2.11.06

Hallowe’en,

Las dos grandes fiestas célticas son las del 1º de mayo y del 1º de noviembre, o más precisamente, las vísperas de esos dos días concuerdan estrechamente una con otra en la manera de celebrarlas y en las supersticiones asociadas a ellas, así como por el carácter arcaico impreso en ambas, que nos conduce a un origen remoto y pagano. El festival de mayo o Beltane, como los celtas le llamaron, abría las puertas del verano.
La fiesta de noviembre, correspondiente a la víspera del “día de todo lo sagrado”, anuncia la llegada del invierno.
De las dos fiestas, quizá la más importante es la de la víspera de todo lo sagrado (luego transformada en el día de todos los santos), puesto que los celtas creen que marca el comienzo del año. En la isla de Man, una de las fortalezas en que las costumbres y el lenguaje céltico se mantuvieron durante mucho tiempo contra el asedio de los invasores sajones, el 1º de noviembre, era considerado como el comienzo del año nuevo hasta época reciente. Los pobladores de Man acostumbraban a ir disfrazados la víspera de todo lo sagrado cantando en el lenguaje nativo una especie de villancico que comienza: “Esta noche es la noche de Año Nuevo Hogunna”. En la antigua Irlanda se acostumbraba a encender un “fuego nuevo” cada año en la víspera de todo lo sagrado o de Samhain y de de esta llama sagrada se reencendían todos los fuegos de Irlanda. Esta costumbre señala directamente a Samhain como día de Año Nuevo, el fuego nuevo tendría influencia bienhechora durante doce meses.
En esta fiesta hay asociación de esta fecha con lo muerto. No sólo entre los celtas, sino en toda Europa, la noche de la víspera de Todo lo Sagrado que señalan la transición del otoño al invierno, creemos que ha sido de antiguo el momento del año en el que se supone que las almas de los difuntos volvían a sus antiguos hogares para calentarse en el fuego y confortarse con buena acogida que se les hacía en la cocina o en la sala por sus parientes cariñosos. Era quizá un pensamiento natural que, al aproximarse el invierno, los espíritus ateridos y hambrientos abandonases los campos desnudos y las deshojadas arboledas buscando el abrigo de la cabaña con su hogar familiar.
No sólo las ánimas de los difuntos eran las que vagaban por la tierra, también las brujas aumentaban su errabundeo dañino y se sumaban duendes y hadas de toda clase.
Aún cuando un hechizo de misterio y miedo se asigna siempre a la víspera de Todo lo Sagrado en las mentes de los campesinos celtas, la celebración del festival, al menos en los tiempos modernos, no ha tenido un matiz triste predominante. Con el paso del tiempo se ha convertido en la más alegre del año.
Distintos pueblos celtas, tanto aldeanos como labriegos, encendían sus hogueras como modo de proteger sus viviendas.
En algunos pueblos los muchachos tomaron la costumbre de encender fuegos en lo alto de las serranías. Iban por las casas pidiendo turba a cada vecino diciendo: “Denos turba para quemar a las brujas”. Cuando habían reunido bastante turba formaban un montón añadiéndole paja, retamas y otros materiales combustibles.

De La rama dorada (versión abreviada) de James George Frazer.

Esta fiesta que hoy es recordada como Hallowe’en, es la forma moderna inglesa del antiguo “All hallow Even” = “víspera de todo lo sagrado”.

Una de las costumbres que se deriva de las antiguas celebraciones es que: la gente de pueblo se disfrazaba con harapos y ropa horripilantes que les permitía pasar inadvertidos entre los espíritus malignos. Además, se creía que la calabaza era un espíritu benigno; es por ello que se suele hoy a calarlas con expresiones felices e iluminarlas por dentro.
En la actualidad, niños disfrazados de brujas, duendes y monstruos recorren sus barrios repitiendo la frase: “Trick or treta” (truco o trato); quien opte por truco se arriesga a ser asustado y los que eligen trato aseguran su tranquilidad entregando golosinas o dinero que se reparte entre los chicos.

En nuestro país hay muchos descendientes de celtas, muchos venidos de España. Feliz Hallowe’en!!!

3 Comments:

Blogger TOTA said...

Y nosotros los festejamos porque somos decendientes de los galeses que son celtas =) ademas festejamos el aniversario de Chelesta y el Eze (se casaron el 31 de octubre del 2003)

02 noviembre, 2006 10:55  
Blogger Fabio Parra Beltrán said...

Gracias por la información. Siempre es bueno -debiera ser obligatorio- saber porque se festaja o poque se hace una otra cosa popular. Yo creo que nunca he participado de las fiestas de disfraces. Aunue de niño si pedi dulces.
Un abrazo desde Bogotá

13 noviembre, 2006 03:18  
Blogger Amy said...

Con el tiempo las tradiciones se modifican, a veces, tanto que se pierde el origen o el motivo por el que surgieron. Una vez mencionaron el libro de Frazer y conseguí solo una versión abreviada, con lo que encontré allí me bastó para darme cuenta de la cantidad de cosas que hacemos creyendo que corresponden a un motivo y, en realidad, surgieron por otra causa. La religión, la política y el tiempo las van transformando. A mí me interesó bastante las festividades con fuegos, el entierro de los dioses, etc. he sentido de alguna forma el sincretismo que se produce entre el cristianismo y religiones anteriores.

14 noviembre, 2006 01:11  

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