7.5.06

Cuestión de Familia

Ancestros

Mi padre

No volaba alto.
No tenía jaula de oro.
Decía:
“Al que junta dinero le daría dinero para que coma”
“Desconfiá del que no gusta de los animales, las plantas y la música”.
“No tienen porqué existir las cerraduras, las puertas son para el viento, el frío y la lluvia”.
Debieron inspirarse en él cuando hicieron un aviso filmado en la Patagonia
A él le gustaban las mujeres, pero ninguna remplazó a la que tuvo.
Era uno de los mejores de su clase; no lo dejaron ir a estudiar porque a mi abuelo no le pareció importante, supongo le cortaron las alas.
Gustaba de caminar con un bolsito donde cargaba cosas que a nadie le interesaba. Todos los días tenía una cita en la tumba de mi madre.
Sintió el golpe de la ingratitud, de la burla y el ridículo.
Cierta vez le confundieron para poner su nombre en una calle, lo eligieron por él y no por su padre. “Fui a votar por él”, me dijo con orgullo la vecina y me confirmó el malentendido.
No estuve el día que le dieron el pergamino y en que mi hermano lloroso me decía “tenías que haber venido”.
Mamá me dijo una vez: “Tu padre es así. Mirá, después de todo lo que le hizo “H”, él me dijo con los ojos llenos de lágrimas que si había Dios él pedía para que “H” no sufriera.” H se moría y mi padre pidió por él. ¿Habría H pedido por mi padre?
Más de una vez abrió sus manos y tendió el abrazo.
Cascarrabia como ninguno, empecinado, nos peleábamos por ciertas rigidez en l forma de pensar de ambos, pero sé que a le bastaba estar con los que caminan por la tierra sin hundirse en el barro.
Un día dijo que ya no tenía más nada que hacer en este mundo y partió para reunirse con quien fuera la mujer de su vida.

( Texto de archivo. Re-escrito para línea 07/05/2006)
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La abuela de mi padre

Mi abuelo un día salió caminó hacia el mar y se marchó lejos. En la isla de Rodas, en el pueblo de Arcángelo quedó su familia. Me contó mi primo que fue hasta allí y le contaron “La madre de tu abuelo iba todos los días a lavar al arroyo y se quedaba mirando esperando un barco, ella esperaba noticias o verlos” Las noticias desde un pueblo con nombre fantasma nunca le llegaron. Ella se murió esperando el regreso de Juan y Antonio, dos de sus hijos, ellos habían partido buscando trabajo para aliviar la miseria de tiempos vecinos a la guerra. Jamás volvieron.

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Nueva generación

Mi sobrina Carola
(Lo que sigue es un mail de mi sobrina Carola que no deja comentarios en el blog, pero me manda mails. Antes que escribir sobre ella, mejor dejemos que ella "sea hablada por su propio lenguje". No le pedí autorización para transcribir esto. Espero que no se enoje.)

¿Será de familia? Cuando te leo escucho mi propia voz. La nostalgia se hereda? ¿por cuáles cosas la sentimos? yo a veces la siento por cosas que no he conocido pero que me las han contado, por ejemplo, por las tortas de la tía Pochola, yo jamás las probé, pero cuando me encuentro con Nani hablamos de eso. Cuando voy a Bahía siempre lo visito porque con él charlamos del abuelo, "el tío Juan" para Nani, y lo traemos de vuelta con recuerdos, él me cuenta cosas del abuelo que te juro que me traen su voz, su andar, su filosofía de caminante, para mí el abuelo es camino y lo recordamos entre risas, entre discos y diarios y las cosquillas insoportables que nos hacía, ¡y el ajedrez! conmigo jamás jugó, pero Paula me dice que entre ella y él había un partido revancha y mientras no se haya jugado ese partido el abuelo está vivo. NOSTALGIA: (Del gr. νoστος, regreso, y -algia).
1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.
2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.
-algia.
(Del gr. -αλγíα, de la raíz de ἄλγος).
1. elem. compos. Significa 'dolor'.
(lo copié del diccionario) Cuando te leo se abre una parte de mí y huelo perfumes, escucho voces, música (y pájaros) siento texturas de pan casero con manteca y azúcar, de barro, la verja roja, la cortina amarilla de la cocina, el piso brillante, los gallos sobre el aparador ¡el olor del aparador! las compoteras y las servilletas bordadas y almidonadas, las criollitas y el te Cachamay, las Tortinas, ¡los amplificadores en los dormitorios!...la abuela Morena con su vestido azul de flores blancas regando el jardín. De alguna manera cuando te leo sos parte de mí. Carola.

3 Comments:

Blogger Fabio Parra Beltrán said...

AMALIA, QUE BUENO QUE ALIMENTES LA VIDA DE LOS TUYOS Y LA HAGAS EXTENSIVA A QUIENES PODEMOS SENTIRNOS IDENTIFICADOS EN ALGUNOS APARTES... QUE BUENA FAMILIA TIENES. POR ACA VOLVERE POR NUEVOS ESCRITOS

07 mayo, 2006 16:36  
Blogger Loca xq sí said...

por qué será que todos nos acordamos del pan con manteca y azúcar?
la cortina amarilla de la cocina! y el olor a Cachamai que salía cuando abrías la puerta de la esquina de la mesada, esa que tenía la bandeja giratoria! es verdad!!!!!!

08 mayo, 2006 11:16  
Blogger MIB said...

Hoola amalia! qué pena que blogger haya decidido comerse el comentario que había dejado en este post... (confieso que me da mucha bronca... me da la sensación que se roban un pedazo de mi creación... de mi cerebro y de mi corazón cada vez que se borra un mail o un comentario que no llego a grabar... una tontería no?)...

Como creo que lo que decía era sentido... intentaré volver a reproducirlo... al menos la idea principal.
No sé si está en los genes... o en el modelo de comportamiento... o en el espíritu melancólico de cada uno... digo melancólico.. en el sentido de reflexión.. (no lo busqué en el diccionario.. I'm sorry) de pensar y repensar en el pasado, en las historias, en las posibilidades, en el futuro, en lo real, lo irreal, los sueños, los ideales... no sé.. Creo que mucho de ese "modus operandi" se hereda al aprehender hábitos...
Bueno.. no había dicho nada parecido la otra vez... pero esto fue lo que salió ahora.. .

Creo que comentaba algo más referido a los viajes... las aventuras, las historias contadas como grandes sucesos... quizá se necesita del otro lado un oído atento e idealista que sueña con héroes y los recrea en su mente.... Así escuché yo las historias ... de niña... y de menos niña... así recreo y recuerdo todas esas memorias que son un equipaje que me acompaña siempre... Creo en la empatía... en el valor de sentir lo que otros sintieron, pensaron, o vivieron... esa tristeza o dolor de la nostalgia se puede transmitir... Fue la historia de mi bisabuelo, de mi abuelo.. de mi madre... quizá la mía?... Duele dejar la tierra propia ... aunque sea una decisión tomada voluntariamente.

Bueno.. me pasé...
tendrá coherencia? Le doy a enviar antes de que blogger decida borrar mis memorias nuevamente!.

un beso grande... (me suscribí a tu blog.. por lo que cada vez que escribís me llega un mail a mi casilla... nunca me los pierdo!)

saludos!

09 mayo, 2006 16:14  

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