11.6.06

Lineup

(Cuentito largo para blog, pero estoy sacando a la luz "hijos" nacidos hace unos años)

Ella ingresó como una tromba, sin darme tiempo a que dijera algo, habló sin parar, era como un río de palabras que inundó la habitación.

“Hola. Siento que debo confesarlo, soy una viciosa, una adicta. Soy esclava de mi vicio como cualquier drogadicto. Sí, no me mire así. Aunque usted no me vea fumar, ni beber, ni drogarme. Así, con mi aspecto casi normal. Sí, así cómo usted me ve, no sé qué hacer. Bueno... eso de normal es entre comillas, habría que revisar qué es ser normal...
Cuando miro a un chico que se droga lo entiendo. Pienso en qué carajo le habrá pasado, cómo fue que llegó a ese estado. Porque no se crea, todo tiene su historia. A lo mejor usted me puede decir que detrás de esto hay una base fisiológica o biológica y que no todo pasa por los padres, los hermanos y toda esa gente que uno adquiere sin quererlo. Esa gente que le pasa a uno el dedo sobre la cabeza y le deja una marca. Sí, una marca como si uno fuera cemento fresco y luego se endurece...
¿Decía? ¡Ahhh! Sí, ya sé. Decía: tengo un vicio. Aparento ser normal pero no es así. Usted me ve pacífica, miro con dulzura a la gente, sonrío, no me muestro malhumorada o deprimida. No ando del todo mal vestida, tampoco huelo mal. Todavía me peino y cepillo mis dientes. Pero eso no es suficiente. Tengo un vicio. Mi vicio es la computadora; en realidad, ciertos juegos con la computadora. Esos de ordenar, ¿vio? No me diga nada, no me diga nada. Déjeme hablar. Si no digo todo de corrido no voy a decirlo más.
Bueno, empecé jugando un game, como cuando uno empieza con un cigarrillo o la primera copa de algo o como esa gente que va al casino y cree tozudamente que va a ganar, que va a recuperar lo que perdió y se pasa horas jugando. En primer juego obtuve un determinado puntaje; no estaba mal, entonces pensé: tengo que mejorarlo y así fue que seguí con otro, otro, otro y otro. Ahora me paso mucho tiempo como una estúpida ordenando cartas o líneas o cajitas o eliminando bolitas, líneas...

Se preguntará cuánto tiempo. Al principio jugaba media hora, un ratito. Después fui prolongando mi sesiones de juego a una, dos horas y quizás más. No podía mucho porque la computadora era del trabajo. A veces, llegaba antes de que llegara mi jefe; otras, me quedaba fuera de horario. Empecé a sentir que frente al monitor me olvidaba de los problemas. Ya no me acordaba de mi vieja y sus maldades en casa, no me hacía problemas cuando se quiso escapar desnuda, ni cuando me prendió fuego los libros o cuando sacaba las cosas del placard y las arrojaba al piso para que yo limpiara. No me importaba cuando me decía: “sucia, sos una sucia, si yo no limpio no sé que va a ser de esta casa”. No me importó internarla en el geriátrico público porque no me alcanzaba la plata para pagarle a alguien que la cuidara. No me molestaban las maldades de mi vieja y de estar sola como un perro o como una veleta. Ya no me dolía el departamento cayéndose a pedazos por los caños rotos del departamento de al lado, ni las expensas cada vez más caras. Lo bueno era que jugaba sólo en el trabajo, me decía que eso pronto terminaría, que era porque tenía muchos problemas... hasta que no pude más y me compré una P. C. en cuotas.

No sabe lo que fue. Ella estaba en casa conmigo, era mi mejor compañía. Ahora salgo del trabajo y voy a casa corriendo, me compro algo de comer. ¿Se imagina? Me compro algo de comer. No me cocino nada. No me puedo dar el lujo de comprar comida preparada, pero no puedo perder tiempo. Me siento frente a la PC, clavo mi vista en el monitor y juego, juego, juego. A veces, son las cuatro de la mañana, sé que a las seis me tengo que levantar pero no me importa. Ya no llamo al geriátrico para saber qué otra maldad hizo mi vieja. ¿Sabe? A ella no le gustó que la llevara allí. Quiere que la echen. Les pegó con el bastón a las compañeras de cuarto, rompió los vidrios, cagó en el medio de la habitación por no ir al baño, armó una guerra con la comida en la cocina. La enfermera me dijo que no es de loca que lo hace, es de turra no más.

