24.4.06

La luna en el charco

a Carola

Me quedé inmóvil frente aquel desierto de palabras. Una sensación, vieja conocida, se adueñó de mí. No sabía explicar porqué me sentía así. Sólo balbuceaba incoherente imágenes fragmentadas o me quedaba sin palabras.
Aún me duele cada milímetro de mi cuerpo, hacía fuera y hacía adentro erizos encajados en el rompecabezas de mi cuerpo no me dejan lugar para el desahogo.
No tengo palabras, apenas gestos.
En los ojos sin luz, la rebeldía muere antes de haber nacido. Miro tratando de levantar mi frente, pesa demasiado sobre mi espalda la derrota de mi historia.
¿Cómo decirle a aquel que a la edad en que el parodiaba a Hamlet yo peleaba mi trabajo con esta misma sensación? Las oportunidades eran diferentes, teníamos quince años de edad, pero nos separaba el tiempo y el espacio. Detrás del mostrador, con mi cara gris hacía anotaciones, sumas y restas, diferencias a favor de otros; a duras penas arrastraba las bolsas de semillas, vendía herramientas, herbicidas y otras niñerías. De aquella época recuerdo mi sorpresa cuando me mandaron: ¡A lavar la toalla del baño y el baño! (“Que no fui contratada para la limpieza” quisiera decir y no digo. Lavo el baño, el piso del local y los vidrios, barro la vereda, sacudo las estanterías. En el cajón del mostrador se acumulaba el dinero, los dueños no venían a buscarlo y decido llevarlo al banco en un arranque de responsabilidad que supera mi edad. Siento que pasaron los años y otra vez pongo la cadena a la rueda para poder abrir la pesada persiana, me subo a un barril y me hundo en un líquido azul que cura y mata).
En el presente no puedo dar más que las semillas que recibí, siento que me asomé sobre las espaldas de los gigantes y supe, supe que siempre fui y sería enana.
En mitad de mi inocencia he querido tomar la luna, me doy cuenta que sólo llego a percibir la luna en el charco.
¿Cómo aullar mi circunstancia en medio de mi ignorancia?
No soy sabia por naturaleza, no puedo ni pude comprarme las palabras ni su estructura, no tuve con qué ni dónde.
¿Cómo puede decirse algo cuando sólo se llega a la piel de lo que está enfrente?
Y me dirán y responderé
-¿Por qué se pura?
-¿Quién la corre?
-¡La vida buen hombre! La vida.
-Para todo hay un tiempo y cuando no se tienen los medios uno posterga ¿sabe? Cuando uno se da cuenta resulta que es tarde. No se puede uno subir a tal lado por los oídos no le dejan, no se puede hacer tal pirueta porque se dobló y no se puede volver a enderezar, no puede leer porque de continuo se olvida lo que leyó y no puede usted escribir, a cierta edad, porque de continuo las ideas se le desgajan.
-¡Qué pesimista es usted!
-No buen hombre. Realista. Realista.
Ya sé, podemos discutir sobre la realidad. ¡Total! Siglos de civilización y los filósofos no se han puesto de acuerdo.
Como si no tuviera bastante con mi ignorancia, algunos agregan: En países más avanzados no se desperdician recursos con gente que no va a terminar una carrera o que no tiene luces. En la primaria se decide quien llega a la universidad y quien no.
Es entonces que el “círculo vicioso de la pobreza” es algo más que una expresión.
Es entonces que supe y sé, que no voy a escribir nunca bien porque me amputaron la experiencia del mundo real y la de los libros.
En mitad de todos estos balbuceos una sonrisa burlona cubre todo, se me atenazan las broncas en los años que perdí sin aprender. ¿Se puede llegar a saber lo que perdí de aprender en 20 años?
-¡No! No me vengan con la “mierda” que tengo dentro y de que me olvido de lo afortunada que puedo ser. No, no me olvido de los afectos ni de mi familia.
Sé que puede ser incomprensible, ni yo puedo comprender esta sensación que me es vieja conocida. ¿Saben lo que es tener dentro un mundo que se aborta antes de haber visto la luz? ¿Saben lo que puede llegar a ser querer desprenderse de esta masa pegajosa de ideas y que cuanto más queremos quitarla más nos tapa?
Están los que dicen que escribir es su salvación, que les procura alegría o dinero y están los que se disfrazan en la modestia. Me pregunto una y mil veces ¿Dónde estoy? ¿Es posible seguir pensando en escribir?
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Sé que ni siquiera puedo salir a mirar la luz fuera de la caverna.
Con el peso de lo posible busco desesperadamente el reflejo de la luna en el charco.

