22.11.06

Carta a Luis

"Cuando es transcrita la palabra (...) El cuerpo, aunque está siempre presente (no hay lenguaje sin cuerpo), deja de coincidir con la persona o, para decirlo mejor, con la personalidad. El imaginario del hablante cambia de espacio: ya no se trata de demanda, de llamado, ya no se trata de un juego de contactos; se trata de instalar, de representar un discontinuo articulado,..."
El Grano de la voz - R. Barthes.


Hola Luís:

Gracias por acercarme al Santos Vega (que he dejado de lado más de una vez), siendo leyenda y poema que trata de establecer o reafirmar un arquetipo en un país que necesitaba de un mito fundante, de un origen. No sé donde vivís ni cual tu contacto con los “gauchos argentinos” (digo esto por la existencia de gauchos brasileños y uruguayos). Viví mis primeros años de vida (18) en Río Negro. Aunque no es muy reconocido el lugar como tierra de gauchos, quiso la casualidad que un día descubriera que Martí a finales del siglo XIX hablaba de los gauchos de Choele Choel en notas que escribía en EEUU. Hace unos días escuché a Carrizo hablando del festival del folklore rionegrino y de mi pueblo, dijo “aunque no se lo vea así, esta tierra es de gauchos”. Nuevamente me puse a pensar en el sincretismo de nuestra cultura y como heredamos inconsciente y colectivamente “tradiciones”, como los hijos de inmigrantes y algunos inmigrantes trataban de vestirse como gauchos y comportarse como tales, la leyenda de J.B.Bairoletto (que en la zona no fue recordado como gaucho bueno y se le atribuyeron tantos robos que no sé cómo hacía para recorrer tantos kilómetros a caballo en un día).
Pienso: si las tradiciones se contradicen, es difícil no contradecirse, quizás no sea esto más que agujeros textuales en mi interpretación o simplemente ignorancia. Sigo pensandando, podemos tomar parte de tal o cual texto y desechar otras tantas. De ahí la construcción de un origen como si fuera un rompecabeza con diferentes vertientes. Tal vez, como dijo alguna vez David Viñas: “toda estética implica una moral. Es decir, toda estética –a través de ciertas mediaciones- presupone una visión del mundo; y lo correlativo: una ideología política” o lo que escribió en otra oportunidad “la estética es, en última instancia, teoría política”.
Así Hernández escribió lo que sentía según su visión de mundo (o conveniencia entre pertenecer o no pertenecer al PAN y el opositor se concilia con las opiniones de Avellaneda), los lectores tomaron lo que quisieron o pudieron… Las lecturas desviadas producen nuevos textos y reflexiones. Así la mía. Fue de este modo que en épocas del avance de la inmigración Lugones escribió El payador y emparentó al gaucho con la tradición de occidente, la tragedia griega, etc. etc. y tuvimos mito, origen y diferenciación, identidad quizás (cosa tan discutida hoy junto con lo de mentalidad). Mis lecturas incompletas sobre el gaucho fueron: M. F. (varias veces), El Fausto, Don Segundo Sombra, Facundo (tiene un capítulo dedicado al diferente tipos de gauchos), folletines de E.Gutierrez y algunos poemas (desde la ficción, sé que el Facundo es discutible considerarlo entre la ficción, pero la realidad transcripta siempre me ofrece dudas sobre cuánto es realidad y cuanto es ficción). En cuanto a teoría o historia sobre el gaucho leí Historia social del gaucho de Rodríguez Molas, Mentalidades Argentinas de Pérez Amuschástegui, los textos de Borges, algo de Josefina Ludmer, algo de E. Martínez Estrada (sobre el MF) y por supuesto textos de David Viñas (se acepta sugerencia de textos sobre el tema o comentarios que me desasnen). No sé si es mucho o poco. Es algo que me permitió afianzar mi idea de la manipulación a través de las narraciones.
En el ataque al gringo, dentro del MF, en este momento puedo transcribirte estos versos (creo que debe haber más, ahora no lo recuerdo, se me cruza el Moreira) “Criollo que cai en desgracia/tiente que sufrir no poco;/naides lo ampara tampoco/si no cuenta con recursos;/ el gringo es de más discurso; cuando mata, se hace el loco.” El poema quizás no fue concebido como elemento opuesto al inmigrante, pero tenía el germen para lo que vino después. (Hay un librito interesante sobre los inmigrantes en la literatura argentina, no recuerdo el nombre en este momento).
En cuanto a lo que decís sobre “hacéte amigo del juez” eso esta puesto en boca de Vizcacha, personaje que aparece como contracara de Fierro, es un gaucho cargado de signos negativos. A Vizcacha (personaje ladrón, mentiroso y acomodaticio, poseído por el Mal, es el enjuiciamiento moral del personaje y la interpretación más accesible a los destinatarios directos de la obra) una vez muerto los perros le semi desenterraron y le comieron la mano. Curiosamente le han cercenado la mano, parte del cuerpo asociada con el robo y, en algunas culturas, es justamente la parte que se mutila como señal de castigo ejemplar a quienes no respetan la propiedad “privada”. Este "personaje", contracara de Fierro, que dentro del poema ha dejado de existir, nos sugiere un tipo de gaucho muerto fuera del poema. (Creo que aunque Vizcacha muere en el poema nos quedó mucho de su filosofía, algo así como los tan criticados “sofistas” griegos que perduran en el habla de políticos, abogados y cabildistas como dice el personaje de Gracias por fumar)
Hablar de la tradición no fue más que una excusa para volver a lo mismo “las comunicaciones inadvertidas” en todo texto (oral, visual o escrito).
Gracias, una vez más por activar mis neuronas.
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No puedo mandarte esta carta por mail porque no sé que le pasa al servidor, para no comentario no daba, es muy larga. Espero tu respuesta.