¿Usted sabe?, con la PC no me acuerdo de nada; lo malo es que no mejoro mi puntaje, en el tetris llegué como a treinta mil. Me aburrí. Eso que me pasaron diferentes versiones. Ahora me dieron un juego nuevo, se llama Lineup. Se parece a uno que jugaba al principio. Si uno completa las líneas horizontales y verticales se eliminan y dan puntaje. Mire, sería bueno que uno pudiera hacer eso con la gente. Por ejemplo, hay gente que te jode, le digo de esas QUE JODEN, pero ¡qué le digo! Son de las que joden de verdad. No, no hablo de esas que lo hacen por un ratito y hasta piden disculpas. Bueno, a esa gente que es rejodida uno agarra y las pone en línea para que se evaporen... ¿No me diga que no estaría bueno?

Es un vicio, lo sé. No sé si no hace mal a nadie. Todavía no maté a nadie. Eso es bueno, ¿no? Por lo pronto, no duermo bien. Los días que no juego tengo temblores, mi vista está hecha un desastre porque el monitor es de cuarta y no me pude comprar los anteojos antirreflex.

¡No! No me mire así, no me diga que esto no es un vicio como Dios manda. Me siento mal físicamente. Me he vuelto sucia y desprolija. Sí, aunque todavía me peine y me cepille los dientes. Yo no soy como el Bill ese, con toda la plata que tiene, debe tener la mugre de cuarenta años en su dentadura. En mi departamento la cucaracha más chica es como Gregorio. No me mire así, no me diga que no sabe quién es Gregorio. ¡¿Cómo?!, ¿usted no leyó a Kafka en la secundaria? Cuando lo leí pensé: si alguien se despierta una mañana y se cree un bicho es mejor aplastarlo de un piñazo y ¡mire! ¡Míreme a mí ahora!

¿Qué? ¿qué pasa si no juego? ¿Se acuerda de los días del gran apagón? Media ciudad sin luz. Bueno, en esos días no podía jugar en casa. Me quedaba jugando en la oficina durante la hora de la comida. Mi jefe un día me levantó en peso, me quedé jugando como tres horas. No podía estar sin jugar. ¡Sí! Intenté no hacerlo, pero cuando llegaba a casa tenía temblores, tenía frío cuando otros se cagaban de calor, me mareaba, tenía ganas de vomitar, no podía dormir. La vecina del piso de abajo vino un día y me reputeó, me dijo que ya tenía bastante con el corte de luz como para tener que aguantar a una boluda que corría muebles toda la noche. Me ponía a limpiar la casa, trataba de cansarme, de entrar en calor haciendo algo útil por mí.

Por favor, dígame ¿cómo hago? Sí, lo sé, esto es algo complicado. Pero necesito ayuda ya o voy a estar en una línea eliminada. No me diga que esto es algo nuevo, que en realidad lo que me pasa es otra cosa ¿Sabe dónde recuperan adictos a los juegos de PC?”

Reparé que ella entró cuando yo estaba sentada en el sillón, buscando algo en el escritorio de mi jefa y no me había dejado hablar, que cada vez que intenté decir algo ella me hacía un gesto para que me callara. Sorprendida aún, la miré y solo pude decirle: No soy la sicóloga. Soy la secretaria. ¿Tenía cita hoy?
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Ejercicio de taller modificado con el marco (presencia de la secretaria)
Consigna: escribir un texto en 1ª persona de acuerdo con los siguientes puntos
* Compra de un objeto
* Luego trae dificultades
* El adquirente no puede desprenderse de él.
Junio/1999.

5 Comments:

Blogger TOTA said...

Buena pregunta ¿Sabe dónde recuperan adictos a los juegos de PC?
jeje Todos debemos haber pasado por ello en algun momento de nuestras vidas, pero uno debe preguntarse si vale la pena jugar tanto tiempo o lo que hagas con la maquina(eso de vivir en un tupper y no vivir la vida, depender de la compu). Yo casi no juego pero me hice muy fanatica del foro de manualidades...justo ahora estoy haciendo una receta que me pasaron (pinta lindo). No sé si es bueno o malo, para mi ahora, es bueno porque estoy aprendiendo otras recetas que no conocía.
Ya sé, es un ejercicio del taller pero muy real ¿no?
Te mando un abrazo madre mía y un besito, un día los invito a comer (alguna de esas recetitas nuevas, bah, por ahi prueban la torta pendiente que mas que de sabor es la forma nueva)con algun postre casero tambien...bebida todavia no sé muchas pero tengo recetas de muchos jugos =)

11 junio, 2006 21:53  
Blogger Amy said...

