27.2.08

Respuesta

(Para comentario no da, porque se me hizo largo. La síntesis o el resumen no son mi fuerte).

Sir:

Me puse a pensar (eso es una manera de decir) en su comentario, es muy bueno que alguien nos ayude a repensar sobre lo dicho, eso que nos parece tan clarito y cierra en nuestra cabezota y cuando el interlocutor lo recibe no es más que espuma, cháchara, convención no aplicada. Y en cuanto a eso de

Dar ejemplo a los hijos... No se puede ser ejemplar Amalia. O por lo menos yo no puedo serlo.

Cuando creo en educar con el ejemplo, no me refiero a ser “perfectito/a” (cuestión que me ha traído más de un dolor de cabeza, no me ha permitido disfrutar los pequeños logros y me he maltratado frente a cada fracaso, por pequeño que sea)

El papá que cuidaba a su padre no era un ser “ejemplar”, simplemente sentía afecto por su padre y lo demostraba en hechos. En las palabras se llevaba a las patadas con su padre. La hija veía que el papá le traía a su abuelo la soda que en su casa no se consumía, la golosina que al abuelo le gustaba, el diario y un montón de menudencias que él no gastaba para sí. Cada vez que el abuelo estaba mal su papá lo iba a buscar y se ocupaba porque sentía que así tenía que ser. Fue así como escuché que la hija se lo decía, por las pequeñas acciones que ella veía. No sé si la “dinámica” entre ese padre y ese hijo era la mejor, pero si pensamos que cuidar al otro está bien, más que decirlo habría que hacerlo. Si pensamos que ser veraz es bueno ¿por qué no demostrarlo en los detalles diarios? Supongo que también es bueno demostrar que somos humanos, que nos equivocamos y que nos aceptamos… (A mí me cuesta un montón, y muchas veces me cuestiono ese hacer mío como “ejemplo” frente a mis hijas, la seguridad en sí mismas que les pude haber transmitido.)

Ejemplar en una de sus acepciones significa modelo, pero también es:
Caso que sirve o debe servir de escarmiento.

Caso o hecho sucedido en otro tiempo, que se propone, o bien para que se imite y siga, si es bueno y honesto, o para que se evite si es malo.

¿Qué es ser honesto? ¿Qué es bueno? Allí empieza la cuestión. En una época de crisis de valores, algunos supongo que hay que tener.

En cuanto Al buen callar llaman Sancho… Esta frase no se refiere a Sancho Panza, sino a Sancho II (rey de Castilla y León). Parece ser que el padre de don Sancho, don Fernando, el Grande, repartió el reino entre sus hijos varones, quedó para Urraca –la hija mujer- la ciudad de Zamora. Casi todos dijeron Amén (así sea), pero Sancho II calló mientras que por lo bajo rumiaba cómo quitarle la ciudad a su hermana. Siglos después la frase pasó a ser un elogio de la discreción, a ser parte de la oratoria del silencio, esa elocuencia de labios pegados. Más que ser una cuestión de “Quien calla otorga” es un llamado a la acción, algo así como dice el refrán No gastar “balas en chimangos” (en este caso palabras) e ir al grano.

El lenguaje es así de complejo, hoy una profe dijo que le tenía bronca a Moreno, éramos tres, cada una pensó en un Moreno distinto. ¡En fin!

Babosita, firmá con tu nombre que es muy bonito. Debí elogiarte personalmente y no en el blog, pero bueno, así de entreverada soy. ¡Qué mal ejemplo! En cuanto a si tenés o no razón, creo que tu tirón de orejas no estuvo nada mal. Siento que es bueno aprender de los hijos y tal vez ellos nos eduquen con su ejemplo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Amalia: Mi intención fue la de rendirme ante su relato,de encontrarlo aleccionador, pero me hizo chocar con mis propias limitaciones de "educador de hijos". Yo trato de: Explicarle a mi hija lo que creo que está bien, defender mis virtudes, pero también mostrarle mis defectos, que vea como sufro por ellos, para que sepa qué puede hacer con ellos si fueran propios.
Le agradezco este post: su tiempo en contestarme es un gesto de cariño.
Un abrazo

29 febrero, 2008 13:18  
Blogger Amy said...

Sir, es verdad que le tengo mucho afecto, además (como si fuera poco) me hace replantear lo que escribo. Releyendo este post me doy cuenta que algo de soberbia me ronda, imperdonable cuestión, pero así de defectuosa puede ser una. Mire que poner que "el resumen y la síntesis no son mi fuerte", debí poner no son UNA de mis fortalezas.
Uno, aunque no lo quiera, siempre es ejemplo. A veces, no es buen ejemplo, pero habría que decir "no repitas, mi error."
Aún así digo que un ejemplo vale más que miles de palabras. Como lo del plato ¿vio? Para mí ese "ejemplo" se convirtió en relato bíblico. Un abrazo.

29 febrero, 2008 14:49  

Publicar un comentario

<< Home