Día del trabajo
(post largo… no apto para los que gustan de textos breves)
No sé si tengo mucha o poca información sobre el día del trabajo. Lo cierto es que a través de las lecturas, de la experiencia cotidiana, de los discursos, de las prácticas en que me veo involucrada fui conformando una representación sobre la cultura del trabajo y, por lo tanto, de la Celebración del día del trabajo (yo diría conmemoración, pero ¡en fin!)
En casi todo el mundo se celebra el día del trabajo, unos de los países que no es EEUU.
Como sabemos desde antes de 1886, los primeros de mayo (día en que se hacía o hace balance en las empresas del norte) se volvían a hacer los contratos de trabajo. Desde 1828 ó 1829 (más o menos) se venía reclamando la jornada de 8 horas de trabajo.
A mí desde chiquita me enseñaron: 8 horas de trabajo, 8 horas para la familia, lo personal y el estudio, 8 horas para el descanso. Para mí eso era lo natural, lo propio del hombre. En esa cultura fui creciendo. Nadie me dijo que esto venía de viejos reclamos anarquistas, socialistas, luchas iniciadas a mediados del siglo XIX (o antes), etc.
Con el tiempo empecé a prestar atención sobre lo que rodeaba al significado del trabajo:
- en el Génesis bíblico, el hombre había sido condenado a obtener con fatiga el alimento para sí y su familia, (el trabajo como carga o castigo)
- en la Edad Media el trabajo no era cuestión de amos y señores, (cuestión de clase)
- en la disolución del orden feudal los burgueses impusieron el trabajo como un valor,
- en la teología del trabajo, como colaboración del hombre a la obra creadora de Dios,
- en la plusvalía (política económica, marxismo),
- en los que sostienen que el trabajo del hombre común está bien pago, así como está, porque ellos no benefician a nadie, sino que “son beneficiados por los genios como Thomas Edison, Henry Ford y Bill Gates”, que lo de la plusvalía es una mentira marxista. (sic) (liberalismo puro).
- en el primer trabajador de cierta marchita (inventos de mi Argentina),
- en la dudosa representación de los trabajadores por parte de los sindicalistas (ídem ant.)
- en como Martí trata el tema de los mártires de Chicago y esos artículos son publicados en La Nación (la respuesta de un Mitre que se queda pasmado con el cambio que se produce en los textos de Martí y la sugerencia sobre la escritura, la literatura como ideología ).
Releo las crónicas Martí (las conmemoraciones me llevan a un sencillo homenaje, donde pongo freno al tiempo profano y retorno al origen), siento que cuando perdemos el origen nos quedan meras repeticiones sin sentido.
Releo la historia de aquellos días en que una ley de 8 horas de trabajo había sido promulgada y no cumplida en Chicago, en el llamado a la huelga, en cómo se fraguó la represión, en los obreros muertos, en el llamado a la violencia, la elección del jurado, el veredicto y el ahorcamiento de los imputados. Ellos eran: Albert Parson, August Spies, Samuel Fielden, Michael Schawab, Adolph Fisher, Louis Lingg y George Engel.
Releo “Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy. Este es el momento más feliz de mi vida.” Últimas palabras de Spies.
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Datos
Por la Ley Ingersoll del 25 de junio de 1868, en EEUU, se establecía una jornada de 8 para los empleados de los establecimientos del gobierno, el sector privado seguía manteniendo una jornada de diez horas, cuando menos, con el argumento de su conveniencia para la productividad.
En 1893, un nuevo gobernador de Illinois, John Altgield, accedió a que se revisara el proceso y las diligencias practicadas por el Juez Eberhardt establecieron que los ahorcados no habían cometido ningún crimen y que habían sido víctimas inocentes de un error judicial Fielden, Schwab, y Neebe fueron puestos en libertad. (para mí no hubo error, fueron usados como modelo de “si alguien más protesta, ya sabe lo que le espera”; la justicia en EEUU no cambió, en los ’20 hicieron algo parecido con Sacco y Vanzetti.)
Los Estados Unidos, renuentes a asociar la fecha con los acontecimientos de Chicago, CONTINUARON con el primer lunes del mes de septiembre de cada año como el Día del Trabajador
El Papa Pío XII, en 1955, estableció que la fiesta de San José Obrero se celebrará el 1º de mayo, coincidiendo así con la fiesta internacional del trabajo. (Lo cual silenció un poco el cuestionamiento de ciertos gobiernos liberales que asocian la fecha con el socialismo, el anarquismo y el marxismo.)
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Cultura del trabajo: la constituyen las prácticas, valores, códigos y significaciones adquiridos por los individuos en su trabajo y experiencia de vida, ligadas al contexto que los rodea.
Si las prácticas y representaciones sociales son construidas por las personas en el contexto en el que se insertan en medio de prácticas y costumbres determinadas (fichar ingreso y egreso, disciplina, compañeros, orden de tareas, etc. más valores, significado del trabajo, hogar, familia, barrio, pertenencia y compañerismo…) ¿cómo es percibido este mundo por un niño con padres desocupados? ¿Con trabajo informal, desempleo, subempleo y precarización laboral? ¿Manipulado por el asistencialismo, clientelismo político? ¿Qué pasa con los nuevos pobres en Argentina? ¿Qué pasa por la mente de quienes ven los bienes de consumo y se les niega el trabajo como medio de obtener recursos para adquirirlos?
Observemos el trabajo informal (por ejemplo, construcción, vendedores ambulantes, servicio doméstico, volanteros, etc.) tienen mayor autonomía, menor disciplina, pérdida de solidaridad con los otros, pérdida de compañerismo, etc.
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Un viejo cuento dice que tres obreros trabajaban tallando piedras para una construcción. Se les preguntó por el sentido de ese trabajo. Uno respondió es muy duro, pero inevitable, el segundo dijo que se alegraba de tenerlo porque ese trabajo le permitía satisfacer las necesidades de la familia y el tercero contestó “estoy construyendo una catedral”. El trabajo era el mismo para los tres, pero cada uno le había dado una interpretación y una motivación diferentes.
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El trabajo debe sustentar la vida, pero no ocuparla por completo, hay que trabajar para vivir y no viceversa.
Trabajar es siempre transformar algo haciéndose alguien. El trabajo es mucho más que una ocupación, el trabajo otorga identidad, de ahí la enorme suerte de aquellos que trabajan en lo que libremente han elegido.
Feliz Día!!!
3 Comments:
Igualmente, profe.
Buenísimo posteo. Carola
Gracias a ambos. Cariños
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