7.6.07

Crónica de un día con mucha niebla.

Cuando era niña escuchaba la radio con muchísima atención. La palabra tenía ese don mágico de acortar la distancia. Por onda corta me llegaban las noticias de aquí y acullá, la música, la poesía, los radioteatros. Recuerdo una serie de cuentos de terror emitidos por una emisora chilena, La Revista Dislocada acompañaba las pastas de los domingo, mi padre en la cabecera y todos atentos para escuchar “si había que ahuecar el ala” y si llegaba el bendito camión con la censura. Los periodistas, me parecía personas, creíbles, respetables en su discurso.

Hoy por la mañana, después de unas horas de escuchar radio, de mi búsqueda de aquí para allá en el dial, le dije a mi marido “Estos periodistas me tienen harta, son hipócritas, se vanaglorian de ser “independientes” si llegan a molestar a los anunciantes, se quedan sin recursos. ¿De qué independencia me hablan? Son hipócritas, mentirosos, formadores de opinión, lisa y llanamente, me dan asco. Que no me vengan con la cuestión de la percepción relativa de la realidad, porque si es así que empiecen por callarse la boca. ¿Te cuento lo que dijo Miguel Ángel Solá desde Madrid? Empezó a contar que él pertenecía a la moral del trabajo y de que había que estudiar, que se había ido porque le dolía demasiado la Argentina. Se fue del país el día que un ministro (Asís) dijo me cago en la ética; por otro lado, Tinelli trataba de convencerme que estudiar, que el esfuerzo y el trabajo eran cosas de boludos. Me fui porque tenía que elegir entre un político que era una mierda por otro que era más mierda y se encargaba de demostrarme que era una perfecta mierda. Me fui porque el periodismo es otra mierda. Aquí juego de afuera, esto no me pertenece.” Víctor Hugo le dijo que él había venido a la Argentina dejando atrás una dictadura, pero al poco tiempo sintió que estaba sufriendo otra, que de a poco uno se va metiendo en el otro lugar y va sintiendo los dolores de ese otro lugar.

Nunca sentí deseos de mudarme a otro país, mi deseo era volver al interior. No logro saber cómo se hace para aceptar lo inaceptable. No es que mienten para y por ellos, sus mentiras me alcanzan, me han trasladado una deuda externa a través de la jugarreta de Cavallo y su nacionalización de la deuda privada. Corrompieron la moral del trabajo a través de la desocupación, de los espejitos de colores con que se vendieron las empresas, se estupidiza la gente a través de los medios masivos de comunicación, se protegen en la legalidad de leyes creadas por y para ellos. Un candidato no fue declarado CONTRABANDISTA, porque la vueltita de la ley lo protegía. Yo no pago X impuesto y me van a sacar hasta los calzones.

En el trabajo tuve un día entre gris y con ganas de huir.

Fui al médico para control. La señorita que me atendió me avisó que el médico estaba atrasado porque tenía una persona en urgencia. Me senté a esperar, después de una hora y media, me paré para ver qué pasaba. Había gente que había entrado después que yo y la atendían. La señorita que me atendió me dijo que no me habían ingresado en la computadora. A esta altura la miré como para fulminarla y le dije: “hasta aquí comprendo el atraso, pero si no me ingresaron en computadora… Bueno, ahora ya estoy cabrona. ¿Quiero saber qué pasó? " El médico salió y me dijo que me había llamado, le pregunté cómo si no había registro de mi ingreso y le hice un resumen de todo lo que le había visto hacer durante esa hora y media y en ningún momento me llamó. Como alguien le habló me dijo que ingresara en el consultorio, sin ningún recato delante de él revisé los cupones de ingreso y vi mi firma con otro número de registro. Me atendió, pero si lo tenía atragantado hoy se terminó el trato con él. Voy a cambiar de cardiólogo. No me banco que me mienta y me trate como estúpida. Yo lo admito, soy una tarada por hacerme atender por él, pero por lo menos no le van a llegar los magros recursos por mis consultas ¿No creen?

Me sentí aliviada pensando que a la noche iba al olvidarme del mundo tratando de analizar el Siglo V en Grecia. En clase de Filosofía Antigua el profesor leyó una cita de Nietzsche sobre los sofistas. Entre lo mucho de lo que explicó y los paralelos que trazó entre la Antigüedad clásica, el siglo XIX y la actualidad señaló “los sofistas de hoy son los periodistas, son los nuevos constructores de la realidad. Hoy no tenemos derechos de ciudadanos, no se nos protege como ciudadanos. Hoy hay consumidores. Hay una cuestión, manda el que tiene el poder, los demás obedecen. Habría que retomar aquello de que los que mandan lo hacen sobre los que tienen miedo, el temor del poder es que haya muchos que no tengan miedo.”

¡Puf! Todavía tengo que corregir textos que no me interesan.

¿Mañana saldrá el sol?

4 Comments:

Blogger TOTA said...

No sé que decir con lo que escribiste =S
pero pasaba por aqui jeje
Un beso enorme

11 junio, 2007 12:42  
Blogger Amy said...

El día fue una sucesión de cachetazos, son esos días en que me pregunto ¿no es mejor quedarme durmiendo? Me molesta tener que aguantar ciertas cosilas... pero bue. Supongo que alguno aguantará mis erratas.

11 junio, 2007 14:14  
Blogger fractal said...

Erich Fromm, anotó que “nuestro problema moral es la indiferencia del hombre consigo mismo”.

Ignoro si mañana saldrá el sol, pero deguro que mañana -¿hoy?- es buen día para leer poesía.
Amalia, me gustaba cuando hablabas del albatros y del peso de las alas, y de esas lindezas que poca gente entiende y valora pero que alimentan las brasas de la subversión.

12 junio, 2007 11:59  
Blogger Amy said...

Hola Frac! ¿Cómo estás? ¿Seguís de vacaciones? A mí me gustaría tener la torpeza del albatros en tierra y alcanzar el magnifico vuelo en el aire. A veces, no me queda más que mirar "la luna en el charco” , tal vez como un prisionero más, en la mítica caverna.

12 junio, 2007 14:00  

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