23.2.07

Babel y una forma de narrar

(o mi embrollo de emociones)

Fui a ver a ver Babel, no sabía bien de qué se trataba. El título me sugería la relación con el mito del Génesis bíblico, sabía que eran historias narradas en diferentes lugares, que en cada lugar se respetó el idioma, tal vez, la idiosincrasia. Iñárritu dice que fue así, que por eso trató de buscar, en algunos casos, “no actores” que dieran una imagen más real a la ficción. Hay quienes se sienten incómodos con esta la forma en que la película presenta temporalmente la historia, aunque se respeta bastante el orden cronológico, el relato salta hacia atrás y hacia delante; y esto puede desconcertar, pero cierta repetición de un diálogo telefónico más la imagen cerca del final resulta clara, por si no todavía estás en las nubes. Quizás también estaría jugando con lo circular, con el tiempo del eterno retorno que también es mítico.
Es interesante que las películas de dos mexicanos estén entre las más vistas, las que tienen posibilidades de premios en la academia de Hollywood (*) y que retomen los mitos arcaicos y los transformen para contarnos algo, que recibimos más por la emoción que por la razón. Si bien no logré empatía con los personajes, sentí el impacto de su sufrimiento, menos en el de la pareja de estadounidenses que en el de los otros personajes. Lo que me importa es esta sensación pegajosa que me acompaña y que me lleva a volver sobre la narración y los motivos. Esa mezcla entre el efecto de extrañamiento, distanciamiento intelectual, que nos lleva al uso de la razón una vez que aplacamos las emociones.
Dicen que Platón estaba en contra de aquello que se transmitía como verdad y confundía a las personas, pero entendió que la narración de los mitos era favorable por los valores que transmitía. Hay quienes descalifican el valor de los mitos, desean pasar todo por el filtro de la racionalidad, por el realismo literario. Pero ¿quién puede olvidarse de la “Metamorfosis” de Kafka? Me atrevo a decir, en el mar de mi ignorancia, que no todo es racionalidad y que los “mass media” han tomado el lugar de la transmisión de narraciones que se nos presentan como verdaderas y, subliminalmente (1) entendido como lo explica J. Ferrés, nos transmiten valores. Babel, en este sentido, dice muchas cosas. ¿Qué valor tiene el dinero para alguien muy pobre? ¿y para alguien que reduce al “Otro” a dinero? ¿Qué valor tiene la vida si se es marroquí o estadounidense? ¿Qué valor tiene la ley sobre 16 años de ilegalidad y cumplimiento de tu trabajo? ¿Qué valor tiene estar presente en los acontecimientos que rodean a tus hijos? ¿Qué valor tiene que alguien haya cuidado a tus hijos desde que nacieron? ¿Qué valor tiene la vida de una ciudadana “x” cuando lo político mete la cola? ¿Qué estado de paranoia lleva a creer que todo es terrorismo? ¿Qué se dice a un niño sobre la “patria” de quien te cuida? ¿Cómo se miden los actos individuales? ¿Cómo se vive en medio de necesidades básicas cuando el deseo se nos escapa? ¿Qué valor tiene decir “ella me prestaba atención”? cuando ella eligió el peor de los abandonos –el suicidio, etc. etc.
También, podríamos decir parafraseando a Borges, los mass media han creado un tipo de receptor especial de narraciones fragmentadas y el desorden en este relato no es pa’ tanto. Recuerdo Pedro Páramo de Rulfo, o Absalon, Absalon de William Faulkner (seguro que el director y el guionista los conocen) la ruptura de la linealidad de una historia, mis primeras impresiones, mi incomodidad al leer y mis justificaciones: ¿cuántas veces te enterás las vidas de los demás o la historia de una ciudad por fragmentos que vienen de distintas fuentes y en distinto tiempo? ¿Cómo organizás la realidad que te rodea a partir de información parcial? ¿Cuántas veces encontraste justificación a una conducta después de mucho tiempo, cuando entendiste los antecedentes de la misma?
En el relato hay denuncia, señalamiento, presentación de actitudes muy comunes de los estadounidenses en el resto del mundo y lo que nos dicen los medios, mientras hay historias mínimas, igualmente dolorosas por quien nadie mueve un pelo.
Volví a leer en la Biblia de Jerusalén (que heredé de mi madre) y leí “torre de Babel” y recordé dos torres, leí las notas al pie, me quedé con “embrollo, confusión y castigo al pecado de soberbia”. En Marruecos los yanquis no dejan que la ambulancia llegue porque quieren que se reconozca un ataque terrorista, los marroquíes no aceptan esa versión, el helicóptero estadounidense no puede cruzar el espacio aéreo… o sea les importa un cuerno la vida de la ciudadana yanqui, en la frontera el mexicano toma la peor decisión, en el peor momento porque no se entiende bien con el policía “latino” y otros policías negros lo tratan más o menos igual… A propósito de esto, me quedó claro que en Marruecos o en EEUU la policía pinta igual. No parece ser así en Japón.
Japón es el punto de partida de un arma, Japón es un país que fue vencido y ocupado por EEUU. La historia que nos muestra si no fuera por los rasgos físicos de los personajes, daría lo mismo que fuera en otro lugar… ¿qué no dice nada con respecto a los demás relatos? ¿NO? ¿Dónde se origina el embrollo de un mundo dividido? ¿Quién deberá pagar por el pecado de soberbia?
Recién después de ver la película, leí las críticas. No me importa tanto que me cuenten la historia y el final, sino que me señalen: qué y cómo tengo que ver. No hay demasiado para agregar. Hay sitios en que hasta te presentan la historia en forma ordenada en el tiempo (es lo menos necesario, a mí me pareció interesante la forma, el contenido principal de la narración si se lo cuenta en forma lineal se entiende a simple vista, diría es hasta común).
Si me preguntan ¿la recomendarías? Digo: ME GUSTÓ, pero todo depende ¿Qué pretendés ver cuando vas al cine?
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(*) Que este nominado no significa necesariamente ser lo mejor, pero sí da estatus y dinerillo para el ganador del Oscar. Para hacer cine se necesita dinero ¿o no?
(1) Televisión subliminal – Socialización mediante comunicaciones inadvertidas. Joan Ferrés Toma lo subliminal en un sentido amplio, en la forma en que es camuflada la intención en la forma de decir del emisor.
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Grajeas sueltas
-Es interesante recuperar el mito bíblico de Babel en cuanto a la confusión de lenguas, a mi entender no para tomarlo en forma literal, hay quienes se burlan de los mitos y quizás no entienden su razón. Es cierto que en versículos anteriores en el Génesis se dice que cada tribu tenía su lengua (o sea ya no tenía una lengua común), pero no debemos olvidar que se trata de traducciones, bien podría ser algo parecido a “dialecto” la palabra apropiada. La otra cuestión es a quién se dirigía el relato y cuándo. No es lo mismo una palabra en griego que arameo. Algo así como el “to be” ¿Cómo se traduce? ¿es lo mismo decir “es inconsciente” a “está inconsciente”?

