuerno, no importa que sean pocas, deberían mostrar por lo menos cierto respeto por el sexo – o seguiremos en el lugar de cortesanas ¡Ja! ¡Ja! )

La crisis energética no es un problema privativo de nuestro país. Lo terrible es que lo poco o mucho que tengamos aquí se lo pueden llevar de diferentes formas, p.e.: con inversores a los que se les permite cualquier cosa o venir y por la fuerza, si llegáramos a oponernos seriamente. Tal vez dirían que tenemos “armas biológicas” o que somos el reservorio de peligrosos terroristas que ponen en peligro la seguridad de Occidente.

No sé si W. Graziano tiene toda razón en todo lo que dice, pero me dejó un granito más en lo que venía leyendo como: teorías económicas, manipulación de la curricula en los centros de estudios (para orientar las formas de pensamiento de acuerdo a con el poder económico mundial), Informe Lugano, Informe del Club de Roma (década del ’60), + Desarrollo y subdesarrollo (’70) + Las venas abiertas de América Latina (’70) + textos escritos por Chomsky, + por Hobsbawn (en la actualidad).

Ayer escuchaba a un abogado ecuatoriano hablar de la Texaco en Ecuador, hace 14 años que están en litigio por las depredaciones que han realizado en la selva, los ataques a los pueblos que allí habitaban, etc. etc.

Eso es lo lamentable. Mientras tanto seguimos alimentando de mil y una manera aquello que tarde o temprano se convertirá en el señor que nos pida tributos como en la Edad Media.

Ya que estoy en este delirio de asociar y recordar diferentes lecturas, me viene a cuento ese teórico “pesimista” llamado Thomas Robert Malthus, para quien la población humana crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética. Así, decía él, llegáremos al momento en que la población no encontrará recursos suficientes para su subsistencia; desarrolló la influyente teoría de que la población crece más rápidamente que los recursos, conduciendo a una progresiva pauperización de la población. (Cuento que cierto hombre de ciencia, que conozco, frente a los problemas actuales y la escasez y las etcéteras, dijo: “es que somos muchos”. Y me acordé de la película Sangre de Cóndores, en los ’70 donde documentaban a “bondadosos” estadounidenses trabajando en algunos pueblos de Latinoamérica castrando a las mujeres para que no tuvieran hijos o dándoles anticonceptivos poco saludables.)

El método positivo malthusiano propone buscar el camino del equilibrio mediante la muerte, con sus diferentes formas de alcanzarla como son las epidemias, el hambre y las guerras.

"En vez de recomendarles limpieza a los pobres, hemos de aconsejarles lo contrario, haremos más estrechas las calles, meteremos más gente en las casas y trataremos de provocar la reaparición de alguna epidemia".

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Evidentemente, después de estas lecturas no me animo asomarme al neo-darwinismo social.

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11.7.07

Brrr!!!! ¡Qué frío! II

En Baires, hoy no nieva pero hace frío.

Llegué a esta ciudad en el ’69. Por aquella época mi madre me enviaba trajecitos tejidos de lana, tejidos con la knitax, usaba pulóveres gruesos tejidos a dos agujas, porque no había la multiplicidad de telas antifrío de hoy. Desde hace unos años los inviernos casi no los sentíamos, pero parece que esta vez el clima cambió. Inclusive en mi pueblo las térmicas de 12 a 15 grados bajo cero, de cuando yo era una niña parecieron dejar de existir; hace unos pocos años atrás la temperatura permitía que la gente anduviera en junio de remera. Todos comentan esta cuestión. La ola de frío se hace sentir en todo el país, en estos días. Mi hermana que vive al norte de la Patagonia, en la puerta de entrada -diría yo- cuando uno va desde Baires, me contó que tienen temperaturas de 12 grados bajo cero a mediodía, que se congelaron los caños de agua y le reparten agua todos los días y que le cortan la luz. No me dijo nada del gas.

