¿París era una fiesta o París capital del siglo XIX?

De andar como ratón de biblioteca uno lee un titular de diario, escucha una noticia y, de los “modelos” recortados por la memoria, la alegoría se manifiesta, exhibe sus cualidades, brota entonces una multiplicidad de redes por la que todo se transforma, nada se pierde.

Si el siglo XVIII se caracterizó por la explosión de dos grandes Revoluciones, la industrial y la francesa que extendieron sus efectos por lugares remotos del mundo,

Si Hemingway desplegó el relato en la París de 1920, de “la generación perdida” entre las dos guerras “mundiales”, muestra el encanto de un lugar donde los escritores solían ser “muy pobres pero muy felices”, (es bien sabido el sueño de todo intelectual era vivir una temporada en París, el que lograba publicar allí se sentía consagrado, sino remítanse como ejemplo del Facundo de Sarmiento para adelante, por lo menos en nuestro país)

Si Benjamín (si mal no recuerdo) centró su análisis en la ciudad, en la ordenación de sus calles (el trazado, los nombres), las edificaciones, la vestimenta, la comida, las costumbres... Si esto fue para analizar los mecanismos estructurales de la modernidad del S. XIX. Benjamín convirtió a París en una alegoría y nos remite a otra cosa. Quizás, un anticipo para mostrar desde otro lugar las relaciones sociales, un punto de vista que privilegiaría lo que hoy sería la historia vista a partir de la "vida cotidiana",

Si esa París que se reformula en el Mayo del ’68 desparramó nuevos aires en la forma de pensar…

Me pregunto ¿Dónde iremos a parar con el resultado de las últimas elecciones?

¿Donde quedó aquello de Liberté, égalité, fraternité; eslogan de la Revolución Francesa?

¿Dónde la imaginación al poder?

“Sarkozy ya no entra en los valores de la igualdad. En este sentido, Sarkozy ha salido del sistema cultural francés”. El candidato de la derecha no hace sino reforzar ese temor proponiendo absurdos tales como un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional.

Sarkozy prometió limpiar los suburbios de París con “manguera de presión”, con “kerosene” o “detergente” y llamó “gentuza” y “escoria” a los jóvenes “delincuentes” que los habitan, poco antes de que estallaran las revueltas del otoño de 2005 (según escuché por radio- no sé francés así que me remito a las traducciones).

Sarkozy ha reivindicado estos calificativos, a tono con su forma de hablar directa y comprensible por todos, en las antípodas del lenguaje propio de la elite francesa.

Sarkozy, como candidato, dijo: “Si hay quienes no quieren a Francia, que no se molesten y se vayan”.

Si París es modelo ¿se nos viene la DERECHA ENCIMA?!!!!!!!!

(Las citas sobre los dichos de Sarkozy fueron extraídas de diversos diarios, entre ellos Pág/12, y noticieros de radio y televisión. Sarkozy es descendiente de húngaros, esto me recuerda las propuestas de Fukuyama, no hay nada que hacer, hay gente que potencia lo peor de sí para ser reconocido como parte de lo que no es. ¿Es exagerado asociar a Hitler en este menjunge?).