-En la película se nos presentan dos desiertos, uno en África y otro en América. Tradicionalmente al desierto se lo interpreta como: lugar de revelación de la divinidad, abierto a la trascendencia, lugar del dominio de la abstracción, fuera del campo vital, escaso de humedad que impide la corrupción que proporciona el agua.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Leido por ahi: "Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo".

23 febrero, 2007 13:54  
Blogger fractal said...

Hola Amalia,

Aparezco por tu blog después de una larga ausencia, con identidad nueva, (decisión de blogger) aunque te he leido esporadicamente y sin comentar.
Hoy me llamó tu post... es magnífico. Da para comentar largo, largo, largo.
Los relatos que rompen la linealidad son muy atractivos. Pierden su interés si no están bien estructurados, pero en caso de estar bien resueltos ganan en fuerza narrativa. Además obligan en cierto modo al espectador-lector a actuar, y eso siempre me parece interesante. Por otro lado, no debería ser tan raro, puesto que responden a la fragmentación que invade todo.

Me han entrado ganas de ver la película. Estoy casi segura de que me gustrá. Y si no, contemplaré el desierto, que no es poca cosa.

Un abrazo Amalia.
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28 febrero, 2007 06:39  
Blogger Amy said...

Hola, Frac. Gracias por tu comentario. No sé cómo llegaste a este blog, supongo que ha sido un poco esa semejanza con una botella lanzada al mar la que nos une. Antes pensaba los comentarios sobre las películas y los libros, alguna que otra vez escribía algo que quedaba encerrado en la memoria de la PC. Un día se me ocurrió mandar mails con mis reflexiones, quería saltar sobre mi "separtidad" compartir mis "embrollos" y terminé escribiendo un blog para no llenar la casilla de correo de mis conocidos. Después terminé contactándome con "lectores" de los que sólo tengo noticias por el contador que una de mis hijas instaló. Me encantaría saber de más de vos. Voy a cliquear en tu nombre para ver si llego. Cariños

28 febrero, 2007 21:36  
Blogger fractal said...

Amalia,
Vengo con identidad nueva y no me reconoces... bueno, si has clicado sobre mi nombre ya tendrás noticia de quien soy.
Efectivamente, recogí tu botella lanzada al mar, pero de esto hace ya muchos meses.

Besote de Liter, Frac, Mati...

01 marzo, 2007 06:23  

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