18.9.12

ESTORNUDO A PEDAL II


Hace un rato escuché a Tomás Abraham (profe que modestamente defendí junto a mis compañeros en una protesta ante el rectorado de la UBA, cuando lo querían separar de una cátedra del CBC, aunque nunca me cerró ni me cierra totalmente su posición -año 1985 u 86). 

Lo llamaron de radio Mitre para que analizara la situación actual en Argentina. (Está bueno leer o escuchar lo que está en los extremos para 
tratar de hacer equilibrio y no hundirse en una caverna mirando la pared del fondo.)
Habló de los miedos... Supongo que la oposición y a todos los que no les gusta este gobierno debieran prestarle atención. Diría que Abraham es un antiK (Sí, es antiK).
De lo que escuché me quedó que por el camino que vamos las cosas se pueden poner peor.
Dijo que el miedo a ser como Venezuela es nada en comparación a otros viejos miedos, que son los que hacen que se apoye a este gobierno.
Que no había oposición en serio, que cada fracción de la oposición representa uno de los viejos miedos: corralito, resto de menemato, falta de trabajo… etc.
Dijo también que para hacerse fuerte un gobierno necesita un enemigo para que los lleve a defender. Esta charada no sé quien la tiene en cuenta. Además, dijo que el gobierno tiene el apoyo de gran parte de la sociedad (parte del campo, de la industria, de la gente común, de los que menos tienen, etc.)
Agregó que la única forma de salir, por el momento, es una explosión dentro del grupo dominante, por eso el ataque furibundo a Scioli.
CH. G. le contestó que su comentario le dejaba depresión.
Así andamos…
Divididos y no hacemos música,
En pelotas y no como dijera San Martín para pelear independencia.

Me siento Fuera de lugar. Ni con los K ni con los otros. Me siento en Orsai (como los textos de la revista que me prestó Pau) entonces viene bien una parte de la letra del Fuera del lugar de R. Mercado (que lo escribió para otro lugar y tiempo, pero me siento así, fuera de lugar).

“Y la ingenuidad explotó y dejó tan solo al cuerpo
y quedó en el aire, realidad.
Entiendo que vos no estás de acuerdo con tu infierno,
entiendo que viene de otro el mal.

Cambiando algún juego por las tranzas y los hurtos
sé que hoy vos no te gobernás.
Un intenso cambio no solo depende de uno
esta selva no te da amistad.” 

(Pero como dijo Galeano o mi sobrina Caro, tal vez pequeñas partes puedan componer un todo).