15.4.06

Sin pies ni cabeza

- ¿Cantan o recitan? – le preguntó Adán
- Cantamos.
- ¿Qué?
- Disparates. Cosas que no tienen pie ni cabeza.
Leopoldo Marechal

Sentados en ronda, con sus papeles y lápices escucharon la pregunta:
- ¿Cantan?
- No. Contamos.
- ¿Qué cosa?
- Historias, disparates involuntarios de varias clases.

Y fue así que los spots se encendieron sobre un personaje al que no se lo podía calificar de character (por dificultades del idioma). Se dirigió el mentado a un banco y comenzó a decir:
- La pampa no tiene ombú
Y el puchero ni caracú
Miseria espantosa la que nos tocó
Hablando de tocar me tocó a mi contar.
El problema es qué contar, las historias ya están todas contadas y no sé si podré. Además de este problema tengo dificultades, indecisiones con los puntos las comas sin olvidar los dos puntos los suspensivos los guiones las subordinadas las proposiciones incluidas sustantivas adverbiales o adjetivas más la confusión entre la metáfora y la metonimia y que nada tiene que ver con el hipertexto la búsqueda de un nuevo lenguaje cosa nada original si miramos todos los que anduvieron andan y andarán tratando de innovar a las que se agrega la cuestión del hipercultismo que nos censura… ¡¡¡¡Fiuuuu!!!! – terminó por decir en un impecable lenguaje onomatopéyico nuestro personaje- character, con perdón del idioma, pero…¿Qué digo? ¿Quién pide aclaraciones? Esto no es más que acotaciones, meras acotaciones.

- Decía que me tocó contar una historia. Lo primero que debo aclarar es que no cuento con el genio de mi amigo que entiende eso de la metáfora y la metonimia, tampoco cuento con el estilo del amigo de mi amigo y creo que, por eso, a mí me va a pasar lo de la mucama que reescribió la historia.
- Esto está muy aburrido – gritó alguien de la ronda.
- ¿Y este qué se tomó? – interrogó otro
- Que el autor se vaya a dormir- sugirió un tercero
- Continúe, continúe, por favor. Pidió el coordinador.
- Demasiado autoritarismo- insistió el tercero.
- ¿Qué historia? Preguntó el coordinador tratando de poner orden en la reunión.
- Una vez, había un amigo de mi amigo que escribió una historia de un hombre que trataba de escribir una novela, mientras sus pensamientos deambulaban le preguntó a la mucama:
- ¿Leyó La Metamorfosis?
- Sí y no me gusto. La volví a reescribir – contestó la mucama.
- ¿A sí?
- Si Gregorio Sansa se descubrió un día insecto, abrió la ventana y se tiró.
- ¿Así de simple?
- Así de simple. Alguien que se descubre insecto una mañana no puede vivir.
Las luces en la sala se atenuaron y el personaje-character (con perdón de la palabra) se transformó entre la linterna mágica y el telón negro hasta quedar fuera de la luz. Agregó entonces:
- Pero como esta historia no es mía recurriré a mi experiencia personal. Cierto día descubrí que las cosas no marchaban como de costumbre. No había pucheros ni pampas con ombú, el río se quedó lejos y el viento se fue al diablo, amenaza con convertirse en tornado. Frente al caos general, primero escuché ¡Pac! Al mirar mi cuerpo vi que me faltaba el brazo derecho, al segundo día, después del primer ¡Pac! Escuché ¡Plac! Se me perdió el otro brazo, al cuarto desapareció mi tronco y al quinto no me quedaba más que la cabeza.
La voz fue bajando de volumen y subió gradualmente la luz, en le banquillo del mentado había una dentadura que no se sabía si reía o temblaba, la dentadura dijo entonces:
- Esta tampoco es mi historia, pertenece a un escritor argentino…
La confesión quedó interrumpida por una voz en off que señaló:
- Bien podría ser la historia de una escritora estadounidense sobre un esposo sumiso y una mujer autoritaria. El hombre terminó cortando el césped con lo único que le quedaba, una poderosa dentadura.
Los spots se apagaron, la dentadura desapareció, desde un grabador marca “Parrot” se oyó:
“Esto no ha sido más que una imagen holográfica reflejada en espejos enfrentados con metáforas y metonimias usadas como estornudos a pedal.”

Una de las mujeres allí presentes se preguntaba si aquello era un ejercicio de lucidez, una pesadilla surrealista, una ironía cifrada sobre el ejercicio de taller o el miedo a destrucciones lentas.
Un señor de bigotitos afirmó:
- Esto tiene que ver con la historia de la mucama. Sé que el amo juzgó lo escrito por la fámula como una simplificación, ella no entendió que Gregorio era la conciencia dentro de su familia. Tracemos paralelismos
Una mujer regordeta interrumpió:
- Sea como fuere, entre estos movimientos ¿quién puede ponerle pies o cabeza a un engendro?
La mujer sensata abrió el libro de cuentos absurdos y leyó para sí misma: “La existencia de monstruos puede deberse a la quinta causa LA IMAGINACIÓN”.
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Ejercicio de Taller literario - 1989

Estaba haciendo limpieza, tratando de tirar papeles que no sé para qué guardo y encontré una carpeta con papeles tipeados en la Olivetti que perteneció a un escritor que se fue a España. Sé que la máquina era de un escritor, pero nunca supe su nombre. Mi vieja Lettera andaba mal y mi maridito se enteró de alguien que vendía sus pertenencias porque se iba del país y me la regaló. ¡Lástima! no venía con el plus del genio de la buena escritura.

6 Comments:

Blogger Amy said...

Sir William II, usted siempre tan amable. Gracias.

16 abril, 2006 02:02  
Blogger Loca xq sí said...

pero má! si esto está buenísimo, es un humor entremezclado con tus conocimientos literarios!!!!

guachita, con La grieta me hiciste llorar a moco tendido y con éste me hiciste reir

juaaaaaaaaaaaaaaaa y más juaaaaaaaaaaa para el párrafo sin signos de puntuación, parece un chiste dedicado a mí!!!!!

18 abril, 2006 10:11  
Blogger Amy said...

En realidad, fue una ironía ácida al trabajo en el taller y las críticas que hacían sobre mi escritura. Fue uno de esos días en que decidí tomar las cosas en joda.

18 abril, 2006 14:03  
Blogger MIB said...

Je... mucha imaginación... Me cuesta seguirle el hilo a esta historia sin pies ni... noo.. pero si la cabeza es lo único que le queda!
Mucha cabeza..

qué le criticaban de su escritura en el taller?!

18 abril, 2006 22:47  
Blogger Amy said...

Justamente, me criticaban la complejidad, el exceso de referencias externas, la intertextualidad explícita. En suma, mi intelectualismo berreta.

19 abril, 2006 13:04  
Blogger MIB said...

jejeje... pero está bien... porque está preparado para un lector ideal que vos tenés no?! No es legítimo escribir para quien pueda entender?

Nunca participé de un taller literario.. creo que será asignatura de próximos años... veremos.

20 abril, 2006 11:49  

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