3.7.07

¡Ay! Patria mía.


Hace casi dos siglos, un 20 de junio, cuando en el territorio de las Provincias unidas del Río de la Plata -hoy Argentina- se dio algo así como un triple gobierno. Frente a tanto desencuentro dicen que las últimas palabras de Belgrano fueron ¡Ay! Patria mía.

Suelo parafrasear a un escritor y decir que los argentinos no somos ni buenos ni malos, SOMOS INCORREGIBLES!!!!

Aunque no estuve en el museo, no sé cómo, pero lo que hizo cierto argentino me salpica. Me refiero al LADRÓN que se “llevó” el reloj de Belgrano. Ese que diera en pago de su deuda con el médico.

¡Qué lo parió a ese tipo! ¿Justo tenía que llevarse uno de los pocos símbolos auténticos que nos quedaban? Debe ser que no tenemos historia, ni la vamos a tener. A los pueblos no los hace un individuo, ya lo sé, pero cuando las cosas se repiten en un sentido mucha esperanza no nos queda.

Belgrano fue uno, irrepetible. Austero, honrado, dio todo en función de un ideal. Ya no queda gente así, porque si quedara le dirían que es un Gil, tal vez tratarían de decirle que es un desubicado, lo acosarían con bromas para que se sintiera mal…

Como si fuera poco, en Tafi del Valle, al norte de Tucumán SE ROBARON UN BUSTO DE SAN MARTIN.

Dicen que a la ocasión la hace el ladrón, aquí: o tenemos demasiadas ocasiones o somos un caso perdido. ¡Ay! Patria mía ¿de qué lado estoy yo?

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Tal vez tenemos una pelota en lugar de cabeza. Por eso será que a un jugador de pelota se lo transforma en algo así como Dios.

Ayer, escuché (y no quise ni mirar) a uno de esos dioses peloteros enojado. Un periodista le preguntó cómo había visto el juego de la Selección: Yo, bien ¿vos no? Hay que estar allí para hacer goles y no hablar desde afuera, respondió el irascible jugador. El periodista no se animó a responderle, otro dijo: “para eso se te paga”. Sí, a él le pagan y los que viven, hacen el negocio y hacen pensar que la gloria se vive porque un señorito mete un gol ¿quiénes son? Un jugador recibe más dinero que mucha gente que trabaja de sol a sol todos los días. Esa gente que trabaja ¿qué siente? ¿por qué no reclama igualdad? Bueno yo trabajo, ya no me gusta hacerlo demasiado, ya no miro fútbol, a veces llego a desear que la selección pierda así nos dejamos de tonterías. Y si digo esto fuerte, van a pensar esto o aquello, pero no será hora de pensar ¿argentinos a las cosas? (Sí, ya sé que a quién dijo esa frase se lo acusó de derecha, pero no me parece mejor que celebrar el fútbol como si fuera el nuevo opio de los pueblos.)

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, Profesora!
Dos cosas: El ladrón robó por encargo de algún coleccionista sin escrúpulos. No me cabe duda. Y con lo de la pelota, tiene toda la razón. En este país se discute de fútbol hasta cuando no se discute de fútbol. Es increíble como trasladamos a cualquier tema las variables de "rival" "enemigo" "el otro" "o sos de Boca o de River"...En fin.

03 julio, 2007 21:54  
Blogger Amy said...

Hola, Sir! Antes que nada soy Amalia.
Sobre el reloj, para coleccionista o para fundirlo... ¿Hay mucha diferencia? Se robaron algo así como dos símbolos. Y con respecto al fútbol, dicen que detrás de toda negación hay una afirmación, yo también lo creo. Un mes antes que mi papá muriera le pregunté ¿miraste el partido? Me respondió con tristeza: No, ya esto no es deporte. Me dolió, porque él no estaba bien anímicamente, para él ver fútbol era un entrenimiento. Aunque a mí ya no me importaba cómo iba Independiente, le hacía alguna broma, pero ver su desencanto para mí fue revelador. Ni qué agregar lo que viene sucediendo alrededor del fútbol en estos tiempos. Allí ponemos mucho de nosotros mismos, tal vez yo ponga la negación de que los argentinos somos irremediablemente así. Puf! qué largo, las síntesis... ya sabe no es mi fuerte.

04 julio, 2007 14:53  

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