13.1.09

Con palabras de otros

Leer, leer, leer, vivir la vida que otros soñaron,

Leer, leer, leer, el alma olvida

las cosas que pasaron.

Se quedan las que quedan, ficciones

las flores de la pluma,

Las olas, las humanas creaciones,

el poso de la espuma.

Leer, leer, leer; ¿seré lectura mañana también yo?

¿seré mi creador, mi criatura?

¿seré lo que pasó?

(Versión libre de un poema de M. Unamuno)


Vientos de mudanza

Brizas de esperanza

En el comienzo de un nuevo año

Conforma a los que creen


[y ya ni sé, en este recién estrenado 2009, donde pequeñas o –tal vez para otro- ínfimas dificultades se enredan en el porqué de mi desánimo, pero una frase dicha -hace más de diez años- cae sobre mi cerebro como una gota tras otra y me sacudo un : No lo olvides “todo puede ser peor.”

Alguien escribió algo así como que la memoria es como un texto agujereado por las polillas del olvido. De comunes olvidos, de confusiones y pérdidas de objetos siento que pierdo el control sobre mí actos, el común olvido me lleva a viajar por la memoria desperdigada. ¿Qué se gana o se pierde en ese volver al corazón? ¿Cómo se acomoda lo que fue? ¿Cómo se inventa o recomponen esos agujeros? Y de perder objetos recordé las pérdidas anteriores, el grado de exigencia sobre mí, el lamentar la ausencia de lo que debió estar en lugar de lo que no tenía…]

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