3.7.08

Un pasito pa' lante

Un pasito pa'lante y otro pa'trás. Otros dos y uno pa'trás.

La medicación que le dieron a Nico no le sentaba bien. Le dieron protector estomacal y seguía con vómitos, diarrea y muy caidito de ánimo. Él, que era un terremoto, que comía sin problemas frutas, verduras, carnes y cuanto postre se le pusiera enfrente, hasta las médicas se asombraban que tomara leche sola sin cacao y sin ningún otro aditivo...
Ahora pide "tina" (gelantina fría), tal vez, para aliviar el malestar que le produce el remedio.
Se lo cambiaron y hoy parece que estuvo un poco mejor...

Si todo va bien, después de dos años de medicación sin otra manifestación de su enfermedad le irán retirando los remedios paulatinamente...

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Un alumno me dijo hoy "Ud. debe creerse Dios". Esa frase me produjo un revuelto en el estómago, de los que vengo padeciendo desde hace unos días.
Los dioses son inmortales, pensé. Mi única seguridad es que voy a morir, me gustaría que el día que la Parca corte el hilito, y me suelte en la tierra, lo haga de toda vida, no me interesa ni el cielo ni el infierno. Y detrás de esta tontera está el sabor amargo de la impotencia de no poder hacer nada frente a los que sufren, sobre todo cuando son pequeñitos. Los dioses son omnipotentes, debí decir, y sé que en lo único que me gustaría tener omnipotencia, ni siquiera en eso tengo el mínimo poder de aliviarlos cuando sufren. Debí gritarle ¿De qué Dios hablás?

De tanto estar encerrada en mí y en mis problemas olvidé de llamar a mi sobrina, ella, que tiene su nena con problemas desde que nació. La llamé y me contó de los problemas para caminar. Fue otro golpe en medio del pecho. De nada me sirve ver lo que puede suceder y sentirme mal sino puedo remediarlo, pero así es. Espero que cuando la traiga para que la vean los médicos, pueda darle una mano y, de algún modo, contenerlas con afecto.