7.7.08

Carpe Diem

Entre mis defectos está el ser bastante desordenada, dejo papeles y objetos por aquí o por allá. A veces pienso que es a propósito, es para que los encuentre en el momento menos esperado y me den señales del pasado que me arrojen una mirada diferente sobre el presente.
Esto fue más claro cuando buscando una foto mía de bebé (para un juego) encontré dos ecografías, pensé que eran las de Ro (mi hija menor) y se las iba a regalar. (Ro’ fue la única de mis hijas a la que se le hizo seguimiento ecográfico, esa tecnología no era muy aplicada unos pocos años antes). Cuando abrí el cuadernito me di cuenta que eran las de Celes. En ese instante sonreí, recordé el día que salí con Celes del Centro de ecografía prenatal y no aguanté la angustia y me puse a llorar como loca. A los ocho años a Celeste se le descubrió un quiste en un ovario y no se sabía qué era, la única posibilidad buena era por la peritonitis que había tenido. Si no desaparecía, sino pasaba tal cosa o tal otra “hay que quitarlo dijo la médica” (eso equivalía a quitarle el ovario). Siguieron los controles. Meses después, un estudio dio que no había nada. El ecógrafo miró y remiró la zona y me dijo sorprendido: “aquí no se ve nada” (él había hecho el estudio anterior). Una vez más, Celes nos había hecho pensar en lo afortunados que éramos, que no debíamos llorar antes de tiempo.

Ro espera una niña, Emma. La fecha es para agosto, pero todo puede modificarse y que la niña se nos presente antes. Me gustaría que llegue lo más cercano al día previsto… digo, para que la “escultura” de su cuerpo haya sido realizada con todos los detalles.

Escribí escultura y puede parecer extraño. Sucede que, en la semana, mi niña nos mandó un mail para que visitásemos su blog. Cuando ingresé allí vi la ecografía de la pequeña Emma. Tuve la impresión de que un escultor estaba dando forma a un ser único e irrepetible, un ser que combina los genes de su ma’ y pa’. Me puse a lagrimear y me dieron ganas de tenerla en brazos, pero frené mis deseos en pos de que el hacedor termine su obra y Emma llegue cuando tenga que llegar.

Hoy nos reunimos los más cercanos a Ro y le hicimos la fiesta de los regalos para la bebé por llegar. Realmente fue una lluvia de regalos de sus tías, bisabuela, tías abuelas, amigos y abuelos… Hicieron juegos, me reí un montón, trabajé otro tanto, pero fui feliz –una vez más- frente a nuestro maravilloso Nico.

Nico está a dieta por la medicación, la duda era si iba a poder resistir al muestrario de alimentos, si debería ir a jugar a otro lado, etc. etc. En un momento dado empezó a llamarme “Abu mamá, ní” y fui tras él. Quería comer algo, le di manzana que aceptó de buen grado. Una vez que se le terminaba su pedacito de manzana volvía a llamarme. En una de las veces vio dos cuadraditos de torta de chocolate (brownies) y quiso comer. Le expliqué que no podía comer porque le iban a hacer mal, que le iba a doler la panza. Me miró y dijo “Nene torta no. Uuuaac” (el uuuaac es algo así como que va a vomitar). Le respondí: “Eso es. Contále a mamá.” No hizo escándalo, siguió comiendo manzana y contaba a todos que él no podía comer torta por el Uuuaac. El pequeño también recibió regalos, ya está mal acostumbrado, como si fuera ley que cada vez que lo vemos debemos darle algo.

Fue una reunión divertida. Por momentos cierto brillito en mis ojos confundía la felicidad con la tristeza y recordé un pedacito de una canción “el presente es lo único que tenemos”; aunque pensar solo en el presente me disgusta mucho, sigo saboreando la cosecha de buenos momentos, algo así como un carpe diem sencillito y sin demasiada pretensión.

1 Comments:

Blogger TOTA said...

Hace bastante que no pasaba por el blog y me detuve en este.
YA VA A SALIR!!! A no desesperarse jeje

15 julio, 2008 23:16  

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