1.6.07

CRISTINAAAA!!!! HACE ALGO.

La epidemia se había expandido por la ciudad. No quedaba ya lugar para atender a los enfermos; así, que no dudé en convertir la planta baja de mi casa en consultorios externos y recibir a algunos niños con madres internadas.

- Vos estás loca, dijo mi hija.

- Tu pa´ está de acuerdo, contesté secamente mientras acariciaba a un niñito todo arrugadito y lloroso.

Era muy tierno ver como la hermanita del niño, apenas un año mayor, le acariciaba la espalda y le daba besitos. El niño no paraba de llorar. Estaba desnutrido, parecía mucho más chico. Había que ponerle pañales y ya debía haber aprendido a pedir. Lo abracé fuerte, me recordaba mucho a otro niño que no supe querer.

Me habían pedido poder armar un par de consultorios, lo que no podía creer era la eficiencia con que lo habían hecho. Sacamos todos los muebles, pusieron divisiones del piso al techo, instalaron las camillas, equipos con oxígeno, anaqueles con lo indispensable para una atención de emergencia. Cristina era la enfermera. Una mujer relativamente joven, con una energía para el trabajo inigualable. Era la primera en llegar y me reemplazaba en el cuidado del niño.

Aquella mañana el zumbido en mi oído me tenía loca. Era lo único que me molestaba en esos días en que todo el mundo parecía enfermar. Había algo en mi sistema inmunológico que me salvó de la epidemia. Me toqué el oído, me supuraba. Le pedí a Cristina que me mirara con un aparatito para ver si podíamos hacer algo antes de que llegara el médico. No lo aguantaba.

Cristina miró y pegó un grito.

La miré. Estaba aterrorizada.

- Tenés un bicho – susurró y me dejó sola en el consultorio.

Me paré, de un salto estaba tomándola de un brazo y le rogué:

- Cristina, matálo. Tirále lo que sea.

Cristina me dijo que no con la cabeza. Tenía los ojos desorbitados.

No pude más, la sacudí y le grité:

¡CRISTINA! HACE ALGO. Mirá ¿si el bicho llega a ser hembra?

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5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Quiero más cuentos como este, Profe.

01 junio, 2007 16:31  
Blogger Amy said...

Gracias Sir. Este fue sin elixir, fue un sueñito de anoche. Lo del oído que supuraba es porque me quedé dormida con un vaso de agua en la mano y me lo tiré encima. Cuando sentí frío me desperté. Suspendí la medicación. Creo que no es el jarabe, es la fiebre. De repente me vi cuando era chiquita, lloraba y decía ¡Vienen a buscarme! cuando se me pasó la fiebre me di cuenta que me había hecho pis. No sabe la vergüenza. Mamá me dijo que había tenido más de 40 de fiebre, que todo estaba bien. Yo ya tenía 8 años. Volví a repetir esos delirios un par de años, todos los inviernos. Ahora, que soy vieja me han venido a visitar de nuevo.

01 junio, 2007 16:40  
Anonymous Anónimo said...

Los sueños de la fiebre son muy raros. Yo me acuerdo sólo de dos de cuando era chica(8 y 10) y de grande no recuerdo ninguno. Los dos tienen que ver con pozos, el primero con grietas en el suelo el segundo fue cuando tenía 10 y tuve durante dos meses fiebre reumática, ese es raro: estaba acostada en la cama de mis padres, de pronto me incorporaba y al lado de la cama estaba mi ataúd. Oscuro, brilloso sobre la alfombra roja del cuarto.

02 junio, 2007 10:39  
Blogger Amy said...

Holis! Creo que en los sueños se combina datos de la realidad con nuestros miedos, nuestros secretos, etc. En mi sueño, el zumbido del oído es algo real, lo del niño que me recuerda a otro niño también, darme el gusto de ayudar, que mi maridito, me apoye (aunque sea a regañadientes) bue... liberadas las imágenes (sin la restricción de lo consciente) dicen más de nosotros que nosotros mismos.

02 junio, 2007 13:19  
Blogger Loca xq sí said...

ah, jajajaja, qué buen final!!!!

02 junio, 2007 22:21  

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