En casa hace un poco de frío, me pongo el “polar”, camiseta y pulóver finito debajo, zapatones de suela gruesa y medias de lana largas. Obediente a los consejos de economizar luz o gas solo funciona lo indispensable, la única estufa que está al máximo es la del dormitorio. En cuanto a la luz, me cuestiono hasta el uso de la compu (A Dios gracias, la tarea de planchado la reduzco al mínimo, nunca una convicción encajó tan bien con algo para lo que soy poco ducha) Aún así, me siento una privilegiada, la cuestión es que no sé por cuánto tiempo más.

La gente protesta, escucho un montón de pavadas todas juntas. Cierta vez un taxista me dijo “A mí que no me vengan con que tengo que economizar electricidad. Yo llego a mi casa y quiero estar cómodo, para eso trabajo. En verano uso el aire (acondicionado) y en invierno la estufa.” Escucho los comentarios de la gente en diferentes radios, ombliguitos del mundo, mientras ELLOS ESTÉN BIEN, la crisis les importa un cuerno. Pero hay cuestiones que tarde o temprano nos alcanzan. Se sabía que íbamos a tener estos problemas, que no creo que sean privativos de los argentinos, los bolivianos no nos venden gas porque lo quieren usar ellos, los brasileños no nos venden energía eléctrica porque tienen sus problemas, ídem los uruguayos, así que DICEN (no estoy tan segura) se suspenden/suspendieron o suspenderán las exportaciones de gas a Chile (por parte de empresas que fueron privatizadas en los ’90, no hace falta que agregue más). En una cena de fin de año, el presidente de una distribuidora de electricidad, decía que su servicio era utilizado en los hogares desde el desayuno en adelante durante todo el día. Claro que en esa época, las fábricas estaban cerradas y el campo no tenía que reclamar gas oil, ni urea granulada para el trigo.

A esto sumo una entrevista, escuchada en Continental, a un abogado de Ecuador, relató los desastres realizados por la Texaco y un litigio que lleva 14 años.

Y todo junto me hace resonar las palabras de Walter Graziano y el bendito techo de producción de petróleo para el 2010.

Si fuera escritora (por lo menos con una pizca de talento) escribiría ficción ligada a los economistas pesimistas. Algo acerca de los muchos que somos en un sistema que colapsa y se queda sin agua, sin combustible, sin alimentos y empiezan un duro combate por sobrevivir. Por ahora me quedaré con aquella vieja película futurista de las galletitas hechas con humanos, con la pérdida de los bosques, de las praderas… Pensaba en la película sobre el frío polar que hacía que los EEUU “perdonara nuestras deudas” por el asilo que le daba México a los emigrados muertos de frío provenientes del norte.

Y de aquí a acullá, los hombres no sabemos cuidar de nuestra casa, no nos damos cuenta que no somos amos (tal como plantea el Génesis bíblico) para disponer a nuestro antojo de los bienes, solo tenemos este lugar en préstamo para entregarlo a nuestros hijos.

Brr!!! Hace frío en Baires, mi hija llamó, están viendo el partido. Mi nieto (con sólo 14 meses) ya grita ¡gol! y patea una pelota.

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10.7.07

Brrr!!! ¡Qué Frío!

Para mí, los 9 de julio tienen sabor a fundación de un pueblo con reminiscencias fosforescentes reflejadas sobre el río Negro, nací en Choele Choel (nombre derivado del mapuche que significa fantasmas).

Cuando vine a Baires se convirtió, además, en el cumpleaños de Victoria Argentina, una compañera de pensionado, luego mi amiga, que hoy vive muy lejos. Nació el día de la Independencia Argentina, como si fuera poco en la placita al lado del monumento del Cid Campeador (no llegó a la clínica, se apresuró a nacer y el padre recién recibido de médico la trajo al mundo)

Ayer, el 9 de julio, fue el día de la nevada en una ciudad que no tiene por costumbre cubrirse de nieve.

