Onda negativa:

Hace algún tiempo mandaba comentarios en algunas noticias de un diario local… Pero en mi cabezota empezó a revolotear la pregunta por el sentido de esa actividad.
Tracé un esquema del valor de seguir haciéndolo y el resultado fue dejar de hacerlo. En estos días recibí un correo donde me dicen que soy parte de la “comunidad” (sic), que mi opinión interesa y me mandaron un listado de noticias para que enviara comentarios.
Mi respuesta fue la siguiente:

Hola:
En realidad no comento las noticias porque no sé bien cuál es la finalidad. A veces, pongo y expongo mi enojo o satisfacción en unas líneas, lo dirijo a algún medio y no le encuentro más valor que esto... un tonto desahogo.
No soy periodista y mi palabra en los medios masivos: ¿sirve para crear conciencia? ¿Sirve para que yo intercambie ideas y modifique mi manera de pensar?
A veces, siento que solo somos utilizados para ser parte del raiting, para indicar qué leemos (¿miden el reader no sé qué?)
Por eso no comento.
Escribo esto, para ver si alguien lee y me contesta.
Supongo que una máquina va a recibir mi comentario y lo va a mandar a la papelera.
De todos modos, seguiré leyendo el diario por Internet, así: en forma anónima...
lamentando que no sea como en el formato de un diario chileno que suelo leer y que reproduce la edición de papel...
Atentamente
A…..


Miré el contador de este blog, aparece registro de visitas. No muchas... supongo que tampoco encuentran sentido comentar estos enredos de palabras. Eso ya es una respuesta.