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Ejercicio de taller. Punto de vista: desde un escritor no consagrado. 1989
Carola, tal como te prometí. Los dos textos a partir de los cuales reflexioné y me alejé del taller. Estuve años sin escribir.

5 Comments:

Blogger MIB said...

¿Por qué estuviste años sin escribir?
¿Tenés algo publicado? ...


Cómo se hace para saber si lo que uno escribe es bueno? Siempre fue mi dilema... por eso dejé de escribir también... y ya casi no lo hago. Igual creo que debería leer y escribir sólo para mí, por puro y egoísta placer....

un beso amalia!

25 abril, 2006 07:29  
Blogger Amy said...

Creo que apareció un cuento en algún lugar. Pero no estoy segura, no lo vi publicado. Realmente, me peleo mucho con mi escritura. La mayor parte de lo que escribí lo rompí. ¿Qué es bueno o malo? Eso tampoco lo sé. Cuando no sabía sobre qué escribir me decían que lo hiciera sobre la imposibilidad de escribir, sobre ese tema escribí mucho. Entre los papeles encontré "Una historia de amor sin amor" No la recordaba.Cuando la leí, me di cuenta que estaba hablando de la escritura como un amor que no me correspondía.
Una vez me dijeron "no te entiendo, a veces escribís hermoso y otras sos cursi". Nunca le pregunté a mi compañerito de taller si ser cursi era malo, supongo que para él sí.

25 abril, 2006 15:17  
Blogger Loca xq sí said...

y tal vez, con la salida a la luz de estos textos a través del blog, te den ganas de escribir otra vez... (cosa que, de hecho, estás haciendo)

cursi=malo? qué dirá Periquita de esto?

26 abril, 2006 13:24  
Blogger MIB said...

jiij.. son formas de escribir...
El tema de internet es que acá todo queda publicado hasta el fin de la historia...

Cursi.. joder.. eso que uno trata de esquivar... pero no sé... qué es ser cursi? porque la verdad es que hablar de tú.. en argentina para mí era cursi.. pero acá es lo más normal... Y existen muchas palabras que acá en españa no se usan o al revés... y suenan algo cursi...
Una gilipolles como dicen por estos lares...

uno debe escribir lo que siente en el momento.. poniendo un poco de cabeza a la hora de corregir.. y buscando la mejor manera de expresar ese anterior momento a la hora de la 3era corrección...
Me alegro que estés compartiendo con nosotros tus escritos anteriores y actuales...

saludos!

28 abril, 2006 11:33  
Blogger Amy said...

Liter: Ni me acordaba cuándo había puesto este texto en el blog. Creo que voy a tomarme el trabajo de hacerme un índice con fechas.
Sí, fue escrito desde mis vísceras. Me sentía un prisionero en la Alegoría de la caverna, bueno... quizás sigo estando en ella, nada más que no reniego tanto de estar mirando el fondo sin demasiadas luces propias. "Perla...", es un arranque crítico a ciertas relaciones que no me banco, que no me gustan... quizás por eso lo "poético" quedó fuera. Hay momentos en que no censuro y largo como salen esos "hijos" que después de todo son míos también, porque yo soy un poco así. Contradictoria, capaz de garabatear algo más o menos o hacer...agua por todos lados (hundirte, que le dicen).

10 agosto, 2006 15:01  

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