20.4.12

Peleados con el mundo

Tras el desaire a los españoles, la situación es peor. Los cuestionamientos llegaron no sólo desde la Península Ibérica. También provinieron de Francia, de Italia, de los Estados Unidos, del presidente del Banco Mundial y hasta del propio primer mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, que públicamente le dijo a su par español, Mariano Rajoy: "Aquí no expropiamos, señor presidente". [¡Ay! Juan Ma, ¡Qué bueno que sos!]
Las críticas a la Argentina podrían multiplicarse desde hoy. El tema YPF sería tratado tanto en una reunión de ministros de Comercio del G-20 en México como, quizá más tangencialmente, entre los asistentes a la asamblea del FMI en Washington.

Extraído de lanacion.com.ar

También en La nación se dice que más de 40 países han protestado por la restricción de importaciones. ¡Joder! Si estamos en crisis (y no solo en Argentina) ¿no podemos protegernos? ¿A qué se ha dado en llamar soberanía? ¿Los países de cuarta o quinta no pueden ser soberanos? Aunque me pese y no me guste la gente que administra el estado argentino ¿No lo eligió la mayoría? ¿No tienen la misión de que no salgan u$s fuera? (Y a propósito de esto: supongo que también debería hacerse extensiva la medida de cuidar los u$s para funcionarios estatales y no ir a la tilinguería de traerse cuanta estupidez puedan de los shopping de Miami o zapatitos y carteras de Francia. O mandar depósitos fuera. ¿No?)
¡En fin! La estrategia del diario la nación es poner un artículo a favor y unos cuantos en contra, como para decir que informan; para decir, como escuché a cierto jefe de redacción, que ellos dicen “la verdad”.
No sé cuál es la verdad en este caso, aquí hay muchos ríos revueltos y, por lo poco que leí, parece que en España hay uno que otro río desbordado. Entonces ¿Qué mejor que dramatizar el enojo o las ventajas de algo? Creo que el drama vale para aquí y, tal vez, para los de allá. El escandalente tapa o deja de lado otras cuestiones que se venían diciendo. Amén de esto, aquí ya salieron a decir algunos opositores (a quienes poco quieren o quiero) que esto y que aquello. ¿La verdad? Ni siquiera sé si dicen la verdad o es algo parecido a la batalla de la Vuelta de Obligado. (donde ciertos países se creían con derecho a meterse en el país como pericos por su casa y los de la oposición a Rosas no tuvieron mejor idea que asociarse a los extranjeros).
Por lo que pude saber, por gente que conozco trabajando en empresas comandadas por españoles, a los inversores de la Vieja España (ayudados por secuaces locales) solo les interesa/ba cuánto podían y pueden llevarse. La gente se envenenaba con lo que veía y sentía. Si las cosas eran como se contaban, no era para menos.
-¿Y la fiscalización del Estado?
-Bien gracias, brillaba por su ausencia.
Ahora bien, los españoles se van y parece que nos llegan los chinos. ¡UPS! ¿Nos vamos de Guatemala a Guatepeor? (1) ¿Cuándo empezó este cambio de baile? Hace unos 8 ó 9 años, un día estaba en un restaurante chino esperando mi almuerzo para llevar a la oficina; en una mesa había cuatro comensales, dos chinos y dos argentinos. Escuché que los chinos decían que hacía unos cuantos años que ellos estaban invirtiendo en Argentina y alguna otra cosita. Me entregaron el Chop Suei y me fui, como quien dice, con el alma en pena.
En el 2011 leí que los chinos querían arrendar tierras en Río Negro, prov. donde nací, sentí (¡persistente los chinos!) Otra vez sentí esa sensación de desprotección y hecho consumado. Iban a usarlas para cultivar. No hacía mucho mi sobrino me había dicho de los peligros del exceso de agua y la salinización de tierras en la zona. Sumado a esto está la extranjerización de tierras en toda la Argentina con agua incluida. Mi hermano decía que la Patagonia iba a ser “tierra ocupada” y le contesté “ya está llena de ocupas” ¿De dónde crees que somos todos los blanquitos que andamos por aquí? Pero bueno, aunque seamos la tercera generación por rama paterna y la no sé cuanta por nuestra madre, en el revoltijo de inmigrantes en mi familia nos consideramos argentinos. Hete aquí que el “crisol de razas”, del que solíamos estar tan orgullosos, ha dado esto: gente que le importa poco hipotecar el futuro, la gente que le rodea, el respeto por la dignidad, la solidaridad expresada en “No me importa que me falte el celular último modelo si eso contribuye a mejorar la situación…etc. etc.(2) Este crisol de razas con una base española e italiana muy fuerte –en la que se confunden mis ancestros- también dio los políticos que hoy nos representan. ¡Qué los tiró de las patas!
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(1) Por las dudas quiero aclarar algo que leí sobre este dicho y con el que estoy de acuerdo. Pasar de Guatemala a Guatepeor resulta ser así, y por elemental imperativo categórico, absolutamente inevitable. Si nada es mejor que Guatemala, mal podría pasarse de esta sino a algo necesariamente peor, pero no porque Guatemala sea mala, sino porque no hay nada mejor. Y así entendido, tal ocurre si de Guatemala se pasa a España o a México (que también andaban con el negocio de YPF y la Repsol) o a cualquier otro país.
(2) Cuando escribí lo del celular es como para dar 1 ejemplo de las muchísimas tonterías que no se importan y por las que se queja la gente. Excluyo de ello las máquinas para la industria, los medicamentos y todo aquello que sea necesario para el trabajo y la salud de la gente. Soy bastante bruta y desinformada, pero no es pa’ tanto. Por eso sigo con estos estornudos escritos de la alergia que me ataca por lo que pasa aquí y más allá, también. Es la somatización, que le dicen.