8.10.10

Acerca del significado de adolescente.


Muchas veces, el profundizar sobre el significado de una palabra parece una cuestión menor, un delirio intelectualoide o cualquier descalificación que se le parezca.

Escuché en estos días, más de una vez, en la tele y en la radio que un adolescente es el que carece. Estuve tentada de acercarles otra versión del significado, me quedé en el camino porque no tenía tiempo para buscar la dirección para mandar mail y además porque ni ahí que pasan algo les muestre el error. (No sé porqué la gente de producción no busca un poquitín más para no confundir a los que los escuchan, 1º ver en el DRAE, luego tratar de buscar en un diccionario de latín, recurrir a un buen diccionario etimológico o ir al siguiente sitio: http://www.elcastellano.org/palabra.php?q=adolescencia

y luego ver qué piensan las diferentes ciencias sociales sobre ¿qué es un adolescente?)

Estoy convencida que si confundo el significado de las palabras, aunque la lengua es algo vivo que va cambiando los significados y los significantes de esa convención que utilizamos para comunicarnos, voy a encaminar mi razonamiento hacia tal o cual lado. Si miro al “otro” creyendo que carece y hasta le digo "sos un careciente" ¿no lo condiciono? Si carece de ciertas facultades ¿puede ser responsable de sí mismo y de lo que hace a terceros?

La confusión del significado de adolescente, supongo, surge a partir de cuál es la etimología de adolescencia. Algunos creen que adolescente viene de ad- dolecer y no de adolescens, -entis.

En el sitio que mencioné figura lo siguiente:

La palabra adolescencia proviene de la raíz indoeuropea al- ‘nutrir’, ‘crecer’, de la cual se derivó la voz latina alere ‘nutrir’, ‘alimentar’, que dio lugar a alescere ‘crecer’, ‘aumentar’. A partir de esta última, unida al prefijo ad-, se formó el verbo adolescere ‘crecer’, ‘desarrollarse’, y por último, del participio presente de este verbo, adolescens, -entis ‘el que está creciendo’, se formaron en el siglo XIII las palabras francesas adolescent y adolescence, que muy pronto llegaron al español como adolescente y adolescencia, respectivamente. Unos dos siglos más tarde se incorporó adolescence al inglés, así como adolescência al portugués y adolescenza al italiano.

La palabra adulto también se deriva del verbo adolescere --más precisamente de su participio pasivo adultus 'el que ha crecido'.

Entonces depende de cómo alimentemos a nuestros adolescentes (hijas/os, nietas/nietos, sobrinas/os alumnos/as) más sus características fisiólogicas y la gimnasia que haga, el desarrollo de un cuerpo más o menos fuerte y capaz de resistir a la cantidad de enfermedades que se pudiera contagiar. Decían los antiguos “mente sana en cuerpo sano”, podríamos parafrasear diciendo que el cuerpo sano es posible en una mente sana (si lo fisiología lo permite). Así que sería bueno ocuparnos de que el “alimento del alma” (del espíritu o psiquis o como quieran llamarle), para ese ser en crecimiento, sea el mejor; así llegará un día a adulto. Aunque ya se sabe, muchos cumplen años y años, más nunca llegan emocionalmente a adultos.

He visto gente desgarrarse por lo que le pasa a los hijos; convengamos que mucho de lo que les pasa es responsabilidad de los indolentes adultos que le educan. No debemos olvidar que la primera escuela es la casa, la familia. Si el niño, el adolescente no tiene referentes ¿cómo llegará a ser feliz, buen amigo, considerado, respetuoso, etc. etc.?