7.12.07

Me limaste el cerebro

Una alumna sentada en el piso, otra acostada a lado charlan en el patio del colegio mientras se les acerca una profe. Se saludan, una de ellas (R) le dice:

- Ayer estaba leyendo un libro y me acordé de vos, de lo que nos enseñaste.

- Mire, yo estoy tranquila. Me lleve dos materias nada más –dijo (G). Me puse a mirar la tele y de repente empecé a pensar ¿por qué pusieron eso?, ¿qué nos están queriendo decir?, ¿qué querrán que hagamos?, ¿son signos o símbolos? Así no se puede. Me limaste el cerebro.

- Así está bien -responde la profe casi orgullosa- Deben sospechar de lo que le dicen y no entender literalmente. No hay que ser como títeres. Ustedes tienen que aprender a manejar sus propios hilos.

- Pero así no puedo disfrutar de la ver la tele. Me limaste el cerebro

- Pensá, justamente utilicé parte de la técnica de comunicación de la publicidad y de la tele. Explicación breve que se repite una y otra vez, como los avisos. Hice avisos con los contenidos del programa. Si pasó eso con la materia que no te gusta y vos sabías que lo estaba haciendo ¿no te va a pasa con lo que aparece en la tele?

- Creo que mejor es no saber nada de eso, es demasiado pesado, no me hace feliz –dijo R.

- No, no. Nada de eso. Saber no tiene porque hacerte infeliz. No querer saber es conformismo. Hay que aprender a ser consciente sin preocuparse… -agregó la profe y se guardó de aclarar: el conformismo es una mentira, en alguna parte de nuestra cabezota sabemos lo que no está bien y cuando nos damos cuenta: duele, lástima, se dispara para cualquier lado. Pensó ¡pobres! Ya están de vacaciones, mejor dejarlas en su inocencia. Tarde o temprano van a aterrizar, espero que no lo hagan mal.

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