20.3.12

Un día sin carne



En febrero de 1965 mi madre me regaló un libro de comida vegetariana. Hago muchas recetas de ese libro, pero seguí comiendo carne, sobre todo la de vaca.
Cuando quedé embarazada de mis melli, no podía soportar ingresar a una carnicería ni comer carne, pero terminado el embarazo seguí comiendo carne.
Veinte años después dejé de comer carne y una médica me dijo ¿A ud. qué le pasa? (gesto de si estaba loca). Está anémica. Lo que esa médica no tomó en cuenta, ni analizó, es que mis problemas eran de herencia y que la carne poco podía hacer para solucionarlos. Seguí comiendo carne por esa costumbre de ser obediente a lo que me indican. (Y cuando digo "carne" me refiero a la de vaca, porque en mi país pareciera ser que las aves y los peces pertenecen a otra categoría)
A mi hermoso nieto mayor no le gusta la carne de ningún tipo, con sus cinco añitos insistía en ser vegetariano. Y a mi me parecía que estaba mal porque está creciendo.
Desde hace una semana, pensando en mis problemas de salud decidí ser vegetariana. No tenía ni idea que existiera un día sin carne. Ni que algunas primeras damas hubieran prohibido la carne en la resindencia oficial.
Más allá de la moda, lo snob o lo que sea...
Tal vez, después de la prueba de una semana sin carne le siga otra, y otra, y otra... Sin darme cuenta, después de 3 ó 4 semanas adopte el hábito de comer vegetales, por más de un motivo y, si es por ser egoístas, al menos, por mi salud para ver si logro bajar los 264 de colesterol que marca mi último análisis de sangre (y sin tomar pastillitas) del mismo modo que bajé los triglicéridos.