3.7.08

Cosecha de un día...

(no hay que malgastarla, sino compartirla)

Acomodadas en los mejores lugares
del teatro de la vida
las imágenes pagaron un lugar
a su gusto y gana.
En un lugarcito de la platea está el río
con los sauces acariciando el agua,
tal vez, llorando una pena escondida.
A mi izquierda, la infancia,
mis padres, mis hermanos.
A la derecha, la adolescencia.
En el centro, mi ser adulto:
la noviaesposa, la madre, la abuela
y no se sabe bien dónde
mi vejez con arrugas y canas
(mi ser, mi apariencia y por venir)
El ser amiga o enemiga
el ser valiente o cobarde
el ser amorosa u odiosa
el ser y no ser
signo de dos caras
y no hay una sin la otra.
En el teatro de la vida
en el papel que me han asignado
me deslizo ausente cuando algo me lastima.
Hay fueguitos y humo
que me seducen, que me ciegan
mientras porto un cuerpo
que no quiero perder gratuitamente.

Hoy no sé si tengo alondras en el pelo, si soy cursi o cualquier otra cosa, hoy fui a buscar a Nico a la casa de la abu Moni y salió feliz a recibirme, a correr un poquito por la vereda. Después impaciente repetía “abu, mamo” y le decía “cau” (chau) a su otra abuela. Mi nieto ha vuelto a tiranizar mi tarde de los jueves (y me someto feliz), al “abu, ní” (abuela, vení), “abu, no” (por cualquier cosa que no quiere que yo haga), “abu, mana” (banana), etc. etc. El trajín me ha devuelto hasta las ganas de comer (desde el lunes, no sé si es por un virus, por los nervios o la angustia, no puedo casi comer sólidos. Tal vez, todo tiene que ver con ese viernes en que nos dijeron que Nico estaba mal y lo iban a internar.)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cosecha valiosa.
Un amigo me contesta cuando le digo "solamente puede hacer esto": uno es más que cero, aunque te parezca insignificante

04 julio, 2008 09:20  
Blogger Amy said...

Sir, estaba pensando en usted mientras hacía orden con unos papeles, y recordé eso de escribir como desahogo, como "catarsis", como lo que sea... Encontré un montón de pequeños escritos a mano de diferentes años, prendidos con un ganchito. Son una especie de inventario de malos momentos. Pensé en tirarlos. Pero después me dí cuenta que si pasé por ellos más de una vez, podré seguir superando otros... Y aunque sea medio es más que nada. Un abrazo.
Cariños

04 julio, 2008 14:31  

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