12.6.07

Aquí no se pelea.


(dedicado a Frac)

Aquí no se pelea, nos convencieron de rendirnos antes de que supiéramos si teníamos algo porque pelear.

La libertad se ha disfrazado tras la apariencia del movernos de aquí para allá.

La cárcel es tan sutil que no la vemos

“Compre aquí el último piripipi con el último poropopo.”

“Si usted no compra, no es alguien.”

“Ciudadano es tener, poseer, desear, consumir.”

El botón es una invitación para suprimir la voz que me invade, apago la radio, la tele y pierdo mi mirada en rostros que cada vez se parecen más.

Cuando creo todo solucionado, una niña se enoja, me increpa:

- ¿De qué lugar se ha escapado usted? ¡Qué la condenen! Habló mal de las multinacionales. Miren, miren. No se tiñe el pelo, anda siempre vestida igual.

El contagio se esparce, me convierto en sospechosa ante los ojos del preservador de la dignidad social.

- ¿Cómo puede ser que se niegue a comprar? ¿No tiene usted recursos?

- Sí, pero no deseo…

- ¡Qué confisquen los bienes! Ella lo ha dicho, no necesita.

- Perdón, dije “no deseo”.

(No es más rico el que más tiene, lo es el que menos necesita. Si lo digo me convierto en comunista.)

- ¿Qué no mira la tele?

- Sucede que… ¿Vio o leyó Fahrenheit? Bueno, no me siento invitada a ese tipo de emociones, los relatos son demasiados emotivos, las comunicaciones inadvertidas me agotan. Me lo paso tratando de decodificarlas, luego siento un profundo vacío. No tengo con quien compartir el hallazgo. Estoy exiliada, prisionera consciente de una sociedad que no me deja…

- ¿Sabe usted que lo que dice es subversivo?

- No. No. ¡Por favor! Yo creo que mi estilo es llano, demasiado realista. Claro que no es el realismo deseado para un mundo mejor, pero mis palabras ni ahí que son subversivas, son tan obvias, tan tristemente obvias. Subversivo es el que se convierte en albatros, torpe en el suelo, sublime en el vuelo.

- “Cadenas, sí: cadenas de sangre necesita. Hierros venosos, cálidos, sanguíneos eslabones, nudos que no rechacen a los nudos siguientes humanamente atados.”

- Por favor. Deje en paz a don Miguel. Ese, ese sí que era un subversivo en la palabra y la acción.

- ¡Qué sabe usted de quién son esas palabras!

- La libertad se pudre desplumada en la lengua de quienes son sus siervos más que sus poseedores. Eso, eso hubiera querido escribir. Prisionera en la triste caverna, sólo puedo mirar la luna en el charco.

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4 Comments:

Blogger fractal said...

Gracias por la dedicatoria, Amalia.

Hay una forma de pelea, en términos combativos más que de contingencia, a la que temen todos los poderes: el criterio. Sí, criterio para decir educadamente y sin ambigüedades, Perdón, dije "no deseo"...
Además, ¡es tan hermoso el vuelo del albatros!

Un abrazo, Amalia. Es una satisfacción recibirte en Liter y en Frac. Al otro lado siempre hay algo por descubrir, ¿no crees?

14 junio, 2007 10:02  
Blogger Amy said...

Hola, Frac. Cuando me dijiste lo de leer poesía fui hasta la biblioteca y miré. Hay en ella dos libros de hojas amarillas (por lo viejitos) de Miguel Hernández. Ahí no más, los tomé. Debí poner también en cursiva Aquí no se pelea porque también le pertenece esa expresión. Tu recomendación más el poema hicieron mi diálogo.

14 junio, 2007 10:23  
Blogger Loca xq sí said...

extraña sincronía con Catalina... ¿será la luna de la que las dos hablan?

14 junio, 2007 10:49  
Anonymous Anónimo said...

Siempre que haya un lugar donde se pueda reflejar la luna, va a haber alguien que escriba cosas tan lindas como las que escribió usted.

14 junio, 2007 17:04  

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