18.3.08

Percepciones

Enojada afirmé que el “especialista” que había venido a arreglar el portero eléctrico no sabía nada. El arquitecto me dijo que era mi percepción. No quise aclarar más porque no tenía ganas de mandarlo al cuerno. Resulta que desde hace meses no tenemos portero eléctrico gracias a los vecinos del piso de abajo.

Durante el fin de semana una de las melli me dice que ella tenía la sensación de que cuando nos mudamos a la casa de la calle Montevideo (l981-1991) se había sentido abandonada. Que las había dejado solas. Que algo había pasado porque mi hija más chica le dijo a la maestra que yo no la podía ayudar porque me la pasaba en la facultad. La maestra llamó a mi hija más grande (que también iba a la misma escuela) y le dijo que la ayudara en las tareas. Por supuesto que ella no dijo nada de mi ayuda hacia ellas.

Frente a tal facturación le dije: a la mañana ustedes iban a la escuela, antes de que ustedes salieran yo iba a trabajar y era papá el que las llevaba. A medio día pasaba a buscarlas, veníamos a casa y nos quedábamos juntas, las llevaba a la plaza, a música, al taller literario, al cine, etc. etc. Lo que pasó después es que iban a turnos diferentes y me pasaba llevando a una y a otras hasta que volvieron a estar todas a la mañana. Lo que sí pasó es que solía llevar a Maru a la psicopedagoga, psicomotricistas, kinesióloga y demás. Además en el colegio pedí que me arreglaran los horarios para tener una mañana libre e iba solo a los prácticos y compraba los teóricos desgrabados…

Me quedé mal.

Con mi hija más chica, no sé si le quedaron las cosas claras cuando iba a la escuela, resulta que teníamos un cuadernito con ejercicios que le daba para ayudar a lo que aprendía en el colegio. ¡Claro! A ciegas porque ella me escondía la tarea. Resulta que yo solía ver a las mamás manoteando las mochilas y revisando los cuadernos de sus hijas. Yo pretendía que ellas me dieran las novedades y que su mochila fuera privada, algo que les pertenecía solo a ellas. Cierta vez me pasé reclamando la carpeta a mi hija más pequeña. La niña no me la daba. Hasta que me planté y dije ¡Quiero que me muestres la carpeta! No tengo derecho. Tengo la obligación de saber cómo vas en el cole. Ella fue por la carpeta, pero se dirigió al baño con el “liquid” (líquido borrador en lápiz). La pesqué y vi que estaba tachando las firmas del papá y la mía -que nos había falsificado y la maestra no se había dado cuenta- en la prueba de catequesis (eso de no mentir, de honrar padre y madre, etc., etc.) Me enojé muchísimo, como era tarde no le dije nada al papá que estaba durmiendo y al día siguiente le mostré la “gracia” de la nena que iba a segundo grado (tenía 7 años).

Una de las tantas veces que acompañé a Maru a la psicóloga le pregunté ¿cómo te fue? “Bien, hoy le conté a Alicia de cuando nos encerrabas en el baño” No cabía en mi espanto ¡¿CUANDO CORNOS HABÍA ENCERRADO A MIS HIJAS EN EL BAÑO?! Yo debía estar loca, algo se me había borrado, algo no coincidía… Realmente me sentí mal. Después fuimos tratando de ver qué había pasado, le expliqué que cuando vivíamos en el departamento pequeño hacía mucho calor y ellas usaban la bañera como pileta. Le mostré fotos en donde una de las vecinitas venía a jugar con ellas en la bañera. A la semana siguiente hablé con la psicóloga, le pregunté horrorizada sobre la percepción que tenía mi hija sobre mí. Le mostré las fotos…

Hace un tiempo se manejaba la cuestión de un alumno que decía tener contacto con su abuelo muerto, el caso de una alumna que “mentía” convencida de estar diciendo la verdad. Un psicólogo planteó la cuestión de la existencia de los varios mundos… y me quedé sin entender demasiado. Tal vez la física cuántica pueda dar respuesta a esa cuestión, pero yo no la entiendo.

Alicia, la psicóloga de mi hija, me enseñó que no importaba lo que hiciera. La cuestión era cómo es percibido lo que hacemos.

Así fue que el sábado, de repente, me pregunté otra vez sobre lo que hago, lo que esperan que haga, lo que reciben cuando hago, lo que perciben de eso que hago…

Y me entró la polilla del egoísmo a agujerear mi “pobre” generosidad de hacer.

2 Comments:

Blogger TOTA said...

Este...¿me vas a seguir por los años y los años con eso? Ya ta, ya pedir mis disculpas por mi boludes de pequeña y de no tan pequeña =P Igual vos sabes que te quiero ¿no? Y sino no lo sabes te lo digo: TE QUIERO MAMUCHINA

20 marzo, 2008 00:59  
Blogger Amy said...

Yo no te sigo, simplemente no me olvido de algunas percepciones. Resultó que el tema se reactualizó con el comentario de Cel...

24 marzo, 2008 03:16  

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