20.1.09

Tristeza quiero darte un abrazo

La tristeza, ¿una emoción necesaria?

Expertos del campo de la salud mental sostienen que la desdicha tiene un rol importante como motor de cambio y de reflexión

A partir de un artículo publicado en La Nación sábado 17/01/ 2009 (para los que lo quieran leer completo y sin interferencias)



Es enero y no tengo kilos de más ni cometí excesos en las fiestas. Dado la proximidad de ciertos acontecimientos debería sentirme feliz (más otras cuestiones se van sumando como golpes bajos en el hígado y la cabeza); me siento invadida de tristeza y me choqué con un artículo en el diario vía Internet que me trajo un poquitín de tranquilidad y que paso a compartir.


Dicen que la tristeza es inconveniente, desagradable y en una sociedad en que la felicidad personal es valorada por encima de todo lo demás, hay poca tolerancia para los que se sumen en la desesperación. Especialmente ahora que tenemos medicinas para eso.

Para algunos la magia de las pastillitas salvadoras hacen que uno se sienta bien y ponga una sonrisa de plástico, ojos con brillo de felicidad y voz de robot. Cada vez más la "felicidad" envasada parece un paliativo.


Pero, ¿es realmente una buena idea? Un número cada vez mayor de voces del mundo de la salud mental dicen que no. La tristeza, sostienen, sirve a un propósito evolutivo, y si lo callamos, salimos perdiendo.


Desde hace muchos años pienso que si tengo que estar triste lo mejor es dar rienda suelta al sentimiento, que debemos "escuchar" a nuestro cuerpo, pienso que si no dejo salir lo que me pasa voy a terminar enfermando el único envase con el que vine al mundo, mi cuerpo, o voy a "rebentar como un sapo en el medio del camino" tarde o temprano. Eso sí, ante los demás aprendí a simular, me mentalizo dibujando sonrisas, recurro a mi memoria emocional y recuerdo momentos felices, cierro los ojos y visualizo algún lugar del sur donde he estado de paseo, veo a mis nietos, a mis hijas pequeñas, adolescentes o más grandes en algún momento feliz, recuerdo, fundamentalmente, un abrazo con mi marido cuando nos dijeron de una de nuestras hijas: "quizás no supere la operación", y de aquella estadística "uno de cada diez soluciona solo el problema" tuvimos el uno. He aprendido a sonreír para los demás y a creer que todo va a pasar, que todo puede ser peor, pero cuando estoy sola me derrumbo sin contención alguna, lloraba y lloro lo más que puedo. Detesto los medicamentos, tengo que recurrir a esas cajitas ordenadoras para la aspirineta, pastillita del colesterol y el bendito atelonol, los antidepresivos me daban y dan la sensación de que me impiden enfrentar mis problemas a fondo. Después de un tiempo la purga del duelo por lo que me había pasado, de la escritura de un texto que rompía u olvidaba en algún cajón, vuelvo a la calma y más tarde la sonrisa se vuelve genuina.

¡Sorpresa! El tema está en discusión.


Dicen los expertos


Quizás, sea tiempo de aceptar nuestro lado desdichado. (...) muchos psiquiatras advierten: La tristeza tiene el desagradable hábito de convertirse en depresión. Aun cuando la gente esté triste por una buena razón, se le debería permitir tomar medicamentos para que se sientan mejor si eso es lo que quieren.

Entonces, ¿quién tiene razón? ¿Es la tristeza algo sin lo que podemos vivir o es una parte de la condición humana?

... hay muchas ideas sobre el por qué la propensión a sentirse triste.

{entre ellas}

-Puede ser una estrategia de autoprotección,

-nos ayuda a aprender de nuestros errores,

-detener nuestra conducta normal para hacernos focalizar en algo distinto durante un tiempo".

Podría actuar, en primer lugar, como un freno psicológico para evitar que cometamos esos errores.

... incluso la depresión puede salvarnos de los efectos del estrés de larga data. Sin tiempo para reflexionar, asegura, "uno puede permanecer en una estado de estrés crónico hasta quedar exhausto o morir". También piensan que podemos haber evolucionado hacia el desarrollo de la tristeza como una forma de comunicación. Al actuar con ella decimos a los otros miembros de la comunidad que necesitamos apoyo.

Medicar la tristeza (...) podría ocultar las consecuencias de situaciones desafortunadas y quitar la motivación para mejorar sus vidas.

Pero

Es importante tomar en serio los diagnósticos de depresión "borderline" porque, aseguran, "muchos de los suicidios no ocurren en las personas más severamente deprimidas".


Levantar el ánimo

Entonces, ¿dónde queda la noción de la tristeza humana? ¿Deberíamos aceptar que los acontecimientos importantes pueden entristecernos tanto que por un tiempo nos desestabilicen? ¿O debemos correr al médico con la esperanza de que las pastillas aceleren nuestro viaje emocional de retorno a la felicidad?

La tristeza es todavía algo útil: "El descontento puede llevar al cambio. Seguramente, uno no quiere una emoción paralizante, pero esta emoción es información".