6.4.07

¡AY! PATRIA MIA

Dicen en los libros de historia que Manuel Belgrano al morir dijo ¡Ay! Patria mía.

En tiempos en donde muchos afirman que todo es relativo, convirtiendo -a su vez- en relativa su afirmación, podemos empezar por relativizar a quien dijo esta expresión y también el concepto de patria.

Más allá de estas exquisiteces de preciosistas en el lenguaje, par mí patria es la tierra en que nacieron y murieron mis padres, también en esta tierra nací yo. Me uní a alguien también nacido en Argentina y tuvimos cuatro hijas y ahora un nieto. A pesar de nuestros ancestros, mi abuelo era griego y hacia arriba el árbol genealógico se desparrama por diferentes países de Europa, Argentina es mi patria.

Recuerdo cierta tontería que circulaba haciendo hincapié en el predominio de lo europeo en los argentinos, esta cosa de tener un poco de piel blanquita, como si eso nos hiciera mejores. Las nostalgias de una Ocampo cuando se dio cuenta que era una europea de segunda, me hizo esbozar una sonrisa en las repetidas veces que escuché cositas por el estilo, sin ser la Ocampo. Dentro de este zoo me siento ARGENTINA, aunque no tenga demasiados motivos para el orgullo.

Por ser esta mi PATRIA siento dolor por los acontecimientos que se suceden, uno tras otros, en estos tiempos.

El dos de abril se conmemoró 25 años del arribo a Malvinas, de tropas militares, en una época nefasta. En ese entonces me sentía fuera de lugar en todos lados. No estaba con quienes pensaban en la gloria de ganar la guerra, ni con los que se ponían en la vereda de enfrente, no creía en la ayuda externa, ni en la unidad latinoamericana, ni siquiera en la lealtad interna. Tenía claro cuál iba a ser el papel de EEUU, tenía claro el temor de los que no querían la ayuda de los rusos, tenía en claro el papel de Chile y de las propias traiciones de los nuestros que se acomodan según les beneficia el bolsillo. Alguien me dijo cierta vez “Con gente como vos, ya perdimos la guerra”. Trataba de decirle que no dependía de mi manera de pensar el desastre que significaba esa guerra, simplemente era una lectura de las informaciones que se podían rastrear en medios diferentes a los argentinos. Para esa época yo me masoqueaba escuchando onda corta y emisoras de otros países.

Cuando el ejército se rindió alguien me dijo “tenías razón” y me largué a llorar. Le dije: “me cago en la razón ¿quién devuelve a los que estúpidamente murieron allí? A mí no me importa tener razón, me importa lo que pasa, el no poder hacer nada. Si me di cuenta (de lo que iba a pasar) yo que soy nadie: los cráneos de nuestro país ¿no lo sabían?”

Y pasaron 25 años, allí quedaron los que fueron. Muchos por una ley vacía que obligaba a hacer el servicio militar y en lugar de defender a la patria, los milicos los usaron para defender su permanencia en el poder. Por otro lado, de cierta parte de los ingleses ya se sabe. Son parte de un país colonialista, invasor y depredador. Así pasaron por todos los continentes, supieron usar muy bien a los traidores internos y manipularon las riquezas a su antojo. Pero ellos siempre se disfrazan de legalidad, con leyes hechas por ellos (dentro y fuera de su país) para beneficio de sus intereses.

La necedad interna llevó a creer que los yankis nos iban a ayudar porque se invadía el continente americano. Mal informados, nunca se les cruzó leer Las venas abiertas de América Latina, tampoco se les ocurre responderse ¿Por qué perdimos hasta el derecho a ser americanos? Para Europa y el resto del mundo americano es el de EEUU, nosotros somos de segunda, o somos los latinos o los hispanoamericanos.

En medio de estas cicatrices que no cierran del todo, el presidente no fue al acto de Ushuaia ¿por qué? Supongo por temor a los reclamos salariales, entre ellos el de los docentes. Y de allí los acontecimientos de un miércoles, un jueves y viernes de abril en Neuquén.

Pertenezco al gremio docente, pero no estoy adherida a ningún sindicato, por serias diferencias en la confusión entre política de partido con la defensa de los sindicalizados.

En el verano, un joven me comentaba que los docentes reclamaban más de la cuenta, porque él como docente ganaba $1.500. Conocía a compañeros recibidos de profesionales y no llegaban a $ 800.- Su trabajo era más importante que la de un docente. En el medio se cruzó otra persona y no pude seguir con su razonamiento, pero eso me quedó registrado.

Como docente, una de las primeras cosas que hago, en una de las materias que doy, es que los alumnos confeccionen una canasta familiar de una familia tipo, condiciones dignas de vida es la consigna. Tienen libertad de cuánto le quieren hacer gastar y en qué. La finalidad es trabajar necesidades y deseos. Aún cuando no contemplan todos los gastos, quizás algunos muy importantes, los importes superan largamente lo planteado por el INDEC. Después que la hacen empiezo a señalar la selección que se debe hacer para adecuar salario y necesidades y relacionamos con el marketing. En este terreno se dan numerosas discusiones. Muchas veces, ellos hablan mal de quienes hacen reclamos; entonces, les planteo cómo se hace para vivir con esos salarios, si ellos mismos han confeccionado gastos varias veces superior a lo que ganan.

Al joven que me planteó lo de los $ 1.500 no le pude decir que no estaba mal que un docente ganara $ 1.500, lo que está mal es que el otro ganara nada más que $ 800. Aunque este sea el salario mínimo para los argentinos (no todos lo ganan)

El salario mínimo vital y móvil es un derecho consagrado por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.

Mínimo. Significa que es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral.

Vital. Quiere decir que debe asegurarle al trabajador la satisfacción de sus necesidades básicas, esto es alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional.

Móvil. Implica que debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de la vida.

Algunos convenios colectivos fijan salarios básicos superiores al mínimo vital y móvil.

En la Argentina, el Salario Mínimo, Vital y Móvil lo fija el Consejo Nacional de Empleo, la Productividad y el Salario, integrado por el representante del sector sindical, del empresariado y del Poder Ejecutivo. Sus resoluciones deben aprobarse por los dos tercios de sus miembros.

En noviembre se dijo que el salario mínimo subiría a 800 pesos en tres etapas.

Supongo que para los legisladores (que bien poco cumplen con su deber) y para quienes reciben adicionales (no siempre santos) sobre sueldos mayores de $ 6.000 es fácil decir que no se proteste. LA GENTE DE NEUNQUÉN, COMO LA DE LAS OTRAS PROVINCIAS, protestan con razón. Hay gente que se enoja con las protestas que impiden el tránsito, dicen que impiden la libre circulación en el territorio, y que es contra el derecho constitucional de todo ciudadano. El tener salario digno ¿no es también un derecho constitucional?

¡Ay! PATRIA MÍA. Cada uno te acomoda a su gusto y ganas. La Constitución la redactan los que tienen el poder, el poder lo ejercen ¿quiénes? ¿Los que prometen y luego se convierten en lo opuesto? ¿Los que mienten? ¿Los que se disfrazan porque no pueden dar la cara? ¿Los que se esconden para que no se les grite en la cara que son ineptos? ¿Los que escriben con la mano y lo borran con el codo?