Querida Tota, la escritura no es más que una realidad cifrada. La imaginación se dispara a partir de datos que poseemos de lo real. Aunque cabe la pregunta ¿qué es la realidad? Este cuentito lo presenté a un concurso. Fue finalista en el 2000. Luego me ofrecieron publicarlo con otros. Y quedó archivado, pensé que era mejor no publicar nada, tenía que pagar una parte de la edición. Realmente lo hice cuando Celes se interrogaba el porqué yo jugaba con la PC en plena crisis de quedarme sin trabajo. El juego existe, yo lo jugaba. Para esa época fue el apagón de Edesur. Ahora que lo pienso, debería reescribir mis caminatas en medio de las fogatas de la calle cuando venía CICVA (Quilmes) y tomaba el colectivo en Constitución. En el curso de calidad de vida tuve gente vinculada con drogadictos y drogadictos, pasé al jugador de PC los síntomas que escuché... eran épocas en donde no se planteaba la PC como adicción, hay más datos extraídos de la realidad, no se trata de una persona sino de varias resumidas en una, por eso resulta "real".

12 junio, 2006 00:42  
Blogger Chiara Boston said...

Amalia... Entro por primera vez a tu blog y me encuentro con un relato muy divertido,muy bien llevado y sobre todo, muy real. Te reirías si te cuento que un día la encontré a mi vieja de 70 años, sentadita frente al solitario de la compu, con la carterita todavía colgada del brazo y el tapado a medio sacar.

Son compañías que luego se transforman en obsesiones. Y esto se aplica a muchos ámbitos de la vida, supongo.

Te felicito!

Laura

12 junio, 2006 17:59  
Blogger Amy said...

Sir pongo la consigna: porque está guardado así en la compu, porque una vez un escritor dijo que los talleristas no eran escritores, porque se reían de que con una consigna uno pudiera escribir. Lo único que borré es el nombre del taller. Pongo la consigna porque soy provocadora y para que a alguien le puede ser útil y le de ganas de escribir algo con ese disparador. Una vez escribí un cuento sobre hacer empanadas y mi amiga se puso a vender empanadas y me dijo que era por el cuento.
El día que lo escribí me reí mucho, mientras me lo imaginaba no podía escribirlo, mi imaginación iba más rápido que mis manos. Cuando lo leí para los demás parecía tonto de que me causara risa mi propia imaginación, que no era tanta, era la mezcla de muchas personas y de mi punto de vista y de mis ganas de reírme de mí.
Me produjo algo parecido "Sin pie ni cabeza" a pesar de que lo separan muchos años. Es el estilo que me gusta, pero no siempre me sale.
¿Fui clara? o como me dice alguien "seguí bordando" a lo mejor te sale. Una vez hice un dibujo y un pintor (compañero de taller) me dijo "mejor seguí escribiendo" (lo peor era que tampoco le gustaba como escribía yo). Je! Cariños.

12 junio, 2006 23:35  
Blogger MIB said...

ejejej.. me daban ganas de sentarla y abrazarla a la histerica de los jueguitos... (bueno por momentos tirarle un vaso de agua fría al medio de la cara para que cerrara la boca!)

yo soy adicta.. pero más tranquila. jajja no tiemblo... por ahora..

Conozco un amigo que era adicto a un juego en internet. Tenía que pagar una cuota mensual, y es todo como una realidad virtual, donde te hacés amigos de todo el mundo, deciden online dónde ir, cómo conseguir sus objetivos, etc... Me parecía tan triste ver a un hombre de 28 años tan entusiasmado con la vida virtual sin tener amigos reales en la vida fuera de su PC... de a poco fue saliendo... con algo de mi ayuda (porque acababa de llegar a España y me sentía muy apoyada en él, entonces él se sentía de alguna manera "útil" para alguien), con la ayuda de una psicóloga... empezó a salir.. conoció a una chica... ahora está fenómeno.. dejó el juego por unos meses pero ahora lo retoma... de vez en cuando... TE juro que fue la primera vez que vi lo triste que es no tener lazos emocionales... y encontrar la felicidad de conocer a través del juego... no sé..

Besos amalia!

14 junio, 2006 13:59  

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