31.7.08

Entre odios y enojos...

Inteligencia emotiva…
Memoria emotiva…
Entre odios y enojos solo un delgado límite.

Una de mis hijas se sintió dolida por algo que le ocurrió en el trabajo. Le aconsejé no enojarse, en realidad debí decirle “sé asertiva”, de tal manera que dijera lo que tenía que decir y punto. Pero como este concepto no lo hemos charlado, solo dije “sin enojos”. En el medio dos personas le aconsejaron enojarse… y me quedé pensando sobre la oposición entre enojarse y no hacerlo, en ese afirmarse como “asertiva”, en esa costumbre mía de preferir el consejo de mi padre "lo cortés no quita lo valiente" y otras tantas nimiedades.
Siempre sostuve que lo opuesto al amor no es el odio sino la indiferencia, de allí me viene esta cuestión de preferir no enojarme con determinada gente. Enojarse viene de “inodiare”, tiene que ver con odio.

La palabra enojo proviene del latín inodium, inodiare, que significa "inspirar asco u horror" y es un compuesto de odium (odio). Tanto en su raíz etimológica latina como en castellano antiguo, en italiano y en francés, enojo quiere decir "aburrir, cansar, causar asco o disgusto". En la literatura española se suele usar la palabra enfado como sinónimo de enojo (Corominas, 1961). Enfadarse significa "desalentarse, cesar de hacer algo, deponer la lucha ante un fado (hado, destino) desfavorable" (Corominas, 1961). De acuerdo con su sentido etimológico, el enojo y el enfado se vinculan primariamente con el abandonar fácilmente la pelea, o el esfuerzo, ante la adversidad, más que con una disposición activa al ataque. El que está enojado o enfadado se sentiría débil e incapaz de llevar a cabo una acción de lucha eficaz.
La palabra inglesa anger (enojo) contiene el radical ang, presente también en la palabra latina angor, que quiere decir "angustia" y "angosto". (…) así los distintos pueblos [personas] experimentan los afectos que emanan de una misma "clave", con matices distintos, que se revelan en el estudio etimológico de las palabras que los designan.

(tomado del Gen Altruisa.com)

Y me viene a cuento esa frase que dicen pertenece a Victor Hugo: Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.

O aquella otra de Rosario Castellanos: Damos la vida sólo a lo que odiamos, que prefiero transformar en “cuando odiamos a alguien le estamos dando poder sobre nosotros”, tal vez lo que ronda malamente por mi cabezota es “la vida tiene tanto de significativo para que nos ocupemos que: para qué gastar perdigones en chimangos”.
Tal vez, es más precisa la frase de José Ingenieros: El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está viejo, irreparablemente. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Muy buenas las definiciones e interpretaciones, estaba buscando sobre ira y enojo a raíz de unos proverbios de la biblia y en definitiva sí, Es "desinteligencia ", debilidad,incapacidad...Será por eso que muchas personas que viven enojadas carecen de energía para otras cosas más útiles. Apuesto a la alegría como manera más inteligente y sana de vivir.

30 noviembre, 2013 08:57  

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