A la hora de la siesta hacía frío, estaba húmedo, podía llover y caer agua nieve. Así fue, mientras hacíamos dormir a Nicolás, sentí que los sonidos se atenuaban. Recordé que cuando era chica, y vivía en el sur argentino, cuando empezaba a nevar se producía algo así como silencio. Le dije a Celes: “Se atenuaron los sonidos, empezó a nevar”. La persiana estaba baja y no veíamos lo que pasaba. Nos avisaron que había empezado a nevar, Nicolás ya no quiso dormir. Veíamos la gente festejar, salir a la calle. Los miré por la ventana. Debo ser una aguafiestas empedernida. No me salió ir a jugar o festejar.

Cuando tenía 15 años disfruté de una gran nevada en mi pueblo, con mis amigos salimos a hacer un muñeco más alto que yo (para ese entonces yo medía 1,70- ya perdí 2 cm.). Empezamos con una bolita y la hicimos rodar, se hizo gorda y pesada. Sobre ella pusimos una más chica y luego otra más pequeña para la cabeza. Con cantos rodados le hicimos los ojos, los botones de su traje blanco, le colocamos una bufanda y un sombrero. Jugué todo el día en la calle. Por la noche empecé a toser, fue uno de los tantos ataques de tos que no me dejaban respirar.

Ya no tengo 15 años, hace poco estuve con tos, no me dieron ganas de salir, pensé en el frío, en la gente sin comodidades, en el frío del sur.

Cuando era chica solía ser normal ir al colegio con 12 grados bajo cero, al respirar me dolía hasta el esófago, el aire se convertía en un cubito helado que me llegaba a los pulmones, mis manos se entumecían y mis pies se convertían en torpes adormiladas extremidades que me sostenían dificultosamente. Pegaba saltitos para que no se me congelaran, los guantes tejidos eran inútiles, las bufandas me ahogaban, los abrigos me convertían en una ridícula bola de trapo.

Vi nevar otras veces, llegué a ver copos del tamaño de mis manos (que no son muy chiquitas).

Miré por la ventana y pensé si al día siguiente estaría todo barroso y patinoso como en mi pueblo, la nieve es simpática cuando no se sufre la contra cara. Pensé en una villa, en el aire helado ingresando por las hendijas de una casa de chapa, recordé mis 13 años, la casa circunstancial que habitamos en esos días, era fría y desagradable por donde se la mirara.

¿Quién podía entenderme? Supongo que solo aquel que haya pasado por algo parecido. Vi la nieve en Bariloche en un viaje con alumnos, ellos la disfrutaron, yo no. Fui para ser niñera. Era una experiencia que quise vivir para saber qué hacían en los viajes. Mis ojos, mis oídos, mis sentimientos se dedicaron a desocultar otros significados. Todo armado, un paquete iniciático preparado para hacer reír, llorar, emborracharse, sexo… y bue, restos tribales que persisten y que adultos y jóvenes no se animan a afrontar como tales.

Y quedaran de esta nieve en Baires algunas fotos, algunas sonrisas en las que me vi involucrada. La maravilla de un fenómeno es sólo eso, apariencia. Soberbia humana sobre el conocimiento y el disfrute de los sentidos, la cosa en sí ¿podremos verla alguna vez?

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3.7.07

¡Ay! Patria mía.


Hace casi dos siglos, un 20 de junio, cuando en el territorio de las Provincias unidas del Río de la Plata -hoy Argentina- se dio algo así como un triple gobierno. Frente a tanto desencuentro dicen que las últimas palabras de Belgrano fueron ¡Ay! Patria mía.

Suelo parafrasear a un escritor y decir que los argentinos no somos ni buenos ni malos, SOMOS INCORREGIBLES!!!!

Aunque no estuve en el museo, no sé cómo, pero lo que hizo cierto argentino me salpica. Me refiero al LADRÓN que se “llevó” el reloj de Belgrano. Ese que diera en pago de su deuda con el médico.

¡Qué lo parió a ese tipo! ¿Justo tenía que llevarse uno de los pocos símbolos auténticos que nos quedaban? Debe ser que no tenemos historia, ni la vamos a tener. A los pueblos no los hace un individuo, ya lo sé, pero cuando las cosas se repiten en un sentido mucha esperanza no nos queda.

