24.6.10

pan y circo, pan y circo, pan y circo, pan y circo

Del “pan y circo” (Panis circenses) del poeta romano Juvenal (primeras centurias de nuestra era) la técnica continúa y seguimos con el “pan y toros” (del siglo XVIII) hasta derivar en el pan y fútbol del siglo XX que se potencia en el XXI.
Todos conectados a la tele, entonces deberíamos decir: “pan y tele” y nos ponemos contentos y nos olvidamos de todo.
Nos olvidamos del derrame de petróleo en el golfo que lleva como dos meses contaminando las costas (lo peor es que si los norteños se quedan sin combustible van a salir a buscarlo inventando otra guerra…), y para no irnos tan lejos, aquí no más: la señora presidenta pactó con el presi de la orilla de enfrente (o le dieron mal los datos de contaminación a un tribunal de donde se manejan los intereses, los dinerillos, el desprecio por la ecología… y el fallo es a favor de los europeos) y BOTNIA SIGUE CONTAMINANDO
Y en nuestro sur patagónico, la maravillosa Bariloche comienza a dar señales de desequilibrio social, y la droga hace estragos, y la policía (que vaya uno a saber si es “más buena” o “más mala” por ignorancia o por delincuencia) tiene el dedito presto para disparar y “mata tres, cuatro o siete como si se tratara del cuento “El sastrecillo valiente”.
Y será por el recuerdo del mundial del ’78 en que salí a festejar mientras nos empapelaban con los carteles “Somos derechos y humanos” e ignorábamos la existencia de desaparecidos, y sumo el campeonato del ’82 en que quería que perdiera rápido Argentina para que, de una vez por todas, asumiéramos que estábamos en guerra con Inglaterra y la gente gritaba o quería gritar los goles y olvidaba a los chicos de Malvinas – de los militares de carrera no digo porque habían hecho de la milicia su carrera y los conscriptos habían sido obligados a ir (en esos días hasta me dijeron que no era argentina, que era una traidora). Y ahora está lo de las “Hinchadas unidas” desviando dinerillos de todos para que unos pocos vayan y se porten como desaforados y NOS LO MANDAN DE VUELTA (por lo menos nos hubieran dejado el privilegio de descansar de esa gente un mes. Por lo menos, digo porque bien se los podían quedar, a nosotros nos sobran hinchas, políticos, sindicalistas y otros desaforados).
Será por todo eso que no me puedo sentar a mirar un partido de fútbol, pero me resulta casi imposible ignorar este pan y circo. Se respira aire de mundial y la gente deja desiertas las calles cuando el equipo del país está jugando, el griterío por cada gol hace que te enteres aunque estés con tapones en los oídos; siento que cada vez más somos como un club y no una nación (o más humildemente un país). Me viene a cuento la película de Campanella, Luna de Avellaneda, donde el club quiebra por problemas financieros y el lugar se vende para que pongan una casa de juego… -Ugh!!!! ¡Qué dolor! y se me enreda en la memoria un cuento de Doris Lessing (“El motivo”) más un programa de Tato Bores en el que estaba estudiando las ruinas de una sociedad que parecía llamarse “Argentina” y me da cosa… y bueno, nada (como dicen ahora) me quedé pensando (si se puede decir pensar a este enredo de ideas).

Como si fuera poco mi enredo individual, mio marito me ha detto oggi: Hace mucho que no escribís.

Aproveché esto del fútbol y el mundial que me daba vueltas en mi cabezota, empecé a golpear las teclas con fuerza, se me acumularon las y, las broncas, los recuerdos, la gente que me mira con desconfianza, o las sobradoras que me dicen que disfrutan de los partidos; también me sigue el fastidio porque parece que no hay otra noticia que no sea el fútbol, para colmo el único partido que intenté ver –Eslovenia vs. EEUU- estaba empezado, iban ganando los eslovenos y cuando los estadounidenses empataron, apagué la tele, realmente quería que quedaran fuera EEUU e Inglaterra, pero no pudo ser. Y después de todo me da bronca, porque yo también me contagio y empiezo a decir: quiero que gane Chile, que pierda Alemania, Inglaterra, Italia, España, etc. etc. y me da miedo si gana Argentina porque: ¿quién aguanta la prepotencia del Diego y la de sus fanáticos? Ya empezó con que hay que pedirles disculpa a los jugadores…

Don Juvenal ¡usted, sí que se salvó! ¿Qué hubiera pasado si cuando escribía la sátira (de donde salió lo de pan y circo) hubiera tenido un televisor o una radio dentro de su casa?

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Hace ya mucho tiempo, de cuando no vendíamos nuestro voto a ningún hombre, hemos abandonado nuestros deberes; la gente que alguna vez llevó a cabo comando militar, alta oficina civil, legiones— todo, ahora se limita a sí misma y ansiosamente espera por sólo dos cosas: pan y circo

Juvenal -Sátira X-