17.9.12

Estornudos a pedal

Cuando entro a face aparece el cartelito ¿Qué estás pensando? 


Este enunciado me estimula a escribir, es terapéutico. Por si acaso, pueden obviar leer lo que escribo. No me ofendo. Escribo porque es mejor que hablar sola en voz alta.
Dicen que si uno habla solo está loco, pero ya se sabe las conversaciones internas existen. Prefiero escribir, eso disminuye mi grado de locura.

Tomé mi té de orégano. Parece que me sentó bien... esperemos 
seguir así.

Ayer fue un domingo como otros tantos. Salimos a caminar por este barrio tan cambiado desde que nos mudamos.
Plaza Nicaragua, bares, la gente toma cafecito, habla como para que lo escuchen los que obligatoriamente circulan entre las mesas. Calle cortada, policías, bomberos ¿Qué pasó?

Ja! están haciendo marketing institucional. Llevaron una autobomba de los años '30 e invitaban a los peques con sus papis a dar una vueltita.
Simpáticos.

Vuelta a la plaza. Cruzamos para ver una enredadera hermosa frente a un café. Seguimos por allí, en la esquina un hombre muy preocupado dijo: Es más barato ir a a Miami que a Mar del Plata... bla, bla, bla (como dice Nico).
(Mal por Mar del Plata, Ja! por el drama del señor)

Leí en una de esas páginas de face que uno pincha y aparecen muchas diapositivas:
A un grupo de niños en una aldea africana se les dijo que el primero que llegara a una cesta con frutas sería el dueño. ¿Qué hicieron los peques? Se tomaron todos de la mano y llegaron ¡Juntos! Les preguntaron el porqué.

Respuesta: Si uno de nosotros está triste, los demás no podemos ser felices.
Así que todos debían compartir.





¡Ay dios! Quiero un poco de estos chicos circulando por aquí.
Digo, como para contrarrestar a esa señora que en la tele se queja por lo malo de la asignación universal por hijo.

Les advertí, mis conversaciones internas son así. Esto fue escrito como un estornudo a pedal.