Belgrano fue uno, irrepetible. Austero, honrado, dio todo en función de un ideal. Ya no queda gente así, porque si quedara le dirían que es un Gil, tal vez tratarían de decirle que es un desubicado, lo acosarían con bromas para que se sintiera mal…

Como si fuera poco, en Tafi del Valle, al norte de Tucumán SE ROBARON UN BUSTO DE SAN MARTIN.

Dicen que a la ocasión la hace el ladrón, aquí: o tenemos demasiadas ocasiones o somos un caso perdido. ¡Ay! Patria mía ¿de qué lado estoy yo?

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Tal vez tenemos una pelota en lugar de cabeza. Por eso será que a un jugador de pelota se lo transforma en algo así como Dios.

Ayer, escuché (y no quise ni mirar) a uno de esos dioses peloteros enojado. Un periodista le preguntó cómo había visto el juego de la Selección: Yo, bien ¿vos no? Hay que estar allí para hacer goles y no hablar desde afuera, respondió el irascible jugador. El periodista no se animó a responderle, otro dijo: “para eso se te paga”. Sí, a él le pagan y los que viven, hacen el negocio y hacen pensar que la gloria se vive porque un señorito mete un gol ¿quiénes son? Un jugador recibe más dinero que mucha gente que trabaja de sol a sol todos los días. Esa gente que trabaja ¿qué siente? ¿por qué no reclama igualdad? Bueno yo trabajo, ya no me gusta hacerlo demasiado, ya no miro fútbol, a veces llego a desear que la selección pierda así nos dejamos de tonterías. Y si digo esto fuerte, van a pensar esto o aquello, pero no será hora de pensar ¿argentinos a las cosas? (Sí, ya sé que a quién dijo esa frase se lo acusó de derecha, pero no me parece mejor que celebrar el fútbol como si fuera el nuevo opio de los pueblos.)

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2.7.07

Con aliento a Cebolla

Un profesor de marketing decía: “Un niño que ve que su familia toma gaseosa en las comidas, va a tomar gaseosas cuando grande”.

Rodolfo Barros, en La Marca y el deseo, señala que un niño en un supermercado a los pocos meses de vida ya recibe los estímulos del marketing.

Mi profesor no creía en el marketing infantil, más los estudios de neuromarketing marcan la respuestas a los estímulos aunque el conductismo no goce de gran prestigio en estos tiempos.

Lo cierto es que los niños reciben la influencia del entorno, copian y los consumos que hagan tendrán que ver con lo que ve en la mayor parte de los casos (tal vez en todos).

El pequeño Nicolás ya cumplió más de un año. Desde hace un mes y medio camina, todavía no está ducho con el equilibrio, pero ya quiere correr y mirar hacia todos lados. Pensando en la herencia y como fueron sus padres pensamos que es normal que intente treparse por todos lados. Así ha conquistado moretones en las piernas y alguno que otro golpe más importante. Por mi parte, junto a su mamá, la tía Pau y el abuelo Víctor, contribuyo con todo lo que tenga que ver con libros.

Nicolás aprende como una esponja de todo lo que ve a su alrededor. Es el niño “toca botón”, con su dedito intenta manejar los controles remotos, el equipo de música, las llaves de la luz, los botones de cuanto teléfono queda a su disposición –así ha hecho llamados sin que los dueños se dieran cuentan y hasta una llamada internacional.

El sábado estuvo en casa, fue hasta el cajón donde guardo las papas y las cebollas, sacó una cebolla y me la dio. Su mamá dijo “Abuela, peláme la cebolla o me la como con cáscara”. Mi respuesta fue ¿Cómo le voy a dar cebolla? El pequeño no esperó y se arrimó la cebolla a la boca. Así fue como me enteré que cuando va a la casa de la abuela Mónica ve a Hugo, su esposo, comer ensalada de cebolla. Una vez pidió de comer y se la dieron pensando que no le iba a gustar. Pelé la cebolla, corté una rodaja finita y Nico me mostró la satisfacción con que la comía con una sonrisay me pidió más.

Después de la siesta se despertó con muy buen humor, sólo que tenía el más agradable aliento a cebolla que yo hubiera percibido hasta entonces.