19.4.07

¿¿¿La fuerza de la Costumbre???

Supongo que a estas alturas tengo claro que es imposible dejar de consumir. Por menos que sea: consumo. Parte de lo que consumo es necesario, parte es por las trampas de la mercadotecnia y parte por la fuerza de la costumbre, mi irracionalidad, emotividad o falta de libre albedrío. En estos tiempos consumimos una buena cantidad de entretenimientos (lectura, espectáculos, música, radio, tele…) Para mí la radio tiene un lugar privilegiado, casi tanto como la lectura. Por años escuché una emisora de radio. Me despertaba con las noticias, aunque no tuviera simpatía por la periodista a cargo del programa; escuchaba esa emisora (con nombre de prócer argentino) parte de la mañana, por la tarde en la oficina y el atardecer en casa. Sabía que había en ello un gusto compartido con algunos familiares en el sur, mi hija menor y su marido aquí cerquita, mi marido en el auto o la oficina, tenía ese no sé qué de compartir con los que estaban lejos un mismo espacio. Este año la emisora cambió la programación, o mejor dicho cambió la gente de la radio. He descubierto que no me gusta más de la mitad de la gente nueva (sobre todo una periodista que criticó una película y mi hija Paula me preguntó ¿quién es esta troglodita? Una nueva, contesté. ¿Te gusta? No. ¿Por qué la escuchás? Por costumbre, hace unos años a esta hora estaba Castello). Al día siguiente el conductor del programa de la mañana se le dio por hacer una apología de la droga, entonces dije ¡cartón lleno! No cambiaron para que me gustara, no me gustás. Chau!!! Ahora mientras zangoloteo palabras puse un CD de Jazz (No sé quién lo compró, está bueno). Si la radio cambió y no para que a mí me guste, yo también cambio de emisora. Puedo hacer frente al el ruido de la construcción del fondo de mi casa con música.

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No me olvido de Carlos Fuentealba.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Amalia: En mi vida, la radio ocupa un lugar privilegiado. Un dato: sin la radio encendida no puedo dormirme.
Y con respecto a las costumbres, es difícil despegarnos de ellas.

19 abril, 2007 17:39  
Blogger Amy said...

Hola Sw2! Cuando yo era chica vivía en el sur. Escuchaba mucho la radio, conocí la tele cuando tenía 18, empecé a mirarla después de los 20. Escuchaba radioteatros, música, noticias, comentarios, programas humorísticos... Pasa el tiempo y sigo con esa costumbre, cambiaré de emisora. Alguna voy a encontrar que me gusta como la que abandono en estos días.

19 abril, 2007 19:08  

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