2.1.08

Final Feliz para Mercedes y Pilar

En Somalia, un país al que es catalogado como “estado fallido”, existe una de las tantas manifestaciones humanas de crueldad. Los niños de ese lugar sufren las consecuencias, como en tantos otros lugares del mundo, llegarán algunos a adolescentes; tal vez alguno a adulto con la marca de sus primeros años de hambre, horror y muerte.

Un lugar que como estado fue descuartizado (en cinco partes, primero, y creo que ahora en tres) por países extranjeros y por clanes locales que se reafirman en el egoísmo, hoy se debate en la falta de unidad, en odios ancestrales que bien supieron acrecentar los de afuera, en guerras sin sentido (¿alguna tiene sentido? .

En una de esas divisiones trabajaban Pilar y Mercedes. El secuestro parece ser el medio económico para proveerse de armas y otros pertrechos vendidos por traficantes de armas.

Mercedes, supongo, pertenece a una familia de buena posición en Buenos Aires. Hay quienes sostienen el snobismo de irse a trabajar tan lejos cuando aquí también tenemos chicos que necesitan asistencia de todo tipo.

Bueno, no creo que sea reprochable pertenecer a tal o cual familia o el lugar en que se lleva a cabo alguna buena acción. No sé si volverá para quedarse, si seguirá en su trabajo.

Desde este pequeño lugar, desde mi imperceptible opinión: Gracias, Mercedes. Gracias, Pilar, por hacerme pensar en que hay gente que trabaja para aliviar los males de niños inocentes, que trabaja por un mundo mejor.

(Algo así como: “no todo está perdido” hay siempre alguien que nos reconcilia con el mundo, después de todo ¿qué hago yo de extraordinario?)

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